Hope d’Amore era una joven que soñaba con triunfar en el cine. Había crecido con las producciones de Hollywood de los 60 y en 1978 se le apareció una posible vía para llevarlo a cabo. Conoció a Harvey Weinstein en el backstage de un concierto, quien se le acercó y, según confesó, "fue encantador desde el principio". Aquel joven le habló sobre Miramax, un proyecto cinematográfico que estaba iniciando junto a su hermano. "Iba a ir a Nueva York a hablar con alguien de una película que quería distribuir. Me dijo que si le acompañaba".
Ya desde el comienzo del viaje d’Amore desconfió de su nuevo compañero. Se alojaban en un hotel cerca de Central Park y por casualidad solo quedaba una habitación libre. "Le dije que él iba a tener que dormir en la silla", comentó la mujer, que por entonces tenía 20 años. La tragedia llegó por la noche. "Me metí en la cama y Harvey se metió desnudo". Ella le rechazó pero Weinstein no estaba por la labor de desistir. "¿De verdad quieres que sea tu enemigo por no darme cinco minutitos?", contestó el depredador sexual. Tal y como recordaba d’Amore, ella pesaba 50 kilos. Él era el doble de grande y no pudo evitar que la violara. "Tan solo pensaba que si me callaba todo pasaría en unos minutos".
Fue la primera vez que Harvey Weinstein violó a una mujer. Al menos es el caso más antiguo que se conoce y que se narra en el documental Untouchable, el cual se estrena este 6 de septiembre en cines. "No hay evidencias de casos anteriores a ella aunque probablemente los haya", declara la directora Ursula Macfarlane a EL ESPAÑOL.
Machismo y poder
El poder incita, suscita y produce. Como si siguiera las teorías foucaultianas, el futuro magnate de Hollywood sometió a las mujeres no solamente desde una perspectiva de género, sino que aprovechó su posición para abusar de un sinfín de mujeres. El modus operandi siempre era el mismo: tras una agradable cena con distintos actores y actrices, Harvey invitaba a una de ellas a su hotel, donde trataba de forzarlas contra su voluntad.
Para el productor de cine era sencillo. Si las actrices se negaban a tener relaciones sexuales no volverían a trabajar en la industria del cine. Las víctimas no solo pertenecían a este gremio, sino que las denuncias también provienen por el personas y las secretarias que trabajaron en su productora. "Era el tipo de persona que no aceptaba un no como respuesta", comenta en el documental su exsecretaria, Deborah Slater. De hecho, varias de sus secretarias personales se despidieron por no soportarlo: "Harvey es un cerdo".
Mientras Miramax no paraba de crecer y de recibir halagos de las estrellas más influyentes de Hollywood, sus acciones se mantenían a la sombra. Actrices como Penélope Cruz o Ben Affleck agradecían públicamente a Harvey allá donde iban y el productor estadounidense gozaba de una fama inmejorable. Mientras tanto, su despacho no paraba de recibir cartas de bufetes de abogados donde demandaban a Harvey Weinstein por abuso sexual. Muchos de estos casos se solventaron con un acuerdo de confidencialidad y una suma de hasta 250.000 dólares.
Tiempos que cambian
"Ser cómplice no necesariamente implica que participaras en ello, si te callas estás siendo cómplice", es una de las frases que se menciona en Untouchable. Hasta la década de los 2000 pocas mujeres se atrevían a hablar puesto que no tenían un apoyo consistente. "Pasó con Harvey Weinstein y pasó con la Iglesia Católica", explica la directora a este periódico. Sin embargo, añade que los tiempos están cambiando. En su momento, tal y como se ve en la producción de Macfarlane, prohibieron publicar un audio en el que Weinstein había perdido los nervios ante los periodistas: "¡Soy el puto sheriff de esta ciudad!", gritaba. El productor más famoso de Estados Unidos gozaba de impunidad mediática.
En 2016 llegó un rumor al entorno Weinstein sobre mujeres que iban a hablar en masa. Desde entonces, el magnate hollywoodiense se protegió de un gran número de abogados —se fotografiaba con actrices de prestigio como Meryl Streep para frenar su posible caída—. Harvey contrató a Black Cube, una agencia privada de inteligencia israelí para espiar a las posibles mujeres que podían estar detrás de las futuras denuncias.
Es David contra Goliat, el pequeño puede derribar al grande. Es posible
Finalmente, el movimiento #MeToo surgió en octubre de 2017. Decenas de actrices y antiguas trabajadoras de Harvey Weinstein denunciaron públicamente haber sido abusadas por él. Esta vez la gente y los tribunales les escucharon. Erika Rosenbaum, Louise Godbold, Paz de la Huerta, Nannette Klatt o Rosanna Arquette son varias de las personas que aparecen en el documental contando su experiencia personal. Esta última en concreto, se negó en rotundo a acostarse con Harvey, lo cual influyó directamente en su carrera —la mayor de las Arquette había aparecido previamente en Pulp Fiction—.
"Es David contra Goliat, el pequeño puede derribar al grande. Es posible", se pronuncia en Untouchable. El juicio de Harvey Weinstein se aplazó hace poco al 6 de enero después de que el juez aceptara nuevos cargos contra él. Por su parte, Weinstein siempre ha negado todas las acusaciones y su hermano Bob afirma desconocer cualquier encuentro sexual que concierna a Harvey hasta antes de 2017. El documental cierra con un plano de las actrices que fueron violadas por el productor más odiado de Hollywood. "No nos callarán", expresa Arquette.
En la entrevista que ha concedido Ursula Macfarlane a EL ESPAÑOL insiste en que Harvey Weinstein no está acabado. "No me lo imagino yendo a los Oscar o a eventos", aunque recalca que combatirá hasta el final para desacreditar a las mujeres que violó. "No desaparecerá", concluye Macfarlane.