James Cameron y Jon Landau saben que han pasado muchos años desde el estreno de Avatar. El director y el productor de la película más taquillera de la historia del cine son perfectamente conscientes de lo rápido que va el mundo (desde las navidades de 2009 Marvel ha estrenado más de 25 largometrajes) y han preparado algo extraordinario para el regreso a Pandora. “La gente dice: he visto una película. Quiero que cuando vean Avatar: El sentido del agua digan: he experimentado una película. Queremos que les merezca la pena salir de casa, contratar un canguro o pagar un aparcamiento”.
Landau, ganador del Oscar como productor Titanic, ha visitado Madrid para presentar un exclusivo avance de las primeras imágenes de Avatar. El sentido del agua ante más de un centenar de invitados, entre periodistas, influencers y profesionales de la industria. Todavía faltan tres meses para que la superproducción llegue a los cines el próximo 16 de diciembre. El primer aperitivo de la secuela, una serie de secuencias independientes que se acercan a los 15 minutos de duración, ha dejado claro que la larga espera no será en balde.
Un estricto embargo impide entrar en detalles argumentales para proteger la experiencia de los espectadores que tendrán que esperar hasta las próximas navidades para ver el regreso de Jake Sully y Neitiry. Afortunadamente, Landau, un embajador inmejorable para el regreso de Pandora a los cines, adelantó algunas de las claves que rodean a la secuela de una película que recibió tres Oscar, recaudó más de 2.800 millones de euros en las salas y devolvió a la industria una tecnología en desuso: las tres dimensiones.
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Si Avatar trajo la revolución del 3D, la secuela dejará en pañales a los anteriores intentos de Hollywood de retratar el mundo submarino. El agua, como promete el título, será el reclamo estrella de la película, tal y como han dejado claro las secuencias que se han visto en un evento diseñado para dejar a los espectadores con la boca abierta. Misión cumplida. Las escenas ambientadas bajo el agua despiertan en la audiencia un sentido de la maravilla que recuerda a la primera vez que vimos Pandora.
“Una película tiene que ser un poco provocativa sin caer en el sermón”, explica Landau. La segunda entrega de Avatar volverá a tener un mensaje ecológico en el centro de su historia. “Nuestros océanos son el 80% de nuestro mundo. Nuestro cuerpo está compuesto en un 80% por agua. Esta es una historia sobre el agua y sobre su belleza”.
El otro elemento narrativo principal de El sentido del agua, como avanzaba el tráiler, es la familia: la biológica y la escogida. “Queremos explorar esas elecciones a la hora de crear una familia, y capturar la importancia que eso tiene en nuestro mundo”. En este primer avance se ha podido ver a la descendencia de los personajes que conocimos en la película original, introduciendo un elemento de rebeldía y angustia adolescente que ayudará a conectar con las audiencias más jóvenes que no han visto la cinta original en cines (podrán hacerlo, eso sí, a partir del 30 de septiembre con una copia restaurada y en 4K).
También se ha visto brevemente en las imágenes a Kate Winslet, que volverá a aparecer en una película de Cameron 25 años después del estreno de Titanic. Aunque sigue siendo un misterio cuál será la función de su personaje en esta expansión de la mitología de Pandora, un par de minutos es suficiente para dejar caer que el espíritu combativo de Rose DeWitt Bukater sigue vivo en su reencuentro con Cameron.
La actriz británica, en una de sus raras incursiones en el terreno del blockbuster, ha descubierto las posibilidades de una de las nuevas innovaciones tecnológicas de la producción. En la secuela de Avatar se han usado dos cámaras de alta definición para capturar las interpretaciones de los actores bajo el agua. En la película original se usó solo una.
“Nunca se ha hecho antes lo que hemos hecho bajo el agua. Los actores se encontraban con dispositivos bajo el agua haciendo esos movimientos para que fuera lo más auténtico posible. A pesar de la importancia del espectáculo y la magnitud de lo que podemos mostrar en pantalla, las películas se hacen en los primeros planos”.
¿Estreno en casa? Espera sentado
“Si la gente quiere ver la película en sus dispositivos, no van a poder hacerlo durante bastante tiempo”. El centenar de asistentes al evento estallaron en aplausos cuando Landau confirmó que la producción retrasará todo lo posible la llegada a streaming de la película. “No vamos a estar ni 15, ni 20, ni 30 días más tarde. Esta película se ha hecho para la gran pantalla, es un compromiso que alcanzamos con nuestros socios de Disney, y ellos lo apoyan y lo entienden”.
Se desconoce por el momento cuál será la estrategia de lanzamiento de una empresa que tiene la política de incorporar sus películas a Disney+ 45 días después del estreno en salas. La sensación, no confirmada, es que El sentido del agua seguirá la estrategia marcada por Top Gun: Maverick. Bajo presiones de Tom Cruise, la tardía secuela del clásico de Tony Scott retrasó durante semanas su llegada al streaming con resultados extraordinarios en la taquilla. “[Necesitamos] las conversaciones que se tienen en los pasillos el fin de semana del estreno. Eso no los tienes cuando la gente ve de forma individual las películas. Queremos utilizar esta película para recordar a la gente lo increíble que puede ser la experiencia de ir al cine”.
Cualquiera que haya visto la primera película de Avatar en su casa y en cines es consciente de la diferencia de ambas experiencias audiovisuales. Es el caso de los subtítulos, por ejemplo. En El sentido del agua no son como los que puedes ver en cualquier película. “Queremos poner los subtítulos en el lugar perfecto para poder disfrutar los momentos más dramáticos sin perderse nada. Eso es algo que solamente se consigue en el cine”.
Avatar: El sentido del agua será la primera superproducción de Hollywood que aumenta el número de fotogramas por segundo desde que Peter Jackson experimentara con él, con resultados dispares, en la trilogía de El hobbit. Cameron ha decidido reservarse el uso de la tecnología, ya más asentada con el paso de los años, para momentos puntuales en el esperado regreso de los na’vi. “Cuando presentamos estas películas estamos creando una ventana a un mundo, no queremos que te limites a ver un mundo desde una ventana. Este tipo de 3D nos permite crear una imagen que se parece más a lo que vemos en la vida”, defiende Landau.
El objetivo es mejorar la experiencia de visionado del espectador, solo cuando sea necesario: los primeros planos de las secuelas no estarán grabados a mayor velocidad, pero los movimientos de los personajes quedan registrados de forma más fluida e inmersiva a 48 fotogramas por segundo. Incluso los que miraban con suspicacia a esta técnica después de su fallida aplicación en la adaptación de Tolkien, tendrán que dejar sus peores sospechas en la puerta del cine. Una espectacular secuencia de acción nocturna ha despejado las comprensibles dudas.
Landau es consciente de que no todos los cines están necesariamente preparados para las innovaciones tecnológicas que han preparado desde el equipo de WETA. “Nos gustaría que todos los cines pusieran niveles más altos de luz, con fotogramas más rápidos y rangos más dinámicos”, admite el oscarizado productor. Para asegurarse de que la experiencia del espectador es lo mejor posible, Disney creará una base de datos en las que el equipo de Avatar puede comprobar las características de cada sala, desde el tamaño de la sala al sistema de sonido. Cada cine recibirá copias distintas que se ajustarán a sus mejores capacidades. “Queremos utilizar esta película para recordar a la gente lo increíble que puede ser la experiencia de ir al cine”.