Los Goya de este año tenían un as guardado en la manga. Tras una edición telemática, marcada por los zooms, por la sobriedad y la pandemia, la Academia de Cine consiguió devolver algo parecido a la antigua normalidad. Y para celebrarlo anunció que, este año, por primera vez, se entregará un Goya honorífico internacional. Para inaugurar el galardón se escogió a Cate Blanchett, que justo se encuentra preparando la primera película en inglés de Pedro Almodóvar, Manual para mujeres de la limpieza, la adaptación del libro de Lucía Berlín que también producirá.
Blanchett atendió a la prensa en el Palau de les Arts, imponente construcción de Calatrava donde esta noche se celebrará la gala y un laberinto logístico de ascensores, pasillos y escaleras. La actriz apareció con un traje de chaqueta y zapatillas, toda una declaración de intenciones, y ofreció una escueta pero generosa rueda de prensa en la que dio las gracias "a Mariano y a todos en los Goya".
Explicó que "cuando me llamaron me sentí honrada de recibir este premio". "Me quedé sin palabras, porque el cine español ha sido una gran influencia para mí. Obviamente Almodóvar, Amenábar y los hispano hablantes, Lucrecia Martel, Cuarón, Del Toro, han estado siempre en mi mente creativa", dijo la actriz derrochando amabilidad.
Muchas de las preguntas giraron en torno a Almodóvar, del que contó que le conoce desde hace "20 años y llevamos mucho hablando de hacer algo juntos, y este proyecto es una delicia y nos apasiona a los dos, y cuando esto ocurre y se crea esta sinergia, que no es lo habitual, hay que aprovecharlo. No es trabajar sólo con una persona, sino trabajar con una cultura del cine que me permite entrar en el universo de Pedro. Ayer ya hemos empezado a hablar y trabajar".
La obra de Pedro Almodóvar siempre ha estado "en su mente creativa" y ha confesado que hubo otro proyecto que no terminó de cuajar y que cree que ahora "es el momento". También dio las que, para ella, son las claves de Almodóvar como cineasta, y es que "es un guionista increíble, es un autor". "No he leído un guion como este. Todo parte de los relatos de Lucia Berlín, pero hay muchas formas de acercarse a este material, y como lo ha hecho él es muy particular y profundiza sobre las adicciones, sobre las relaciones adictivas y sobre el abuso de sustancias".
Para Blanchett, este Goya significa mucho. "Tengo una edad para poder decir que tengo una carrera, y espero que me lleve todavía en muchas direcciones. Es muy fácil pensar que una carrera creativa es una línea recta, pero el camino creativo esta lleno de desviaciones aleatorias, y cuando una antepone el aplauso, cuando lo coloca como el tope de la experiencia e ignora lo que supone hacer el trabajo, eso es muy peligroso. Yo vengo de Australia, donde la industria del cine es pequeña pero potente y estar en Valencia, recibiendo un premio de la Academia de Cine de España es muy importante, porque quiere decir que lo que hago toca a una cultura diferente y eso me satisface".
Nos encontramos con movimientos sociales que hay que incluirlos, y esa inclusión tiene que ser a todos los niveles. Si una academia no entiende estos conceptos y no mira al futuro, será irrelevante
Una carrera que también ha estado en las tablas, lugar donde la actriz ha confesado que se siente más llena: "El teatro es como una droga, es donde tienes una conexión más directa y sin adulterar con el público. En estos años de pandemia todos hemos echado de menos ir a una sala de cine, al teatro, tener esa experiencia común creativa, igual que ir a bailar, lo hemos echado de menos". Por eso ha pedido defender las salas de cine, que cree que ya estaban amenazadas desde antes de la pandemia, "pensaba que cuando saliéramos de esto íbamos a tener muchas ganas de reunirnos en aquellos espacios oscuros donde compartimos una experiencia que nos llena junto a personas que no conocemos, pero no pierdo la esperanza".
No quiere ser ingenua, y es "consciente de lo que ha pasado en estos 18 meses en los que la mayor parte de nosotros hemos estado consumiendo en plataformas y eso ha tenido un efecto y no sólo me preocupa en la industria creativa, sino que en cualquier sector los monopolios son siempre peligrosos". Pero también reconoce que "las plataformas han dado oportunidades a artistas y proyectos y eso es positivo". "Creo que el mensaje es que las obras deberían verse donde se han planteado que se vean. Cuando hablamos de creatividad hablamos de grandes ideas, y da igual el tamaño de la pantalla cuando las ideas son grandes, pero no podemos ser esclavos de un modelo serializado donde se pierde el valor de la historia y de los personajes".
También ha valorado la importancia en el contexto actual de las Academias y los Festivales, porque "ayudan a la experiencia cinematográfica y las academias son mucho más aparte de premios, hay un trabajo de apoyo a la industria que el público no tiende a ver y que esta ahí y es fundamental. Son mentores en un proceso que siempre mira al futuro. Tienen una responsabilidad de plantear el presente sin miedo al futuro. Nos encontramos con movimientos sociales como el Me too o el Black Lives Matter que hay que incluirlos, y esa inclusión tiene que ser a todos los niveles. Si una academia no entiende estos conceptos y no mira al futuro, será irrelevante".
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