“Todo el mundo creía que era obvio que Avatar tuviera una segunda parte”, confiesa James Cameron en Londres durante una rueda de prensa que SERIES & MÁS siguió desde la capital británica, donde horas antes se celebraba la primera proyección pública en todo el mundo de la esperada Avatar: El sentido del agua, la tardía secuela de la película más taquillera de la historia. El director de Titanic recuerda entonces cómo Steven Spielberg decidió que la historia E.T., el extraterrestre que hace 40 años batió todos los récords de recaudación, se quedara ahí.
Cuando Cameron tomó la decisión en 2010 de volver a Pandora, el objetivo pasó a ser encontrar la forma de volver a dejar con la boca abierta a los espectadores que convirtieron a la película en un fenómeno que llenó las salas de cine durante meses. "Es importante que una secuela honre lo que a la gente le gustó la primera vez. Pero a su vez hay que desequilibrarles y hacer cosas que no esperan", adelanta alguien que sabe una o dos cosas sobre los gustos del gran público. “La historia y los personajes eran más simples la primera vez. Esta vez me inspiró el hecho de que tanto Zoe como Sam eran padres. Yo también tengo cinco hijos, por lo que queríamos entrar en la dinámica familiar y las responsabilidades de tener hijos”.
El director y guionista preparó material adicional para que sus actores entendieran lo que había pasado en los diez años que transcurren entre la primera y segunda parte. “Espero que a Jim no le importe que cuente esto. Me dio un guion de lo que hubiera sido Avatar 1.5, un texto que es increíble por sí mismo y que estaba lleno de detalles”, confiesa Sam Worthington, un actor que heredó el papel de Jake Sully después de que Matt Damon, la primera opción de Cameron, no pudiera aceptar una oferta que le hubiera reportado un 10% de los ingresos de Avatar (un estimado de 290 millones de dólares) por sus compromisos con la saga Bourne. “La mayoría de la gente se hubiera quedado en una historia de guerreros, pero Jim no es así”.
“Neytiri y yo hemos vivido vidas paralelas. Hay un nivel de valentía y rebeldía en mí que también tiene la propia Neytiri”, dice Zoe Saldaña sobre el personaje más memorable de la primera Avatar, una na’vi que encontraba el amor precisamente entre sus enemigos, los humanos que amenazan con conquistar Pandora. “En mi vida personal, cuando me convertí en madre, el miedo se apoderó de mí. Ese miedo a perder algo que amas te hace pasar mucho tiempo imaginando lo peor y creando esos escenarios hipotéticos e inimaginables. Cuando leí el guion, vi todo eso en Neytiri. Entonces no lo veía. Ahora sí”.
Cuenta la leyenda que después del complicado rodaje de Titanic, Kate Winslet prometió que solo volvería a trabajar con James Cameron a cambio de muchísimo dinero. 25 años después del estreno de la película más taquillera de la historia hasta el estreno de la propia Avatar, el director se ha reunido con Rose DeWitt Bukater. “Jim siempre ha escrito personajes de mujeres que no solo son fuertes, sino que también lideran con el corazón, con integridad, que se mantienen firmes en su verdad y son dueñas de su poder. Ser parte de eso otra vez es genial”, celebra la actriz, que interpreta a una protectora madre na’vi en El sentido del agua.
La inglesa ya conocía de antemano los legendarios niveles de exigencia de James Cameron. La ganadora del Oscar por El lector se convirtió en el miembro del reparto que más tiempo aguantaba bajo el agua, llegando a un récord de 7 minutos y 15 segundos. Casi nada. “Sigo cabreado. Llevo buceando 50 años de mi vida y tú nos superaste. A mí y a todos los demás”, bromea su director. “Tengo un vídeo del momento en que salí del agua porque mi marido lo grabó sin permiso. Le había pedido que no viniera al rodaje para no sentir más presión. Cuando salgo, se me ve preguntado: ‘¿Estoy muerta? ¿Estoy muerta? ¿Estoy muerta?’, justo antes de preguntar qué tiempo había hecho. Con 6 minutos y 30 segundos, Sigourney Weaver fue el miembro del reparto que más cerca se quedó de Winslet.
