Cuando se estrenó en 2019, ¡Shazam! fue una sorpresa para los fans de los cómics de DC, y también fue muy bien recibida por la crítica, que halagó su manera de adaptar la historia original de un niño que se convierte en superhéroe y la frescura que le aportaba a la franquicia, acomodada en una estética más oscura.
Actualmente, el universo cinematográfico de DC sigue experimentando cambios y ya se ha puesto en marcha un gran plan a seguir, con el que James Gunn y Peter Safran, codirectores de DC Studios, prometen traer nuevas y grandes historias a partir del 2025.
Sin embargo, hasta que llegue el momento, la franquicia se centra en historias como la de Shazam, que regresa a la gran pantalla con la secuela ¡Shazam! La furia de los dioses, una película que no alcanza el nivel de la original, pero que sigue emocionando a su público.
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En ella se sigue a Billy Batson y sus compañeros adoptados, que aunque han recibido los poderes de los dioses, aún están aprendiendo a controlarlos, mientras compaginan sus vidas de adolescentes.
Cuando las Hijas de Atlas, un vengativo trío de antiguos dioses, llegan a la Tierra en busca de la magia que les robaron hace mucho tiempo, los protagonistas se ven envueltos en una batalla por sus superpoderes, sus vidas y el destino de su mundo.
La familia regresa
Billy (Asher Angel) se ha pasado la mayor parte de su vida recorriendo hogares de acogida, pero por fin acaba de encontrar su sitio. Cuando da con una nueva familia que le acoge, Billy encuentra un nuevo vínculo al que aferrarse. En la primera película, vimos cómo su vida cambiaba para siempre cuando un mago que se hace llamar Shazam (Djimon Hounsou) le daba sus poderes, convirtiéndole en un poderoso superhéroe.
Ahora, cada vez que grita la palabra 'shazam', se transforma en su alter ego, una versión adulta de sí mismo capaz de realizar todo lo que le gustaría hacer a cualquier adolescente con superpoderes. Después de enfrentre al Doctor Sivana (Mark Strong) en la primera película, el protagonista regresa en La furia de los dioses, donde tendrá que luchar contra una amenaza mucho más peligrosa.
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Las tres Hijas de Atlas
Cuando debutó en uno de los números de la colección de cómics del Capitán Marvel, Shazam se ganó rápidamente el corazón de los lectores, llegando incluso a venderse mejor y llegando a más gente que Superman y Batman cuando se enfrentaba al científico loco Doctor Sivana, al villano Black Adam y los villanos de la Monstruosa Sociedad del Mal.
Teniendo en cuenta este historial y el potencial de los cómics que protagoniza, era cuestión de tiempo que regresara el superhéroe, y por esta misma razón ha sorprendido tanto que sus antagonistas de la película sean las Hijas de Atlas, personajes que no tienen unos antecedentes tan claros en DC.
El trío de villanas está compuesto por Hespera (Helen Mirren), Calypso (Lucy Liu) y Anthea (Rachel Zegler), conocidas por ser las Hijas de Atlas y por tener como objetivo principal recuperar el reino que les fue arrebatado.
La primera de ellas es una variación de las Hespérides de la mitología griega, que eran las ninfas del amanecer y del crepúsculo. Se dedicaban a proteger un jardín con un manzano que daba manzanas doradas y capaces de otorgar el don de la inmortalidad.
En segundo lugar, está Calypso, un personaje que se incorpora directamente de la mitología griega y que no aparece en los cómics de DC. Al igual que las Hespérides, Calipso es una ninfa encargada de proteger la isla Ogigia y según lo que se narra en la Odisea, Calypso se enamoró de Odiseo, al que secuestra en la isla.
Por último, está Anthea, que es la que más se acerca al universo de DC. Es una de las principales diosas del panteón griego y no solo tiene un papel muy importante en muchos mitos y epopeyas, sino que además aparece regularmente en los cómics y tiene un vínculo especial con Wonder Woman.
Flojea, pero emociona
En la secuela La furia de los dioses hay varios elementos que funcionan bien, como las interpretaciones del elenco protagonista. Ellos son los que aguantan el peso de toda la película, que en ocasiones tiende a estirar algunas tramas innecesariamente largas y de la que incluso se reveló el sorprendente cameo que incluye.
También hay muchos monstruos, criaturas mitológicas e incluso unicornios y manzanas doradas, pero no dejan de ser un intento más de disimular el agotamiento que sufre la saga.
Sin embargo, el público podrá aferrarse a unas villanas lo suficientemente magnéticas -gracias al trabajo de Helen Mirren y Lucy Liu- y a algunas escenas memorables e incluso divertidas, que compensan el hecho de que ¡Shazam! La furia de los dioses no consiga igualar el nivel que alcanzó su predecesora.