2022 ha sido un año histórico para el cine español. Críticos, profesionales y espectadores se han puesto de acuerdo a la hora de celebrar un año que empezó de forma prometedora con la selección en Sundance de Cerdita y el histórico Oso de Oro de Alcarràs, el primer triunfo de nuestra industria en uno de los grandes festivales internacionales -Berlín, Cannes y Venecia- en casi 40 años. No fue más que el principio. Cannes (con la primera participación a concurso de Albert Serra), Venecia, Toronto y hasta Karlovy Vary se rindieron ante una cosecha fantástica, en la que ha habido espacio tanto para las voces consagradas de la industria como para prometedores directoras como Alauda Ruiz de Azúa, Carlota Pereda y Elena López Riera.
Para hacer la lista de las 10 mejores películas españolas del año para la redacción de SERIES & MÁS, los tres periodistas de la redacción (Belén Prieto, Valentina Morilla y quien escribe estas líneas) ha seleccionado 10 títulos cada uno, otorgando 10 puntos a la primera posición, 9 a la segunda, y así sucesivamente, hasta 1 punto a la décima. La única condición es que se hayan presentado este año a los Goya, que el pasado 1 de diciembre anunciaba sus nominaciones. Más que nunca, en 2022 son todas las que están, pero no están todas las que son.
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10. 'En los márgenes' - 4 puntos
El debut en la dirección del versátil Juan Diego Botto causó reacciones encontradas desde su estreno en el Festival de Venecia. Sus defensores reivindicaban el trabajo de sus actores, la pasión detrás de la cámara y la importancia de que el cine español hablara por fin de una de las problemáticas más graves de la última década en la sociedad española. Sus detractores lamentaron que el actor y director quisiera hacer la película definitiva sobre el tema, incluyendo en sus tramas un sinfín de situaciones que pueden ser realistas pero no necesariamente verosímiles dentro de una película.
Unos y otros tienen razón, pero hay algo en la honestidad y la dignidad de la ópera prima de Botto que resulta reivindicable. El mayor problema de En los márgenes, y de buena parte del cine social contemporáneo, es que está hecha por y para gente que está de acuerdo en lo que denuncia. Afortunadamente, momentos como el enfrentamiento en la ficción entre el propio director y Penélope Cruz justificaban ya el precio de la entrada.
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09. 'Los renglones torcidos de Dios' - 5 puntos
Los lectores de Torcuato Luca de Tena han tenido que esperar más de 40 años para ver la adaptación de su obra más famosa, Los renglones torcidos de Dios, la historia sobre una mujer de clase alta que es ingresada en un hospital psiquiátrico. Mientras ella investiga la muerte de un paciente, los espectadores intentan responder a la gran pregunta de este thriller: ¿es Alice Gould quién dice ser, una investigadora privada que ha sido víctima de las manipulaciones de su marido, o una mujer con problemas mentales que se ha inventado una fuga a todos sus problemas?
Oriol Paulo consigue lo más difícil con su última película: capturar el espíritu de la obra de Luca de Tena sin renunciar al inconfundible, excesivo y artificial estilo de películas como Contratiempo, Durante la tormenta y El cuerpo. Bárbara Lennie es una fantástica elección para transmitir las contradicciones, el magnetismo y la presencia (ligeramente) perturbadora de Alice Gould. Después de años de thrillers impersonales y repetitivos, Los renglones torcidos de Dios es un divertimento que consagra a Paulo como la voz más auténtica del género en España.
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08. 'La piedad' - 6 puntos
La mayoría de los mortales tendrán que esperar hasta el 13 de enero para ver la segunda película como director de Eduardo Casanova. La prensa especializada y los asistentes al Festival de Sitges (y el prestigioso Karlovy Vary, donde recibió el Premio Especial del Jurado) ya han tenido la suerte de descubrir la fascinante historia de Mateo, un joven que vive con su madre, Libertad, en un mundo color de rosa, un microcosmos que tiene solo dos habitantes. El futuro de esta atípica pareja queda en el aire cuando uno de ellos es diagnosticado de cáncer.
La piedad es una de las grandes sorpresas del cine español en un año plagado de ellas. Casanova se mueve entre el exceso y el realismo, lo grotesco y lo hermoso, lo barroco y lo íntimo, para hablar de la tóxica dinámica de una madre y un hijo que no tienen nada más en la vida que a sí mismos. Incluso si no formas parte del club de defensores de la provocada y vacía Pieles, su segunda película es una arrebatadora declaración de intenciones de una voz necesaria y radical para el nuevo cine español. Que las espectaculares interpretaciones de Manel Llull y Ángela Molina se hayan quedado fuera de todos los premios del año debería ser, directamente, un pecado.
07. 'Un año, una noche' - 9 puntos
Isaki Lacuesta compitió por el Oso de Oro del Festival de Berlín por Un año, una noche, un impactante drama que parece por momentos una versión de Secretos de un matrimonio centrada en una pareja con estrés postraumático. Unos pletóricos Nahuel Pérez Biscayart y Noémie Merlant interpretan a dos supervivientes de los atentados de la sala Bataclan que hacen frente como pueden a su futuro como pareja y a sus diferentes formas de lidiar con la catástrofe que cambió para siempre sus vidas.
El director de Entre dos aguas brilla particularmente en el uso del montaje para jugar con los opuestos puntos de vista de la pareja y en su deconstrucción de los recuerdos como algo maleable e involuntariamente manipulable como forma de gestionar el duelo.
