El fenómeno Barbenheimer ha causado furor en todas partes y aunque llevamos meses hablando del enfrentamiento en cartelera de Barbie y Oppenheimer, las dos películas más esperadas del año, no se le ha prestado la atención suficiente al trasfondo de ambas.
De hecho, especialmente en el caso de Oppenheimer, merece la pena detenerse un momento para conocer quién fue en realidad el genio y científico J. Robert Oppenheimer, el mismo al que después todos conocerían como "el padre de la bomba atómica".
Es importante apartar las aureolas y el mito que le rodea, para saber qué tipo de persona fue y cuál fue su papel en la historia de la humanidad. Aunque fue el ideólogo de un arma de destrucción que acabaría con la vida de miles de personas, también fue muy valiente al tomar una decisión muy arriesgada en favor de un posible futuro que ahora todos disfrutamos como presente.
Quién fue J. Robert Oppenheimer
Oppenheimer nació en 1904, en la ciudad de Nueva York, y era hijo de una pareja de inmigrantes judíos de origen alemán. Su familia formaba parte de la Sociedad de Cultura Ética, una rama del judaísmo en Estados Unidos centrada en el humanismo y la justicia social.
Sin embargo, el propio Oppie -apodo con el que le llamaban las personas de su círculo más cercano-, no veía su propia infancia de manera optimista y llegó a decir de ella que "no me preparó para el hecho de que el mundo esté lleno de cosas crueles y amargas".
Después de graduarse en la escuela secundaria, Oppenheimer estudió en Harvard, Cambridge, la Universidad de Göttingen y otros centros de investigación europeos, y decidió regresar a Estados Unidos para enseñar física en las universidades de Berkeley y Caltech.
Además de ser especialmente habilidoso con los idiomas -se dice que aprendió italiano en un mes-, era un físico teórico brillante y era especialmente conocido por conferencias, en las que invitaba a reflexión.
Estallido de la Segunda Guerra Mundial
Antes de que EE. UU. entrara formalmente en la Segunda Guerra Mundial, el Laboratorio de Radiación de Berkeley ya había comenzado a trabajar en el desarrollo de una bomba atómica y, de hecho, el propio Oppenheimer estaba al cargo de gran parte del trabajo en el área de los cálculos relacionados con neutrones.
Después, en 1942, después de que EE. UU. entrase formalmente en el conflicto, el general Leslie Groves acudió a Oppenheimer para pedirle trabajar en el proyecto ultrasecreto del gobierno que desarrollaría la bomba atómica, conocido como Proyecto Manhattan.
De hecho, fue nombrado director científico del mismo y aunque al principio eran varios los laboratorios al cargo de la investigación, finalmente, se centralizó el proyecto en Los Álamos, un lugar aislado en Nuevo México donde fueron reubicados los científicos y sus familias.
Uno de los aspectos clave de Los Álamos es que, aunque era un lugar blindado por los militares, nunca llegó a estar militarizado por completo, y esto fue esencial para convencer a muchos científicos. Es más, si Oppenheimer no hubiera insistido en que el laboratorio funcionara como un entorno civil, es posible que algunos de los mejores científicos se hubieran negado a colaborar, tales como Enrico Fermi o Isidor Rabi.
Al empeñarse en esto, el gobierno del país empezó a tener ciertas preocupaciones hacia Oppenheimer, especialmente debido a su "inexperiencia administrativa, simpatías hacia políticas izquierdistas y que no tuviera un Premio Nobel". Sin embargo, terminó demostrando que era una persona sobradamente capacitada para la tarea.
El Proyecto Manhattan
El Proyecto Manhattan fue el nombre en clave que recibió el proyecto secreto que puso en marcha Estados Unidos para construir la bomba atómica. En 1939 se supo, gracias en parte a una carta de Albert Einstein al presidente Franklin D. Roosevelt, que los científicos nazis estaban progresando en la investigación relacionada con la división del átomo y esto hizo saltar las alarmas, por las consecuencias que podría tener que ese poder llegara a sus manos.
Por esta razón, en 1941 se crea oficialmente el Proyecto Manhattan y se comienza a desarrollar en múltiples laboratorios de diferentes campus universitarios. Después, en 1942, el científico Enrico Fermi y su equipo de la Universidad de Chicago logran generar con éxito una reacción nuclear en cadena controlada.
Al trasladar este proyecto a una ubicación tan remota como Los Álamos no sólo se promovía un trabajo más coordinado, sino que se disminuía la posibilidad de un accidente nuclear en una gran ciudad de Estados Unidos.
Después de la bomba atómica
El 16 de julio de 1945, los científicos de Los Álamos ya estaban listos para probar el dispositivo ideado, una bomba de plutonio a la que llamaron "el Gadget" y que sería, junto a otra de uranio, que fue la que Estados Unidos lanzó sobre Japón.
Por aquel entonces, Alemania ya se había rendido, pero esto no detuvo la investigación. Se eligió un sitio remoto llamado Alamogordo, a 321 kilómetros de Los Álamos, para probar la bomba en la denominada por Oppenheimer como Prueba Trinity.
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Después de comprobar que funcionaba, Oppenheimer hizo referencia al texto hindú de Bhagavad-Gita expresando: "Me he convertido en la Muerte, en el destructor de mundos". Después, Oppenheimer fue comparado también con Prometeo, el semidiós que fue castigado por Zeus por darles el fuego a los humanos.
Menos de un mes después de ese experimento, Little Boy, una bomba de uranio, y Fat Man, una bomba de plutonio, se lanzaron sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, matando a miles de personas.
Poco después, Japón se rindió, poniendo fin definitivamente a la Segunda Guerra Mundial. Sumido en un profundo conflicto moral por su papel en el nacimiento de la era atómica, Oppenheimer dijo: "los físicos han conocido el pecado; y éste es un conocimiento que no pueden perder".
La vida tras la guerra
Aunque la guerra terminó oficialmente con la rendición de Japón, Estados Unidos continuó desarrollando su programa nuclear, esta vez compitiendo contra la Unión Soviética, su rival en la recién iniciada Guerra Fría.
Como consecuencia, fundó la Comisión de Energía Atómica (CEA), que reemplazó al Proyecto Manhattan y volvió a contar con Oppenheimer como presidente del Comité Asesor General. Desde su puesto, siempre estuvo en contra de la posible creación de una bomba de hidrógeno, que creía que sería incluso más destructiva que las bombas de uranio y plutonio.
En 1953, cuando el "temor rojo" hacia el comunismo se apoderó de Estados Unidos, Oppenheimer fue acusado de tener vínculos con el comunismo y de haber protegido a sospechosos de serlo durante su estancia en Alamogordo. Estas acusaciones no pudieron probarse, pero se le retiraron todas sus acreditaciones de seguridad.
En 2014, el Departamento de Energía de Estados Unidos publicó la transcripción completa y desclasificada de los juicios contra el científico y, aunque gran parte de los detalles ya se conocían, esto confirmó que siempre fue leal a su país y que además fue víctima de un escarnio y un juicio manipulado e injusto.