Varias organizaciones sociales donostiarras han convocado movilizaciones para protestar por el rodaje en San Sebastián de la última película de Woody Allen debido a que "puede generar un crecimiento turístico nocivo" en la ciudad y también por "las denuncias por violencia machista" contra el director neoyorquino.
Las organizaciones feministas Groseko Asanblada Feminista, Medeak y Donostiako Bilgune Feminista, además de Ernai -las juventudes de la izquierda aberzale- y colectivos como Hotel+Ez, Garaipen y la plataforma Bizilagunekin, en un comunicado, se posicionan en contra del rodaje de la última película de Woody Allen y llaman a una "concentración bulliciosa" el próximo lunes en el Paseo de la Concha.
Los convocantes rechazan "las ayudas y el trato de favor otorgado desde las entidades públicas a Mediapro y Woody Allen para llevar a cabo este proyecto", al tiempo que reclaman "transparencia" para que los donostiarras "conozcan todos los datos y vicisitudes que rodean a este proyecto".
Denuncian que a este filme se le han "otorgado todo tipo de facilidades" bajo el pretexto de que "será importante para Donostia", mientras "otras manifestaciones populares autoorganizadas de manera colaborativa por vecinas y vecinos encuentran obstáculos para su desarrollo, ya que no responden a fines mercantiles de negocio".
"Exigimos la supresión de toda iniciativa encaminada a incrementar la afluencia turística en nuestra ciudad", sostienen los firmantes, quienes piden además que se "elimine el presupuesto público destinado a la promoción turística", porque la ciudad "ya ha sobrepasado su capacidad de carga turística sostenible".
Por otro lado, estas organizaciones rechazan que se haya hecho un recibimiento público a "un agresor acusado de abusos sexuales" y censuran que el Ayuntamiento agasaje a Allen y al mismo tiempo presente la campaña estival contra las agresiones machistas, lo que han calificado de "claro ejemplo de 'lavado lila'".
"Donostia no es un simple decorado de película y los donostiarras no somos ni figurantes, ni turistas", reza el comunicado, que acusan a las instituciones de crear una ciudad "para el negocio, comprometiendo las vidas cotidianas de los vecinos".
"La exitosa trayectoria cinematográfica de una persona no nos va a fascinar hasta cegarnos. Mostramos nuestra absoluta determinación por ser los protagonistas de nuestras propias vidas", concluyen las organizaciones.
Ante estas declaraciones, el político Borja Sémper ha opinado que "reciben con honores a etarras que salen de la cárcel" mientras que "rechazan a un director de cine sobre el que no pesa condena alguna".