Cameron decidió que quería recuperar a algunos de los actores que interpretaban a personajes que murieron en la anterior película. Han pasado más de treinta años de la primera colaboración entre el director y Sigourney Weaver, a la que llevó a su primera nominación al Oscar con la mítica Aliens. El regreso. Los espectadores se encontrarán a la veterana actriz interpretando a un personaje muy especial. Weaver sabía que volvería a Pandora desde 2010. Ya entonces, los viejos colaboradores hablaron de los orígenes de Kiri, una adolescente que está más cómoda en el bosque con las criaturas, la flora y la fauna.
“Afortunadamente tuve mucho tiempo para prepararme. Fui a clases de instituto, por ejemplo, para poder escuchar el tono de sus voces. Así recordé que hay una gran variedad de quién es un adolescente entre doce y quince años”. Weaver celebra la oportunidad de interpretar a una adolescente pasados los 70. La icónica protagonista de Gorilas en la niebla se sintió “honrada, emocionada y asustada” de poder volver a jugar tras 50 años en la profesión.
Otro de los regresos inesperados en la primera de las cuatro continuaciones previstas es Stephen Lang, el coronel Miles Quaritch que quería acabar con los na’vi en la película original. Cameron reveló durante la rueda de prensa que el actor tuvo ideas para su regreso a la saga. “Stephen también es guionista y nos dio ideas que incorporamos durante la fase de escritura. El momento en el que su personaje encuentra los restos en el bosque fue idea suya, por ejemplo”. Cuando Landau echa en cara al director que cuente spoilers, este replica: “¡sale en el tráiler!”.
Lang cuenta que se lo pasa muy bien trabajando con Cameron, con el que ya había repetido en 2015 en una película, Beyond Glory, escrita por el actor y producida por el creador de la franquicia Terminator. “Hay algo interesante en nuestra dinámica. Yo interpreto a un alfa y él es una alfa. Es divertido ver quién se adueña del set cuando trabajamos los dos. Sé de buena tinta que el equipo se lo pasaba muy bien cuando estábamos juntos, porque él me da caña y yo le doy tanta caña como puedo sin sentirme incómodo”, ríe el actor de 70 años.
Jon Landau, mano derecha de James Cameron desde Titanic, admite que su mayor momento de orgullo haciendo El sentido del agua llegó una semana antes, cuando organizó una proyección para enseñarle la película a Sam Worthington, Zoe Saldaña, Stephen Lang y Sigourney Weaver. “(Fue muy emocionante) ver su reacción, que vieran en qué habían puesto tanto de sí mismos en estos personajes”, reconoce el oscarizado productor antes de insistir en que, por mucho que pueda impresionar Avatar desde un punto de vista técnico, el éxito de las películas reside “en los primeros planos, en los mundos que creamos, en los personajes que provocan empatía en el público y que te llevan de viaje. Todos los que estaban vivieron un viaje y me siento muy afortunado de poder haber estado ahí para verlo”.
Cameron admite que no había vuelto a ver la película del tirón hasta una semana antes de la première mundial en Londres. “La había visto hace seis meses, sin acabar, con los efectos visuales a medias, sin el 3D. He estado todo este tiempo trabajando en los detalles, diez u once horas al día, y cuando vi la película del tirón lo que me impresionó fue el trabajo de mi equipo”, desde los actores a las más de mil personas que han trabajado detrás de las cámaras para hacer posible su visión. “En este momento de nuestras vidas y nuestras carreras, queremos un desafío. Estoy muy orgulloso de lo que hemos creado”. Solo quedan cuatro días para que la audiencia descubra en qué han estado trabajando el director y todo su equipo durante los últimos 13 años. Ha llegado la hora de volver a Pandora.