Hace casi 40 años, dos jóvenes amigos británicos comenzaron una unión que revolucionaría la historia de la animación mundial. Peter Lord y David Sproxton vieron en la animación una técnica perfecta para llegar a un público adulto y contar historias de una forma artesanal que no se estaba haciendo. Rápidamente registraron el nombre de su sueño, ‘Aardman Animation’, y empezaron a luchar por él.
Lo primero fueron trabajos en programas animados para niños, pero poco a poco fueron dando rienda suelta a sus ideas y proyectos más personales con gente como Nick Park. Mucho antes de que John Lasseter revolucionara el mundo con su Toy Story, este trío de amigos arrasaban en los Oscar de animación (por aquel entonces sólo había categoría de cortometraje) y creaban personajes que revolucionarían todo, entre ellos Wallace y su perro Gromit. Lo hicieron con una técnica que parecía imposible, el 'stop-motion'. Animando muñecos de plastilina fotograma a fotograma y cambiando cada pequeño gesto en una tarea minuciosa, llena de paciencia. El cine se hacía artesanal de nuevo, y de sus maravillosos cortos saltaron al largometraje con obras maestras como Chicken Run o la primera aventura de sus personajes más famosos.
Peter Lord es historia del cine, y de una forma de hacerlo y entenderlo que no se lleva en una época donde el CGI y las franquicias sin alma son lo que domina el mercado. Pero él no se rinde, y sigue empeñado en mantener un modelo de negocio que ya ha vencido a muchos gigantes. Ya no dirige, pero sigue al pie del cañón de su estudio y ha visitado Madrid para visitar la retrospectiva que bajo el título de ‘Aardman. Una historia muy animada’ está teniendo lugar en Cineteca con la colaboración de Animac, la Muestra Internacional de Cine de Animación de Cataluña, y desde donde ha concedido una entrevista a EL ESPAÑOL.
Aardman ha sobrevivido a todos los cambios, durante décadas, a los vaivenes de la industria, a modas, ¿cómo lo ha hecho?
Siendo creativos, tomando decisiones inteligentes en lo creativo, eligiendo bien con quién trabajas, dónde está el mercado… No pienso en mí mismo como un hombre de negocios. Uso el sentido común e intento hacer cosas inteligentes y creo que en Aardman somos pragmáticos. Hemos cambiado mucho en todos estos años, y nos hemos adaptado mucho. Somos sensibles a lo que pasa y muchos otros estudios han desaparecido, y creo que principalmente lo han hecho porque fueron muy ambiciosos, fueron codiciosos. Nosotros seguimos vivos, y traemos gente nueva para seguir siendo creativos. Podríamos haber parado con Wallace y Gromit, y hacer películas sobre ellos durante 20 años y hubiéramos hecho mucho dinero, pero no era lo que queríamos hacer, queríamos evolucionar y escuchar otras voces creativas.
La industria del cine ha cambiado muchísimo, ¿cómo os ha afectado, o es que sois una pequeña aldea gala a la que no afectan los cambios?
Cuando empezamos en 1972 no podíamos ni soñar con que haríamos películas en ‘stop-motion’, era inimaginable. Pero poco a poco fue siendo algo imaginable y eso fue un gran cambio, y vino con Chicken run. Fue muy emocionante, muy nuevo. Sólo había una película antes q nosotros hecha así, que fue Pesadilla antes de navidad. Nosotros hicimos esta película que era muy ‘british’, muy Aardman y fue un éxito enorme de crítica y también económico. Eso nos colocó en una buena posición, pero al mismo tiempo vino John Lasseter, hizo Toy story, y todo cambió de repente. La industria cambió, y el CGI comercial se convirtió en la norma para todo.
Muchos estudios de animación han desaparecido, y creo que principalmente lo han hecho porque fueron muy ambiciosos, fueron codiciosos
Ahora el mundo es muy diferente. Cuando hicimos Chicken run ni siquiera había categoría de Película de Animación en los Oscar, qué mala suerte. Aquellos años había sólo cinco películas animadas, y ahora hay muchísimas. La industria de la animación es enorme, y los grandes estudios ponen muchísimo dinero en la animación, pero nosotros no. Nunca hemos sido mainstream, sí que hemos hecho buena taquilla, pero estamos en otra liga que esa gente, y creo que ahora para lanzar una película es muy difícil y es el momento de las plataformas.
¿Cómo vive Aardman el futuro de la animación y este momento de las plataformas?, ¿se resiste a ellas, apuesta por el cine en salas?
