2021 está siendo el año de Mario Casas. El actor siempre ha dejado claro que es un ‘currante’, que se deja la piel en cada papel y que tiene ganas de crecer y mejorar. Este ha sido el de su consagración, con ese merecido premio Goya por No matarás que también es el galardón a la constancia. En plena pandemia, Casas llegó a estrenar tres películas y hace poco la serie El inocente. En todas apostaba por papeles más serios, más adultos. Cambios de registro para que el público viera otras facetas suyas que hasta ahora no había visto.
Para seguir su año triunfal, Mario Casas es el protagonista del nuevo anuncio de Estrella Damm, un clásico que siempre da el pistoletazo de salida al verano, y que en esta ocasión apuesta por el verso para poner de manifiesto que la cultura también es fundamental en nuestra manera de vivir. Desde el espectacular mar de Cala Turqueta, en Menorca, le acompañan Mireia Oriol, Joan Amargós, Laia Manzanares, Nao Albet, Pep Cruz, Mònica López, Tamara Ndong, Daniel Ibáñez y Rigoberta Bandini quien, además, es la autora del temazo A ver qué pasa, que pone la nota musical. Amor a primera vista es el nombre de este trabajo que vuelve a concienciar sobre la emergencia ecológica a la que está expuesta el Mediterráneo y nuestra capacidad para revertir la situación.
Mario Casas se ha tomado este anuncio con la misma seriedad. “Como un trabajo más, hay que hacerlo lo mejor posible. Es publicidad, pero echas lo mismo 14 o 15 horas de grabación, y hubo bastantes jornadas de rodaje. Hay que hacerlo siempre lo mejor posible y trabajarlo como si fuera una película”, cuenta a este periódico. Es la primera vez que se enfrenta al verso, y considera que ha sido una experiencia “divertida”. “Hay un punto de comedia en ese verso, pero había que trabajarlo bien, porque es delicado. Tenía que tener un punto de frescura, de naturalidad, que no fuera un verso teatral”, añade.
Mario Casas espera que también este anuncio sea el punto de inicio para unas vacaciones que se aproximen a la antigua normalidad, y cree que vamos “hacia un lugar más favorable, crucemos los dedos para que el anuncio sea ese pistoletazo. Mi texto en el anuncio habla de eso, sobre disfrutar, sobre el verano, ojalá nos vaya mejor y poco a poco volvamos a la normalidad real, yo intento ser siempre optimista”.
Aunque en este año no hayamos dejado de verle, confiesa que desde que acabó de rodar El inocente hará hace un año, sólo ha tenido este anuncio: “Llevo nueve meses sin rodar, pero se juntaron dos pelis, una serie. Desde fuera se tiene otra sensación, aunque yo intento seguir trabajando en estos meses leyendo guiones y tengo proyectos más adelante, algo que va a ser muy especial para mí, y que no he hecho. Esto enfocado en eso, pero mientras intento escribir y seguir formándome. Viendo cine, leyendo…”.
Mirando al futuro sí que me encantaría contar una historia mía, juntar a un equipo que conoces y en el que confías y sumergirme con actores
Menciona el verbo escribir, y es que no descarta que en algún momento él cuente sus propias historias. “Creo que la capacidad que podemos tener los actores es que hemos visto rodajes desde hace 20 años, y siempre detrás de as cámaras he visto cómo trabajan directores más técnicos, otros que delegan más y que son más de actores… mirando al futuro sí que me encantaría contar una historia mía, juntar a un equipo que conoces y en el que confías y sumergirme con actores, que creo que es lo que podría aportar. Tiene que ser bestial probarlo, el poder contar tus historias”, asegura.
Este año logró su primer Goya en su primera nominación, y se acordó de aquellas películas como Tres metros sobre el cielo, que le colocaron como ídolo adolescente pero alejado de la crítica. Nunca se avergüenza de ellas y las reivindica siempre: “siempre reivindico eso, primero porque me parecería un error o una falta de respeto no reivindicar o no luchar por un trabajo que has hecho. A lo mejor el proyecto no salió bien, o no tuvo éxito, pero detrás hay un equipo, actores, productores que luchan durante años, caras no visibles que luchan por sacar un sueño".
"Renegar de un trabajo me parece una falta de respeto; y después al público, porque quien me da la oportunidad es el público, y si una película fue un detonante para mí fue Tres metros sobre el cielo, porque los actores de televisión estábamos empezando a meternos en el cine, y que funcione esa película hace que me den la oportunidad directores como Alberto Rodríguez o Álex de la Iglesia. ¡Cómo no voy a reivindicarlo! Si el público deja de verte, no vas a seguir trabajando, llegará otro que te suplantará porque tiene más éxito, y para mí es súper importante y lo seguiré diciendo y lo seguiré agradeciendo”, añade.
Al Goya le da la justa importancia. De hecho, está en casa de sus padres. “No soy de colocar premios en mi casa, pero tengo un cuarto en casa de mis padres con todos. Me da un poco de reparo. Al final lo bonito es el momento, la incertidumbre, pero al final te lo recuerdan en las entrevistas, porque los premios son algo secundario que no te van a traer más trabajo”, opina Mario Casas, un actor que nunca se olvida de sus inicios, y que sigue trabajando como si fuera su primer día.
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