Ha pasado más de un siglo desde que concluyera la primera gran guerra que asoló el mundo. Aquel conflicto que en primera instancia se pensaba que no duraría más de dos semanas terminó con la vida de más de 10 millones de soldados —sin contar civiles— en cuatro años de guerra.
Ahora, HISTORIA trae a España el documental Ellos no envejecerán, una producción que muestra la Primera Guerra en color y con sonido. La recreación ha sido laboriosa, puesto que el montaje original ha tenido que ser remasterizado y coloreado, además de haberse empleado tecnología 3D para la óptima visualización del documental. Asimismo, se ha recurrido a un equipo de forenses para leer los labios de los combatientes, de manera que la recreación sonora fuera lo más precisa posible.
"En 1914 el mundo no era en blanco y negro. No estaba en silencio. No esperaba envejecer", se menciona en el tráiler del documental dirigido por Peter Jackson —conocido por ser el director de la trilogía de El Señor de los Anillos— y pretende acercar al público de la forma más realista posible a la terrible realidad a la que se enfrentaron los hombres que participaron en la contienda.
La nueva apuesta de HISTORIA, que se estrena este 25 de julio a las 22:00 horas en su canal, comienza con un recorrido en blanco y negro sobre los preparativos de la guerra para, una vez da comienzo a las escenas bélicas, sumergir al televidente en la producción colorida y sonora que humaniza al millón de británicos que perecieron de 1914 a 1918.
"Me gustó la vida militar"
Uno de los puntos en los que el director neozelandés hace hincapié es en los numerosos soldados que gustosamente se alistaron voluntarios en la guerra más sangrienta que había vivido la humanidad hasta aquel momento. Jóvenes de hasta 15 años mintieron para poder empuñar un arma en nombre de su país. “Si pudiese volver atrás, volvería a vivirlo, porque me gustó la vida militar”, confiesa uno de los veteranos. Otro de ellos comenta cómo pese a haber sido "una época terrible" nunca se la habría "perdido".
La disciplina y las estrictas actividades a las que eran sometidos durante su formación como futuros defensores de la patria servía a su vez para entablar un sentimiento de camaradería y amistad entre los compañeros. Tras pocas semanas de entrenamiento los jóvenes eran enviados a localizaciones secretas (la mayoría en la costa francesa).
Una vez allí los rostros cambian drásticamente. En el documental se aprecian a la perfección las expresiones abatidas de los soldados que un mes antes sonreían por brindárseles la oportunidad de matar alemanes. "¿Cómo es aquello?", preguntan los nuevos. "Es una pesadilla", responden los combatientes. No mienten. Las imágenes de bombas que persiguen a la caballería y las explosiones dentro de las trincheras son de un realismo desmedido.
Todo ello añadido a unas condiciones infrahumanas en las que vivían los soldados. "Sacábamos agua de los cráteres de las bombas. Puede que dentro hubiese algún cadáver. Pero pensábamos que si la hervíamos mucho tiempo, las bacterias desaparecerían", describe un excombatiente. Además, ese mismo agua se utilizaba para preparar té.
Sacábamos agua de los cráteres de las bombas. Puede que dentro hubiese algún cadáver. Pero pensábamos que si la hervíamos mucho tiempo, las bacterias desaparecerían
De esta forma, no era de extrañar que la disentería estuviera extendida por las trincheras. De la misma manera, se puede casi 'oler' la tensión entre los soldados en los instantes previos a iniciar una ofensiva: "Contábamos historias picantes y hacíamos chistes malos". La distracción era fundamental.
Finalmente, Peter Jackson cierra con uno de los temas olvidados de la guerra: el día de después. "Hubo alivio y alegría pero no hubo ninguna celebración", expresa uno de los veteranos. Además de las depresiones y problemas mentales, muchos ex soldados no eran admitidos en el mercado laboral. No les querían. Fue una guerra que "no mereció la pena".
Ya no queda nadie vivo de aquel conflicto bélico. No obstante, las fotografías en blanco y negro que tan lejanas parecen a ojos de un ciudadano del siglo XXI se contrarrestan con una mirada mucho más actualizada gracias a la tecnología. Ellos no envejecerán rescata aquellas voces que hasta ahora eran incapaces de articular palabra por la propia naturaleza del cine.