"Más del 90 % del trabajo del director en una película se basa en tener el reparto correcto": La frase no es de un cualquiera, sino del mismísimo Martin Scorsese, que acaba de estrenar su última obra maestra, El Irlandés. Por ello es importantísimo que un realizador sepa dirigir a sus actores, pero también contar con un buen director de casting.
Una de las mejores es Debbie McWilliams, que ha trabajado con Roman Polanski, Stephen Frears, Anthony Minghella, Sam Mendes, Martin Campbell, Marc Forster, Ron Howard y Kenneth Branagh, entre otros y que pasará a la historia por ser la mujer que se encargó de elegir el reparto de de 13 películas de James Bond. Ella fue la que vio esa chispa en Daniel Craig cuando nadie confiaba en él.
McWilliams ha visitado España para participar en una mesa redonda organizada por la Academia de Cine, que bajo el título 'La dirección de casting, oficio y talento' estará moderada por la célebre directora de casting y presidenta de la red internacional de este colectivo profesional, que estará acompañada por Sara Bilbatua, Camilla-Valentine Isola, Eva Leira y Yolanda Serrano. EL ESPAÑOL ha tenido la oportunidad de hablar con ella sobre la saga y sobre la responsabilidad de un trabajo mucho más importante de lo que parece a simple vista.
¿Qué siente una directora de casting cuando encuentra al actor adecuado, cuando siente ese chispazo?
Es una sensación de alivio, porque por fin uedes dejar de buscar... es muy emocionante cuando un director te incluye en la toma de esa decisión y confía en tu conocimiento. Sientes que estás contribuyendo a algo, que eres parte de algo y que haces bien tu trabajo.
¿Cuánto de esa decisión corresponde a un director y cuánto al director de casting?
Depende de como sean de abiertos los directores. A veces, saben exactamente lo que quieren y no se mueven de esa idea, a veces no tienen ni idea de lo que quieren y te dejan mucho en el campo creativo. Es un trabajo creativo y colaborativo, a veces puedes cometer un error, pero a veces puede cometerlo un director y tú estás ahí para eso.
El teatro fue siempre mi mayor fuente para encontrar a actores, no sé por qué, pero creo que cada vez menos buenos actores hacen teatro a no ser que sean grandes estrellas
¿Cuál fue su mayor descubrimiento y su mayor error?
Uff he cometido muchos errores… Hay muchas cosas maravillosas de mi trabajo, he tenido una suerte extraordinaria, he viajado muchísima y conocido a gente extraordinaria. Es difícil elegir algún buen trabajo. Quizá mi experiencia con Mel Gibson y Anthony Hopkins en Motín a bordo, sea la que destaco, buscando extras por todo el mundo. O en Quantum of solace, en medio del desierto buscando extras muy concretos. Creo que soy de las pocas directoras de casting que puede permitirse el lujo de viajar por el mundo para hacer su trabajo y eso me hace sentir muy privilegiada.
¿Cómo es su trabajo, acude a pequeñas obras de teatro independientes para encontrar grandes actores?
El teatro fue siempre mi mayor fuente para encontrar a actores, no sé por qué, pero creo que cada vez menos buenos actores hacen teatro a no ser que sean grandes estrellas, pero normalmente antes empezaban ahí. Ahora no parecen ahora atraídos por eso, parece que buscan el gran trabajo, el dinero, ser estrellas la televisión, y no es lo que ocurría hace tiempo. Me acuerdo de haber visto a Daniel Day-Lewis cuando estaba en la escuela de interpretación en una obra muy loca sobre Drácula en un escenario en un pub en Londres. No me he encontrado algo así desde hace mucho tiempo y antes solía pasar, pero ya no. A lo mejor es que no voy a suficientes pubs donde haya teatro.
Siempre hay un mantra en mi trabajo que es preguntarse si un papel podría estar interpretado por una mujer o por alguien que no fuera un hombre blanco de clase media
¿Cómo es el trabajo de elegir a James Bond?
Es un negocio familiar, y es muy inclusivo, es maravilloso, pero no quiero ser definida sólo por eso, porque además no es el tipo de película pelis que iría a ver por elección personal. Soy más de películas francesas románticas, o de un noir sueco, pero me ha hecho conocer a gente maravillosa.
¿Cree que podrá haber un James Bond mujer o un James Bond negro?
Siempre digo lo mismo, pero es que el personaje no se escribió así, Ian Fleming no lo escribió así, y hay que ser fieles y ceñirse a lo que escribió.
Lleva décadas en este trabajo, y me imagino que la elección de un casting también es un reflejo de los cambios en la sociedad. Por ejemplo, antes los latinos sólo hacían de villanos, ¿cree que hay un compromiso en sus elecciones?
Siempre hay un mantra en mi trabajo, dejando a James Bond aparte, que es preguntarse si un papel podría estar interpretado por una mujer o por alguien que no fuera un hombre blanco de clase media, y preguntarnos cómo podemos ser más abiertos. Pero es cierto que, para mí, esa idea de la corrección y la escritura preescrita no me gusta, creo que cercena la libertad. Sin embargo, creo que en este momento tenemos una oportunidad para ser más diversos.
Esta semana está aquí Ken Follet en una gira anti bréxit y habla sobre cómo va a afectar también en la literatura, ¿cree que también va a influir en su trabajo?
Bueno, es que todavía tengo esperanza de que eso no pase, aunque cada vez eso parece menos posible... pero va a hacer mucho daño, es contraproducente para la creatividad y va a hacer difícil llevar a gente de otros países, lo lamento y estoy radicalmente en contra.
En España muchos actores se quejan de que en los castings se les pregunta por el número de seguidores que tienen en Instagram.
No tengo ningún interés en los seguidores de Instagram de un actor, y es una práctica totalmente incorrecta. Eso no refleja las habilidades de la persona, sólo su popularidad y no le hace buen actor. Lo lamento y sé que está pasando y nadie debería hacerlo. Si basas tu decisión en eso, tu elección de casting sera errónea.