Xavier Dolan: “La gente tiene la necesidad de etiquetar todo lo que no sea heteronormativo”
El director canadiense, que ha rodado ocho películas con 31 años, estrena este viernes en salas su nuevo filme, 'Matthias & Maxime'.
19 junio, 2020 03:02Noticias relacionadas
31 años, ocho películas y dos premios del jurado en Cannes. La carrera de Xavier Dolan da vértigo. Con esa edad cualquiera director estaría buscando cómo rodar su primera película, y sin embargo él ya es uno de los nombres más importantes del cine de autor de todo el mundo. Desde que presentara su ópera prima con apenas 21 años (Yo maté a mi madre en 2009) estaba claro que este canadiense tenía algo. En su batidora de genio moderno e insultantemente joven cabían referencias tan diversas e inconexas que muchos se apresuraron a compararle con Pedro Almodóvar, una afirmación de la que siempre ha intentado escapar y a la que dedica un chiste en su nuevo filme, Matthias & Maxime, que se estrena este viernes en salas de cine y que él mismo protagoniza.
Es el primer filme importante que llega a las salas de cine tras su cierre por la crisis del coronavirus. Un tiempo en el que el joven realizador ha aprovechado para escribir. Su cabeza no deja de bullir, y en esta ocasión regresa a los orígenes tras su experiencia fallida en Hollywood para contar una historia de amor entre dos amigos que se besan rodando un corto y descubren que entre ellos hay algo más. Eso que llaman química. Una película que quiere escapar de etiquetas, entre ellas la de ‘película gay’ que tanto molesta a Dolan, que como director también ha tenido que soportar cientos de ellas. De todo ello habla en esta entrevista concedida a EL ESPAÑOL.
Cuando la película se estrenó en Cannes, el año pasado, dijiste que no se trataba de una "película gay", ¿por qué cree que la gente todavía usa estas etiquetas para hablar de una película? ¿Cómo definiría 'Matthias & Maxime'?
Lo defino como una historia de amistad y amor, pero la gente siempre siente la necesidad de etiquetar y encasillar todo lo que no sea heteronormativo. Para ellos, cualquier noción que se salga de ese límite se considera una anomalía. Pero, francamente, ya no me importa. No quiero que me molesten más con la etiqueta que la gente pone a mi trabajo o mis películas. Si puedes ver esta película e identificarte y relacionarte con ella, seas quien seas, sea cual sea tu identidad o sexualidad, entonces te lo agradeceré.
Los amigos de la película son un grupo de mente abierta, modernos... pero, incluso en este contexto, es traumático para los dos protagonistas contar que se besaron. ¿Cree que estas cosas están cambiando en la actualidad?
¡Claro que lo creo! Están cambiando, pero en un ambiente ‘educado’, y con educado no me refiero a erudito, me refiero a educado en temas de identidad, en nociones de identidad. Creo que la educación es fundamental para comprender las posibilidades, las libertades de la sexualidad y el género. Pero eso no viene necesariamente con la escuela. A muchas personas se les enseña odio e intolerancia a lo largo de su viaje académico. La educación de la que hablo creo que solo te la puede dar las personas queer, el contenido queer o los defensores de lo queer, y a veces, no hay ninguno de ellos a tu alrededor.
En el último año hemos hablado mucho sobre la importancia de tener referentes en las películas. Mujeres empoderadas, referentes LGTB ... ¿Cree que su cine es importante de esta manera?
Nunca pienso en mi cine como algo importante para determinadas causas o movimientos. Pero me gusta pensar que es importante para las personas, que podrían encontrar en mis películas una imagen más verdadera de sí mismos o de su familia que en otras obras. Si eso es lo que quieres decir con importante, entonces, sí, creo que algunas de mis películas pueden ser importantes para algunas personas.
A muchas personas se les enseña odio e intolerancia a lo largo de su viaje académico. La educación de la que hablo creo que solo te la puede dar las personas queer
Desde que llegó a la industria del cine, la prensa le ha puesto en muchas etiquetas: "niño prodigio", "enfant terrible" ... ¿Cómo ha vivido estos años con todas estas etiquetas? ¿Es difícil para un joven cineasta leer lo que la prensa cuenta sobre usted y sus películas?
Sí, es difícil. Quieres complacer a la gente, enfrentarte a las críticas hacia tu trabajo anterior en tu nuevo trabajo. Pero también quieres mantenerte fiel a ti mismo y crecer al mismo tiempo. Y todas estas cosas son difíciles de equilibrar. Mentiría si dijera que no pensé sobre eso cuando estaba haciendo mis películas. En cada punto de inflexión, en cada momento, cada elección, estaban en la parte posterior de mi cabeza diciendo ‘¿Qué pensarán ellos?’ Pero al final, lo hago por mí. ¿Qué es lo que me gustaría?, ¿qué es lo que yo pensaría si viera esto?, ¿hacia dónde me gustaría ir después? Porque la gente siempre te dice que te renueves y cambies. Y cuando lo haces, se preguntan por qué lo has hecho. Y cuando no lo haces, se preguntan por qué no lo has hecho. A algunos les gusta, a otros no. Así que, mientras sienta que he progresado y que he ido a algún lugar nuevo de alguna forma... eso es lo que me importa ahora.
¿Qué opina de la pelea actual sobre dónde deben estrenarse las películas, si en plataformas como Netflix o en salas?
Creo que las plataformas son el futuro, claramente. Especialmente ahora, con la pandemia, pero no puedo concebir, no puedo amar y no puedo creer en un mundo sin salas de cine. Donde compartimos emociones, risas y entretenimiento juntos. Las películas son más grandes que la vida, y más grandes que el iPhone y que las pantallas de plasma de mierda y demasiado caras.
¿Cómo ha vivido toda esta crisis del coronavirus? Muchos artistas han dicho que han escrito muchas cosas en estos meses. ¿Cree que esta crisis es un buen momento para ser creativo?
¡Claro que sí! Yo mismo he escrito mucho. Toda una miniserie. Es extraño decir que ha sido un momento muy creativo para mí dada la crisis mundial que se desarrollaba en ese momento. Pero sí, ha sido un momento inspirador.