Estaba claro que el coronavirus iba a servir como motor para mucha ficción. Las crisis siempre son un buen punto de partida para contar una historia, y sirven como marco para hablar de nosotros como sociedad, como colectivo. Lo que nadie pensaba es que fuera a ser tan rápido. Parece que unos cuantos creadores han decidido competir entre ellos por quién saca el primer producto ‘cultural’ ambientado en esta pandemia mundial.
En la literatura han sido Paolo Giordano -autor de La soledad de los números primos- y el filósofo Slavoj Žižek los que se han apuntado el tanto, pero en el audiovisual no había habido nadie. Entre otras cosas porque no ha habido tiempo, y con la situación actual de rodajes paralizados es casi imposible que alguien plantee una producción de una forma solvente. Pero eso no ha sido un inconveniente para el director canadiense Mostafa Keshvari, un desconocido hasta ahora que había destacado en el mundo del cortometraje y que se ha apuntado la medalla de rodar ‘la primera película sobre el coronavirus’.
No sólo la ha rodado, sino que tiene hasta un tráiler en el que muestra su trama y las claves de un filme que tiene el original título de Corona y una frase promocional como "El miedo es un virus" con el que llamar la atención de todo el mundo en una época en la que estamos consumiendo más contenido audiovisual que nunca y en el que películas como Contagio o Estallido aumentan sus reproducciones en medio de la locura actual. Todavía no se sabe en qué plataforma se emitirá, si es que llega a emitirse, ya que tras rodarse -en un sólo plano secuencia- se está intentando vender a alguien.
La trama encierra a siete personajes en un ascensor, una de ellas china que empieza a toser. El ascensor se para, y el miedo y los prejuicios salen a la luz. Una tos provoca el terror. Mucha sutilidad no muestra este primer avance, ya que hay una chica que dice que si no se han enterado que hay un virus en el edificio. Para subrayar la metáfora entre los habitantes de ese microcosmos hay una embaraza, un nazi en una silla de ruedas que luce una esvástica en su frente y que incluso llega a sacar una pistola cuando la situación se pone tensa.
En el reparto tampoco hay ninguna cara conocida, y Corona se la juega al interés que pueda provocar ser la primera ficción que aborda el tema, aunque sea para construir un thriller convencional como apuntan sus primeras imágenes. El virus ha azuzado el ingenio de muchos, que buscan como sacar un beneficio económico creando contenido rápido en estos momentos donde se consume tanto producto audiovisual. ¿Será este filme un fenómeno o se quedará en el olvido y en una merca curiosidad? El tiempo (y si alguien la compra), lo dirá.