Producir una película en España es complicado, producir una como Ventajas de viajar en tren es, directamente, un milagro. La novela de Antonio Orejudo es un triple salto mortal con las manos atadas y por encima de un lago de cocodrilos. En ella se respira un riesgo, una libertad y un gusto por lo diferente que habría que aplaudir. Mucho estaba en la obra original, pero también hay que aplaudir a Aritz Moreno por cómo creó como si fuera un puzzle el filme en su cabeza.
¿Cómo se define la película española más sorprendente del año? Podríamos ceñirnos a la sinopsis oficial, que reza lo siguiente: “Helga Pato acaba de internar a su marido en un psiquiátrico. En el tren de vuelta, un desconocido se le presenta como Ángel Sanagustín, psiquiatra que trabaja investigando trastornos de personalidad a través de los escritos de los pacientes. Le cuenta entonces la historia de un enfermo paranoico extremadamente peligroso obsesionado, entre otras cosas, con la basura. Un delirio sórdido pero fascinante, repleto de obsesión, perversión, sarcasmo, diversión, demencia y sofisticación que son, en definitiva, algunas de las ventajas de viajar en tren”.
Sería injusto quedarnos aquí y no hablar de este filme que es una Matrioshka en la que una historia contiene a otra y en la que se salta de un género a otro. Y ahí cabe de todo: humor negro, 'amor fou', coprofagia, violencia y… Massiel. Sí, la cantante aparece en una escena que no conviene destripar, pero qué escena. Pilar Castro a ritmo de 'El amor' es más que suficiente para caer rendido. “El amor te deja echo mierda”, canta ella en Ventajas de viajar en tren y todos lo entendemos.
Su director Aritz Moreno, siempre negó que la novela de Orejudo fuera inadaptable, pero sí que creía que era “improducible”. Por eso, junto a su compañera Leire Apellaniz con la que produce desde 'Sr y Sra', compraron los derechos de la novela. “Ella no veía una película porque le parecía imposible, pero yo lo leí y me voló la cabeza y le dije: creo que aquí hay una película muy guay y muy especial”. Juntos llamaron al escritor, consiguieron los derechos y con le guion que escribió Javier Gullón fueron llamando a productoras para que les acompañaran en el camino.
“El 99% nos dijeron que no, en Atresmedia nos dijeron que era demasiado extremo, no me acuerdo si fue esa palabra, pero en general nos solían decir que era bastante ‘avant garde’, recuerda el director en una charla con EL ESPAÑOL. Ese ‘palabro’ era un eufemismo para hablar de una historia que no tiene miedo y que sólo podía haberse hecho así. “Tuvimos claro que necesitábamos encontrar al compañero de viaje ideal para hacer esta película, no con una productora que dijera ‘esto es demasiado’ o ‘esto fuera’. O era esta película o no era ninguna y con Morena Films hubo feeling, Nosotros nunca nos autocensuramos”, asegura.
La pasión hacia la película ha hecho que la propia Massiel se moje en la promoción. Sale en sólo una escena, pero ella ha hablado de Ventajas de viajar en tren hasta en Sálvame. Aritz Moreno ni siquiera la conocía -algo que cambió en la premiere del filme- y explica cómo surgió ese maravilloso ‘set piece’. “No está en el libro y fue una casualidad. Durante la preproducción escuché esa canción y se me metió en la cabeza de una forma bestial. Fue puro instinto, cuando la escuché dije: esta canción tiene que estar. No sabía en qué momento ni nada, aunque es el único momento en que podía salir. La letra es espectacular y me encajaba en ese momento”, explica.
A la película la define una frase que estaba en el libro, esa que dice que “la verosimilitud está sobrevalorada”, y que para Moreno es “una declaración de intenciones” porque quería que fuera “un juguete y que fuera autoconsciente, que fuera de cara desde el primer minuto y que esto fuera una pista más que te da la película para que sepas que esto es una ficción”. No sabe si rodará una segunda, pero al menos en esta ha tenido la sensación de quedarse “a gusto”.