La historia del cine en España no podría entenderse de la misma manera sin las películas de Carlos Saura, uno de los cineastas más importantes de nuestro país y un artista que, a sus 91 años sigue conservando la ilusión y las ganas de contar historias. El director, que recibirá este mismo año el Goya de honor, estrena hoy en cines Las paredes hablan, un documental en el que por primera vez se ha animado a participar desde delante de las cámaras.
Bajo el personal y singular prisma del consagrado cineasta aragonés, este largometraje retrata la evolución y relación del arte con la pared como lienzo de creación desde las primeras revoluciones gráficas en las cuevas prehistóricas hasta las expresiones más vanguardistas del arte urbano.
Con motivo de su estreno en salas, SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL habló con Suso33, uno de los máximos exponentes del arte ubano en España y uno de los expertos que interviene en el documental; Anna Saura, productora asociada; y María del Puy Alvarado, productora ejecutiva del filme.
Las paredes vividas
"Realmente, las paredes que me despiertan la creatividad, la ilusión y la imaginación son las paredes con textura, las paredes vividas, las han sufrido el paso del tiempo", cuenta Suso33 al inicio de la entrevista sobre cómo lograr que las paredes hablen, se expresen.
"Me suelo enfrentar a lugares que encuentro, que ya estaban allí y que ya contaban cosas, que han estado expuestos a condiciones medioambientales como la lluvia o el sol. Y yo lo que hago es una pequeña intervención, lograr que dialoguen con el contexto. Abro un poco una historia, una especie de ventana", dice.
El artista, uno de los que colabora con Carlos Saura en el proyecto, recordó su evolución personal y como creador, reconociendo que "esa motivación que le movió en un principio es lo que le hace seguir en la actualidad, más allá de las adversidades".
Los inicios del proyecto
En Las paredes hablan, uno de los puntos de partida que se pretendían explorar es la manera que tiene el impulso creativo de manifestarse en las personas. "¿Por qué el hombre necesita expresarse? ¿Quién lo hacía realmente? Tiene que ver con ese impulso interior", describe María del Puy Alvarado, productora del documental.
"La película inicialmente arrancó en busca de los orígenes del arte pero, durante el proceso, el creador que es Saura empezó a conectar la idea de los orígenes del arte con la del impulso creativo, qué era lo que les movía a pintar a los hombres y mujeres en la prehistoria. Eso es, en realidad lo que mueve a los creadores actuales también. Ambos están conectados".
"También hay temas en el documental que planteamos de los que también es necesario también hablar, como por qué siempre hemos dado por sentado que eran los hombres los que pintaban en las cuevas. Preguntarnos esto nos ha llevado a saber que no está claro que no pudieran ser mujeres", continúa. "Es un proyecto que hemos vivido muy intensamente y creo que cualquier productor querría producir una película de Carlos Saura".
"Siempre es un gusto trabajar con la familia con la que te llevas bien. Y este proyecto, que empezó siendo más una voz y un repaso por las pinturas rupestres y por los orígenes del arte, acabó siendo un diálogo entre pasado y presente", comentaba Anna Saura sobre el proceso. Para ella, está dirigido a "los amantes del arte, porque al final arroja luz sobre un tema que lo tenemos todos los días a pie de calle".
La actualidad bebe de la prehistoria
A lo largo del visionado de Las paredes hablan, el espectador se dará cuenta de que el documental establece un ciclo artístico, que comienza en los albores de la humanidad y que concluye en la era actual. Sobre este tema, Suso33 tiene claro que "el arte urbano vuelve a los orígenes: a pintar en las paredes".
"Es algo que no te puedes llevar a casa, que no está en un marco ensalzado y que es directo para quien lo crea y para quien lo vive y lo disfruta. Y en una era en la que estamos tan conectados, tenemos acceso a tanta información, y hay una digitalización de todo, es interesante que lo que más se haga sea algo tan tremendamente antiguo como pintar de la pared", reflexiona.
El contacto con Saura, delante de las cámaras
"Me daba mucho respeto colaborar con Saura, obviamente, porque es una persona a la que admiro por su trayectoria y su trabajo, por su manera de tratar la plástica, la luz, la psicología en sus películas y sobre todo sus escenografías", expresa Suso33 sobre la toma de contacto con el director.
"Yo he venido desarrollando en paralelo una obra personal en el mundo de las artes escénicas y en el diseño de escenografía. Y precisamente antes de que me propusiera participar en el documental, fui a una exposición sobre su puesta en escena. He conocido la parte de su trabajo que tiene más que ver con lo mío, que son las artes escénicas, el arte vivo y el utilizar la ciudad como un escenario vivo", recuerda.
"Es una suerte poder haber estado con él, porque las personas con una vida tan larga y que han pasado por distintas etapas de la historia, en un lugar como España, que ha vivido diferentes momentos a nivel político y social... Me hace aprender mucho, porque tengo la necesidad de aprender", añadió.
María del Puy Alvarado supo definir al director aragonés como "un artista renacentista, porque no solo hace cine, también dibuja, pinta cada día y fotografía". Para ella no fue sencillo convencerle para que apareciese delante de las cámaras en el documental pero llegado un punto, se convirtió en una necesidad.
"No le suele gustar aparecer y en el fondo es un hombre tímido, pero no podíamos perdernos estos encuentros de Carlos con los creadores. Me ponía del lado del espectador y decía 'el espectador quiere ver a Carlos, es uno de los grandes y quiere verle dialogando, no en una entrevista en la que solo se vea al entrevistado'. Yo creo que a partir de ahí el espectador le querrá ver en más lugares", opinó.
Por su parte, su hija Anna Saura, que ejerce como productora asociada, expresó que su padre es para ella su "mayor referente y mayor ejemplo de vida, porque tener 91 años y seguir apasionado por lo que haces y seguir trabajando... La única forma es tener la pasión por hacerlo".
El vínculo del cine y la pintura
A la hora de encontrar puntos en común entre el cine y la pintura, a Suso33 no le cuesta ningún esfuerzo hallar semejanzas. "Se parecen mucho. Yo mismo trabajo desde el proceso, la acción, el desarrollo de las cosas, con lo cual ahí hay mucha relación con el cine y ese antes y después", detalla el artista urbano.
"Tengo una serie de obras que son como pinturas en proceso, que son como si fueran como pinturas que tienen un antes y un después, porque nunca están acabadas. Voy pintando y tapando y al final no hay un resultado final como tal. Lo que queda es un proceso que yo he visto y la documentación del mismo", describe.
"Y esas piezas audiovisuales y la documentación son obras en sí mismas, el legado que queda de algo ya inexistente, como por ejemplo cuando pinto con la luz o como cuando pinto con el agua, que se evapora". Según Suso33, la acción de pintar tiene mucho que ver con el cine, "especialmente su obra personal, por el proceso, la acción, el desarrollo y el punto de vista libre".
"Para mí es algo que está vivo, es dinámico y es tremendamente contemporáneo. El proceso de la acción -refiriéndose a pintar o crear- hace que esté vivo y en estado puro. Y, si no lo aprecias en el momento, no existe. Ahí se establece el vínculo de la creación visual", que también incluye al cine.