Guerra abierta entre Vox y el cine español: el partido, desde que se enteró de que no iba a ser invitado a la gala de los Goya, empezó a arremeter contra el sector vía Twitter. Primer dardo: “¡Qué pena! Queríamos recomendarles que hicieran alguna película sobre la gloriosa historia de España, Blas de Lezo, por ejemplo... porque los españoles volverían al cine y ellos dejarían de pedir subvenciones”, manifestó desde su cuenta oficial.
Hoy Abascal ha seguido echando leña al fuego. Sostiene que “una vez mas se demuestra que esa mafia que hay en torno al cine y que persigue a los propios actores y directores que no son afectos a la izquierda o a la extrema izquierda actúa como esperábamos: señalando, apartando y expulsando a una parte de los españoles y vaciando las salas del cine. No puede ser de otra manera”. En cualquier caso, dice alegrarse de que no les inviten “a ningún sitio donde se insulta a todo lo que creemos y a todo lo que sentimos”, en alusión a una industria, que, según él, “habla mal de nuestro país y de nuestra patria, de nuestros padres y nuestros abuelos”. “Mientras tanto seguiremos viendo a Mel Gibson, Clint Eastwood o el que haga falta”, ha concluido.
Pedro Almodóvar, pesimista
Las reacciones entre cineastas y actores no se han hecho esperar. Pedro Almodóvar se ha mostrado muy pesimista en términos políticos: “Las circunstancias no son buenas para el cine español. Vivimos en un país que no tiene ningún proyecto social. Los presupuestos se van pasando de unos a otros. Me parece tristísimo no solo que a los políticos nos les interese los más mínimo el cine, tengo la sensación de que tampoco a los espectadores les está importando. Se han cerrado 500 cines en los últimos cuatro años, y eso es muy peligroso (...) No son buenos tiempos".
Respecto a Vox, lo que él llama “el partido de tres letras”, comenta que ha decidido “no hablar de él ni nombrarlo, y me gustaría que algunos más lo hicierais”: “Les niego la existencia”, ha concluido.
Isabel Coixet, una de las grandes triunfadoras de los Goya del año pasado, se encuentra sumergida en su nuevo trabajo Elisa y Marcela, una película basada en la historia real del primer matrimonio entre mujeres registrado en España, en 1901. Preguntada por si le pondría a Vox ese filme que trata del amor homosexual, Coixet ha contestado que "vamos, en sesión continua. Yo creo que les gustaría... las tres primeras veces".
Amenábar, De la Iglesia y Echevarría
Amenábar, que estrenará dentro de poco una película sobre Miguel de Unamuno ambientada en la Guerra Civil, no se ha mordido la lengua en la alfombra roja preguntado sobre las declaraciones de Vox contra el cine español: "Está muy claro cuando alguien busca un titular para llamar la atención". Cobeaga, preguntado sobre si haría una película sobre Blas de Lezo, como ha sugerido Vox, responde claro: “No me da la puta gana. Últimamente el cine se basa en las expectativas de los fans o de lo que sea. Queremos escribir lo que nos dé la gana. Si Vox quiere que hagamos una historia sobre ese conquistador de mediado, ¡que la hagan ellos!, y pidan una subvención al ICAA".
Álex de la Iglesia achaca a Vox buscar “polémica”: “En caso de que no hubiera ninguna polémica, se generaría. Nosotros, desgraciadamente o afortunadamente, generamos este tipo de polémicas. Siempre va a ocurrir, de una manera u otra. Tenemos que vivir con ello y llevarlo con tranquilidad”. Arantxa Echevarría, directora de Carmen y Lola, se moja sin pudor: “No quiero decir la palabra ‘Vox’, porque no quiero darles publicidad, pero si salgo, hablaré de ellos. No se puede hacer lo que se está haciendo. Lo siento, pero son parte de la sanidad pública el aborto y el cambio de sexo. No se puede derogar una ley contra la violencia de género. Y lo siento, pero el colectivo LGTBI es amor. Son pasos atrás. Tenemos que tener mucho cuidado. A las mujeres nos ha costado mucho llegar hasta aquí para perderlo todo”.