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06. 'Modelo 77' - 12 puntos
Modelo 77 es la enésima prueba del talento de la pareja formada por el director Alberto Rodríguez y el guionista Rafael Cobos para mezclar de forma orgánica la denuncia política con el thriller más comercial. "Este país es de los hijos de los dueños", lamenta en un momento de la película un estupendo Miguel Herrán que recuerda con su interpretación como Manuel, un joven que se niega a aceptar la tiranía de las autoridades carcelarias en la España de la transición, por qué la cámara se enamoró de él en A cambio de nada. La otra estrella de la función es un Jesús Carmona que completa con Apagón un brillante regreso a la primera línea de la industria.
Detrás de un trepidante thriller (dos horas en las que pasan cosas sin parar, muchas de ellas basadas en hechos reales) está un inspirado dardo al mito de la transición. El único pero que se le puede poner a esta historia inspirada por numerosas anécdotas reales de la época es que el cine de Rodríguez ya ha dejado de sorprender en su planteamiento. Si no está roto, no lo cambies, que dice el refrán.
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05. 'Mantícora' - 14 puntos
Carlos Vermut se lanza al vacío con la película más incómoda de su carrera. Palabras mayores para el responsable de títulos de culto como Diamond Flash y Magical Girl, un personalísimo director que se resarce con su último trabajo de la polarizada reacción que consiguió la que debería haber sido su consagración como una de las grandes esperanzas de nuestra cinematografía, Quién te cantará.
Mantícora es una mirada quirúrgica y empática a un tema tabú que apenas se ha explorado en la ficción, una historia de amor y monstruos construida alrededor de la sutil y matizada interpretación de un extraordinario Nacho Sánchez, la mejor interpretación masculina del cine español en 2022. A pesar de que este estudio de personaje es una de esas películas difíciles de recomendar, ningún amante del cine debería dejar escapar una de las obras más valientes y arriesgadas del año.
04. 'As bestas' - 16 puntos
Rodrigo Sorogoyen amenaza con aguarle la fiesta a Carla Simón en los Goya con el primer wéstern de su carrera y la película más madura del (casi) infalible tándem que forma junto a su coguionista, Isabel Peña. Con As bestas, la pareja vuelve a apostar por la tensión insoportable (quizás el punto y común de toda su obra) para contar una historia sobre invasores e invadidos, buenos y malos, locales e inmigrantes en la España vaciada.
As bestas en un relato que no tiene respuestas fáciles para las preguntas que lanza al espectador, como deja claro el espectacular plano secuencia que tira por tierra las conclusiones precipitadas a las que habían llegado tanto la audiencia como los propios personajes. Si hay una decisión audaz, arriesgada y trascendental en el planteamiento de la nominada a 17 a premios Goya, es su apuesta por un tercer acto que la mayoría de directores hubieran dejado en un simple y sucinto epílogo. Es ahí, en esos 40 minutos finales, donde la película se forja como una de las grandes joyas del otoño cinematográfico.
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03. 'La maternal' - 19 puntos
Pilar Palomero sigue explorando los lazos entre madres e hijas en su segunda película. La maña confirma con La maternal todo el talento que se intuía en su celebrada ópera prima, Las niñas: la sensibilidad para hablar de la adolescencia, una mirada sin juicio a la maternidad y la empatía en su acercamiento a la vida en los márgenes.
Las mejores compañeras de viaje de la directora son sus dos actrices protagonistas: una Ángela Cervantes que materializa todas las promesas de Chavalas y una arrolladora Carla Quílez que, a sus 14 años, nunca había actuado antes. Su Concha de Plata del Festival de San Sebastián hace justicia a un milagro de naturalidad y carisma que se luce en los momentos más importantes de La maternal, desde la escena en la que su personaje escucha por primera vez las historias de otras chicas que están en la misma situación al momento de unión y entendimiento con su propia madre mientras bailan juntas al ritmo de Estopa.
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02. 'Cinco lobitos' - 27 puntos
A simple vista, la ópera prima de Alauda Ruiz de Azúa parecía ser una continuación más naturalista de La hija oscura, la impactante ópera prima como directora de Maggie Gyllenhaal que destapa la cara oculta y amarga de la maternidad. Amaia no es una “mala madre”, como el complejo personaje que Olivia Colman humanizaba en la adaptación de la novela de Elena Ferrante, sino una víctima más de una sociedad en la que el reparto de los cuidados y la crianza sigue anclado en un sistema patriarcal.
Cinco lobitos elige ir más allá y convertir la travesía por el desierto de la madre primeriza que es su primer acto en un relato más ambicioso e igualmente identificable que habla sobre roles familiares y herencias generacionales. Gracias a las extraordinarias interpretaciones de su reparto (con unas fantásticas Laia Costa y Susi Sánchez a la cabeza) y su destreza para encontrar el difícil equilibrio entre la emoción y la contención, lo preciso y lo universal, es uno de los debuts más deslumbrantes del año. Dentro y fuera de España.
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01. 'Alcarràs' - 29 puntos
No es habitual asistir al nacimiento de una película con aroma de clásico instantáneo. Se pueden entender los paralelismos que algunos han trazado entre Alcarràs y la obra de Víctor Erice, pero la consagración de Carla Simón como una de las voces más personales y reconocibles del nuevo cine de europeo está por encima de comparaciones. El segundo trabajo de la barcelonesa es una versión en esteroides del potencial que dejaba entrever su ópera prima, Verano 1993.
Alcarràs es una de esas películas en las que parece que no está pasando nada cuando en realidad bajo la superficie subyace un relato de escala monumental que funciona a varios niveles. La película de Simón es al mismo tiempo un relato sobre las pérdidas de las tradiciones; una historia de denuncia contra los abusos de un sistema que ha dejado de lado a aquellos que ponen nuestros alimentos sobre la mesa; la crónica de una crisis familiar y de un modo de vida, y un choque de trenes entre tres generaciones con experiencias y expectativas distintas. Más que una película, Alcarràs es un milagro.
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