No existe consenso sobre a quien atribuirle esta frase, pero directores como Bresson, Goddard o Coppola han dicho que una película se escribe tres veces: en el guion, el rodaje y el montaje. En la sala de edición se puede cambiar el orden de las escenas o eliminar algunas, si se considera que cortan el ritmo o porque no aportan mucho si la película se entiende sin ellas. Y Barbie estuvo a punto de quedarse sin una de las que más huella ha dejado en los espectadores.
Si la decisión hubiese dependido solo del estudio, Barbie se habría estrenado sin la que es para muchos uno de los momentos más emocionantes de toda la película, pero gracias a la firmeza de su directora, esa escena no fue eliminada del montaje final.
No daremos más detalles, porque es un momento realmente emotivo en la sala de cine, y porque, además, no es necesario ya que el espectador que la haya visto la identificará fácilmente: la escena de Barbie sentada en un banco con una mujer mayor.
Cuando llegó el momento de editar la película, Gerwig se vio presionada para eliminar esa escena: "En los primeros cortes se sugirió 'Es un callejón sin salida que no lleva a ninguna parte. Podrías cortarlo y, de hecho, la historia seguiría igual'", explicó la directora en una entrevista en Rolling Stone.
"Si corto esa escena no sé de qué va esta película", fue su respuesta. "Me encanta esa escena.
[Todos los récords de taquilla rotos por 'Barbie' y 'Oppenheimer']
Gerwig afirma que para ella esta escena es un "momento clave" en el viaje de Barbie. "Para mí, es el corazón de la película. La forma en que Margot interpreta ese momento es tan suave y tan natural".
"Hay elementos sobre los que la gente dice: 'Dios mío, no puedo creer que Mattel te dejara hacer esto' o 'no puedo creer que Warner Bros. te dejara hacer aquello'. Pero para mí, la parte que no me puedo creer que siga en la película por la presión que tuve para quitarla es 'este pequeño callejón sin salida que no lleva a ninguna parte', y que para mí es el corazón de la película".