Es una de las películas que más ha dado que hablar en la carrera de John Wayne. El filme se rodó en Utah, cerca de un campo de pruebas del Gobierno de los Estados Unidos en Nevada, localización en la que se ensayaban con armas nucleares durante los años 50.
Gran parte del reparto padeció de cáncer los años posteriores. Powell murió poco tiempo después; Hayward, Wayne y Moorehead murieron a mediados de los años 70. Pedro Armendáriz, por su parte, fue diagnosticado de cáncer de riñón, y cuatro años más tarde se suicidó al enterarse que dicha enfermedad era terminal.