Siempre hemos estrenado en salas y me encanta ver nuestras películas en pantalla grande, es un placer, pero es que ahora es muy difícil. Hay que evolucionar y no sé dónde acabaremos, pero creo que las plataformas pueden ser el mejor sitio para nosotros, pero creo que es bueno que también se tuviera un estreno en salas, mira Klaus, yo creo que podría haber tenido un estreno decente en salas.
Me imagino que actualmente es más difícil producir películas de' stop-motion', que si hicieran animación estilo ‘Hollywood’, ¿por qué siguen apostando por ello?
Sí que es más difícil producirlas, porque por desgracia la gente del negocio cree que el ‘stop-motion’ no son tan rentables, y lo acepto, es cierto, pero no lo entiendo, porque nuestras películas tienen un presupuesto que es el 20% del que tiene una gran producción de una ‘major’. Y por qué seguimos haciéndolas… pues el motivo es porque amamos hacerlas y porque creo que lo hacemos muy bien. Además, todavía creo que es especial, y creo que aunque suene teórico, parte del disfrute del arte está en que el público entienda cómo está hecho. Si ves una catedral gótica, tienes alguna comprensión, aunque no seas un experto, de que alguien ha cargado las piedras y puesto una sobre otra. Tú no lo podrías hacer pero entiendes el proceso. Creo que es importante que el público entienda cómo está hecho el arte, que crean en la historia y en los personajes, pero que comprendan cómo lo hacemos, que se hace a mano, y que hay humanidad en ellos, y creo que por es el ‘stop-motion’ tiene una humanidad intrínseca y que por eso la gente responde tan bien a ella.
¿Han intentado comprar vuestra libertad muchas veces?
A ver… nosotros trabajamos con Dreamworks, y nos fue bastante bien. Pero es verdad que nos pidieron que mejor la hiciéramos más comercial o más americana… y luego se nos ofreció la posibilidad de desarrollar películas con ellos, pero debían tener acento americano en vez de uno británico, así que dijimos que no, gracias, porque somos fundamentalmente británicos. Así que puede que sí… aunque hubiéramos hecho mucho más dinero, pero mira, en Reino Unido está todo tan dominado por los estudios que es casi un tema de orgullo.
Dreamworks nos ofreció la posibilidad de desarrollar películas con ellos, pero debían tener acento americano en vez de uno británico, así que dijimos que no, gracias
No dirige desde Piratas, ¿no va a volver a la silla de dirección?
Habría hecho muy a gusto la secuela, porque me gustaba todo de esa película, el guion, los actores… La hicimos con Sony pero no dio luz verde a la secuela porque no hizo suficiente dinero, pero esa la hubiera dirigido. Hace ya siete años que no dirijo y me he vuelto vago en ese sentido. Es muy duro dirigir una película de animación. Sí, es magnífico, es el trabajo que todos quieren, pero es que son cinco años de tu vida, y los primeros tres son muy emocionantes, pero luego es muy u cansado y te vuelves un esclavo de tu criatura, además empiezo a valorar mucho mi libertad.
¿Cree que el brexit afectará al futuro de Aardman?
Lo estúpido de todo esto es que nadie sabe cómo va a afectar esto. El brexit es una idea estúpida, nosotros tenemos empleados creo que a 4 españoles, más que de cualquier otro sitio. Espero que no vaya a ser un problema, el brexit es,… no sé y es que nadie sabe lo que va a pasar. Nosotros continuaremos sintiéndonos cineastas europeos y orgullosos de ello.
¿Y cómo ve el futuro del estudio?
Hemos cambiado la propiedad de la compañía, que era propiedad de Dave y mía, de los dos, y ahora es de todos los trabajadores, es un fideicomiso, y creemos que es una buena idea que ahora se hace en reino unido y es que la propiedad de la empresa sea de los empleados y no nuestra. Creo que es bueno porque nos da una defensa creativa, porque no queremos que nos posea nadie. Imagínate que vendes la empresa a otra empresa, a Pathe, o a Time Warner, o a Disney... bueno a Disney no. Si haces eso puede que estés muy bien al principio y que sea para siempre, pero el peligro es que esa empresa cambie de dueño, o se venda a otra empresa, o cambie el modelo de negocio y de repente estés a merced del mercado, así que de esta forma creemos que el futuro está en nuestras propias manos, al menos en teoría. No debemos dinero a nadie, no nos debemos a nadie y si somos listos y flexibles duraremos mucho tiempo.