Penélope Cruz se muestra cautelosa cuando le preguntan por la Ley Trans que se debate estos días en el Congreso y que permanece a la espera de ser aprobada mientras la derecha se muestra en contra y la izquierda no se pone de acuerdo en sus términos. A lo largo de su carrera, la actriz ha elegido con cuidado las batallas en las que se metía. Esta vez es más difícil evitar ciertas preguntas: hoy se estrena en cines su última película, L’Immensità, la historia de un niño trans en la Italia de los años 70 y una madre que se esconde en el mundo de sus hijos para huir de un marido infiel y violento.
“He estado leyendo últimamente mucho sobre la ley. Es complejo y es normal que haya tiempos para definir todo correctamente, pero me alegra que esté en marcha y espero que se pueda aprobar pronto. Hay que tomar los tiempos para definir cosas tan delicadas como el tema de las edades, por ejemplo”, defiende la ganadora del Oscar por Vicky Cristina Barcelona. “Es tan complejo el tema que lo que no voy a hacer tampoco es opinar en lo que han dicho otras personas”, responde en referencia a las controvertidas declaraciones de la exvicepresidenta Carmen Calvo al diario El Mundo en las que dijo que “la ley Trans puede destrozar toda la legislación de igualdad".
Penélope hace entonces referencia a la educación que le dieron sus padres, basada en los valores y el respeto. “No lo concibo de otra manera. Creo que hay que ver a alguien por quien es, reconocer eso y respetarlo”, zanja antes de centrarse en la tercera y última película que estrenará este año.
[Penélope Cruz: "La fragilidad de un desahucio no es algo desconocido o extraño para mí"]
L’Immensità lleva al espectador a la Roma de los años 70, donde se encontrará a la actriz cantando y bailando Rumore, de la tristemente desaparecida Raffaella Carrà. Clara y Felice acaban de mudarse a un piso nuevo. Su matrimonio está acabado: la pareja no se ama, pero son incapaces de separarse. Lo único que los mantiene unidos son sus hijos, en los que Clara vuelca su deseo de libertad. Adriana, la mayor, rechaza a sus 12 años su nombre y su identidad. Su obstinación amenaza involuntariamente el frágil equilibrio familiar.
Cruz lamenta desde Madrid, donde se encuentra con SERIES & MÁS para hablar de su último trabajo, que haya tantas personas en la misma situación que la protagonista de L’Immensità. “Ni siquiera pueden sentirse cómodos para compartir cómo se sienten con su propia familia. Eso lo ves en la película y te rompe el corazón, pero [50 años después de la época en la que se ambienta la historia] eso no ha cambiado tanto. Todavía hay millones de casos en situaciones así”.
El director Emanuele Crialese salió del armario como hombre trans durante la presentación de su última película en el Festival de Venecia. Penélope no descubrió el matiz autobiográfico del proyecto hasta después de leer el guion y aceptar la oferta del director de Terraferma. “La primera conversación sobre eso fue muy natural, no sé si fue en la segunda o tercera cita. Emanuele tiene toda la credibilidad para escribir una historia así. Lo hace desde un lugar de tanta verdad, tanto respeto y tanta belleza que inspira algo muy necesario y muy profundo”, cuenta la actriz semanas después de una revelación que se produjo antes de la victoria de la extrema derecha en las elecciones italianas.
No todo lo que el espectador se encontrará en la película italiana sucedió de verdad, “pero muchas cosas sí”. Hasta el estreno de la película, según Penélope, “Emanuele se preguntaba cuál iba a ser la reacción de su madre cuando viera la película. Tanto él como la familia entera han sido muy generosos. Creo que es una artista increíble y para mí ha sido muy importante ser parte de una película así”, explica antes de insistir en que “no vivió con presión” tener que hacer justicia a la madre del cineasta transalpino. En 2018 ya interpretó al alter ego en la ficción de la madre de otro de sus directores en Dolor y gloria.
Emanuele se preguntaba cuál iba a ser la reacción de su madre cuando viera la película. Tanto él como la familia entera han sido muy generosos
Pocas actrices han retratado tantas veces y de formas tan diferentes la maternidad en el cine. “Lo que pueden tener en común estas mujeres es que muchas de ellas están en situaciones muy extremas y de mucho sufrimiento que las llevan a intentar escapar de esa situación donde no pueden ser ellas mismas”, teoriza Penélope en referencia a la relación entre Clara y las otras matriarcas a las que ha dado vida desde su primera colaboración con el manchego en Carne trémula, hace ya 25 años. “Son puras supervivientes y esta también es así”.
El marido en la ficción de Clara dice que su mujer está loca. La encargada de interpretarla no comparte esa visión. “Es alguien que está sometido a un estrés diario que le está volviendo loca y que le hace entrar en una depresión profunda. No puede soportar más ver como ese padre no puede ver a su hija por quien es o el trato que recibe de él. Todo eso fue lo que más me impresionó del guion. No está loca, es alguien que está intentando sacar fuerzas de donde no tiene, como muchísimas mujeres en esa situación”, reivindica.
