“2020, el año que cerraron los cines”. Así de pesimista se manifestaba Fernando Trueba. Lo hacía en la clausura del Festival de Cine de San Sebastián en una charla con este periódico. Presentaba su último filme, la adaptación de la hermosa novela de Héctor Abad Faciolince El olvido que seremos. El director valoraba el estado de las salas y creía que el cine como lo conocíamos tenía los días contados. De momento, las salas han resistido al año maldito, en el que el coronavirus las puso contra las cuerdas. De hecho, su película se estrena en marzo en nuestro país.
Precisamente es marzo la fecha que pone como punto de inflexión otra persona que conoce a la industria de la producción, exhibición y distribución mejor que nadie. Se trata de Enrique González Macho, fundador de la extinta Alta Films, de los cines Renoir y expresidente de la Academia de Cine que en la presentación de sus novelas dejaba claro que "si esto sigue así, no habrá quien lo aguante".
Lo dice alguien que ha trabajado más de 50 años en todos los campos de una industria que ve agonizar. "Estamos cubriendo entre el 18 y el 30% del coste de tener los cines abiertos, la gente aguanta porque el año pasado fue el mejor de los últimos 15 y todos teníamos una reserva. Pero lo digo claramente, si esto en marzo no ha levantado, apago y vámonos, no habrá para pagar las nóminas del mes siguiente", zanjaba sin tapujos.
Los datos no son optimistas. Aunque los cines abrían tras el confinamiento general, la segunda ola y las medidas de las comunidades con cierres de salas en Cataluña o Andalucía hicieron que los estrenos no llegaran y la gente no se animara a acudir. El informe de 2020 es desolador con el peor dato de taquilla de la historia. Tras varios años de crecimiento en el número de espectadores a salas de cine y tras alcanzar el mejor resultado de la última década en 2019 con más de 105 millones de espectadores, los cines han sufrido pérdidas en taquilla de 446 millones comparado con el ejercicio anterior, lo que supone un descenso del 72%. De esta forma, la taquilla cierra el año con un total de 169,7 millones de euros de recaudación y 28,2 millones de espectadores en 2020
Por si esto fuera poco, una noticia alteraba el poco optimismo que podía haber. Warner, una de los estudios más poderosos de Hollywood y uno de los pocos que han apoyado a las salas manteniendo estrenos como Tenet, Las brujas o Wonder Woman, dinamitaba el tablero anunciando que en 2021 todos sus taquillazos llegarían en salas y en plataformas de forma simultánea en EEUU. Los exhibidores se ponían en alerta. La protección a las ventanas era fundamental para asegurar que la gente volviera a la gran pantalla después de haberse acostumbrado al contenido online durante meses. La empresa se defendía diciendo que era sólo una decisión temporal durante un curso en el que no esperan que vuelva la normalidad, pero como decía en este medio la especialista Elena Neira, era muy “inocente pensar que esa decisión va a ser temporal”.
Este sector ha sobrevivido a todas las crisis en sus ciento y pico años de vida. Ha sobrevivido a guerras mundiales, a crisis, a la llegada de la televisión... sobreviviremos a esto
También los directores se han quejado. Christopher Nolan atacaba al estudio que le ha producido sus últimos filmes y argumentaba que habían traicionado también a los creadores con una decisión unilateral. La misma que mantenía Dennis Villeneuve, realizador que tiene con ellos Dune, la gran apuesta de 2020 que se ha retrasado a 2021 y que decía, sin paños calientes, que esa decisión “mataba las posibilidades de hacer una franquicia”. Parece que Dune puede ser la excepción de Warner que, de momento, mantiene ese estreno simultáneo con otros futuros taquillazos como Matrix 4. Más tranquilos les dejó las noticias de Disney poco después, que aseguró que sus grandes estrenos irán a salas. Viuda Negra, Luca, los futuros pelotazos de Marvel, películas de Star Wars… todo dando prioridad, por el momento, a la primera ventana.
En una entrevista con EL ESPAÑOL, Fernando Évole, country manager de Cine Yelmo, y vicepresidente de la Federación de Entidades de Empresarios de Cine de España (FECE), confirmaba la situación complicada de los cines, asegurando que hacía falta “alrededor de 40 millones o 50 millones de euros en ayudas directas para aguantar y que no se derrumbe el sector”, pero mostrando seguridad en que los cines sobrevivirán: “Este sector ha sobrevivido a todas las crisis en sus ciento y pico años de vida. Ha sobrevivido a guerras mundiales, a crisis, a la llegada de la televisión, del VHS, del DVD, del streaming... sobrevivimos a eso y sobreviviremos a esto, porque la experiencia, la magia del cine, es insustituible”.
Por supuesto, desde Yelmo siguen apostando por el “cine como primera ventana de explotación para una película”. “Para que una película sea grande, para que sea una película de cine, tiene que pasar por las salas. A partir de ahí, lo que parece que está sucediendo, es que va a haber una serie de diferencias en función del tipo de películas, del mercado, de la época del año… y habrá diferentes tipos de acuerdos respecto a la ventana. Pensar que hay una ventana única y un tiempo único que sirve para todas las películas, todos los territorios y todas las empresas, no tiene sentido”, zanjaba. Comienzan 365 días cruciales, de máxima alarma, pero también de máximo optimismo. El cine necesita este año nuevo para resucitar.