La actriz lamenta la situación en la sociedad actual de las víctimas de la violencia de género, otra de las problemáticas que aborda su última película. “Nos imaginamos lo difícil que debe ser hablar o buscar ayuda en una situación así. Cuando lo hacen, muchas de ellas no encuentran una protección necesaria. Y a los dos días igual ya no están. Alguien me decía que esto había cambiado, pero no sé si ha cambiado incluso a peor”, sentencia, pesimista, la intérprete de 48 años.
Con L’Immensità vuelve a un país, Italia, que ha marcado casi tanto su carrera como Hollywood. “Siempre me reciben con los brazos abiertos y me han hecho siempre sentir como una segunda casa”, admite. Ahí nacieron Anna Magnani y Sophia Loren, los mitos del cine con los que la han comparado una y otra vez, desde su inseparable Almodovar hasta el propio Crialese. En Venecia recibió la Copa Volpi por Madres paralelas. Ha rodado tres veces en su lengua. La primera de ellas, No te muevas, ayudó a cambiar su percepción fuera de España antes del estreno de Volver, su primera nominación al Oscar.
“Cuando se enteraron de que una española iba a hacer el personaje de 'No te muevas', me paraban por la calle y me decían: 'Confiamos, pero no puedes fallar en esto'
“Cuando se enteraron de que una española iba a hacer el personaje de No te muevas, me paraban por la calle y me decían: ‘Confiamos, pero no puedes fallar en esto, porque Italia [el nombre de la protagonista de la novela de Margaret Mazzantini y la posterior adaptación de Sergio Castellitto] para nosotros es algo muy importante’. Ese libro había revolucionado la vida de muchas personas, también la mía”, confiesa, todavía agradecida por la película que ganó el David Di Donatello [el Goya italiano] que antes solo había recibido otra compatriota, Ángela Molina. “Viví todo el proceso con muchísima presión, pero me dejé la piel. Tenía que perder el acento español para interpretar a una italiana que se llamaba Italia”. Penélope no podía fallar, y no falló.
Sus compromisos promocionales con L'immensità deberían ser el punto final a un 2022 muy intenso para la de Alcobendas. El año empezó con el estreno de la película de acción Agentes 355 (la película de acción que rodó con Jessica Chastain, Diane Kruger y Lupita Nyong’o antes de la pandemia), la histórica candidatura al Oscar por Madres paralelas y el estreno en España de la comedia Competencia Oficial.
Después del verano, Penélope Cruz ha encadenado sus obligaciones por el Premio Nacional de Cinematografía (que donó íntegramente a servicios sociales) con la llegada a los cines -con visita incluida a los festivales de Venecia y San Sebastián- de sus colaboraciones con Juan Diego Botto y Emanuele Crialese.
Su siguiente proyecto la ha llevado otra vez a Italia: Ferrari, la película sobre el fundador de la legendaria marca de automóviles que ha protagonizado junto a Adam Driver. Interpreta a Laura Ferrari. “Hemos rodado durante el verano y he salido fascinada con la energía y la vitalidad de Michael Mann. Es de otro planeta”, dice del director de Heat y El dilema, que en 2023 volverá a los cines nueve años después del estreno de su última película. “No le alcanza nadie en el set. Nadie, ni un cámara de 30 años ni un actor de 15. Es impresionante”.
A la actriz le gusta compaginar películas grandes y pequeñas, aunque reconoce que “he hecho muchos dramas en los últimos años” porque “se escriben menos comedias y siempre estoy buscando”. Tampoco hace muchas películas grandes de estudio, insiste, a pesar de tener experiencias “tan positivas” como su participación en la cuarta aventura de Piratas del Caribe.
“Ser parte de esa saga te hace llegar a otras edades también. También es importante poder hacer películas que también puedan parecer disfrutar niños y adolescentes”, reivindica. Penélope pone de ejemplo la figura de Victoria Alonso, una de las jefas de Marvel Studios. “Mira la pasión que ha tenido por Argentina, 1985 y lo que está moviendo con esa película. Es una mujer increíble y es muy interesante que pueda estar haciendo las dos cosas”.
[Hacer películas sociales] no es una estrategia, es una manera natural de elegir proyectos que me mueven algo por dentro
La actriz y productora (su debut en la dirección sigue en el horizonte) recuerda que nunca puedes saber cómo va a reaccionar el público o la crítica a lo que hagas, “pero por lo menos puedes ser honesto y abordar temas que te mueven a ti algo por dentro o que consideres importantes para este mundo que no sé por dónde va”, concluye con una preocupación por el futuro más inmediato de la que ya ha hecho gala en el pasado.