En una era en la que la inteligencia artificial amenaza con sustituir a los seres humanos en algunos campos, Gareth Edwards ha querido poner sobre la mesa a través de The Creator lo que podría suponer para los seres humanos que la IA y los robots llegaran a instalarse en nuestro mundo para dominarlo.
Son seres inertes y que no sienten emociones, pero también pueden resultar una versión mejorada de nosotros mismos, una cuestión que ssi no se maneja de la manera adecuada, podría desembocar en una catástrofe mundial. O al menos así se plantea en el futuro-no tan lejano y distópico del largometraje que llega después de Godzilla (2014) y Rogue One (2016), y que marca el regreso al género de ciencia ficción de Gareth Edwards.
Allá por el año 2065, la humanidad se enfrenta a la temida Tercera Guerra Mundial, un conflicto que ya no viene cuestionado por fronteras o países, sino por unos seres que escapan al control humano. La inteligencia artificial fue creada para hacernos la vida más fácil, pero ha llegado un punto en el que se ha convertido en una amenaza capaz de destruir ciudades enteras con armas nucleares y los gobiernos prohíben su uso.
El único lugar donde sigue utilizándose es Asia, por medio de una especie de androides que se han integrados en la sociedad y que incluso se consideran miembros de la familia. Contra ellos, la Alianza Occidental -liderada, como no podía ser de otra forma, por Estados Unidos- contraataca con la invención de NOMAD, una estación espacial itinerante que puede lanzar ataques.
Y en medio de este caos aparece Joshua (John David Washington), un tipo que hasta ahora había vivido su vida tranquilo, pero que se verá obligado a colaborar con el gobierno Occidental para encontrar al Namada o creador de la IA avanzada, considerado como un dios para los androides. Aunque no cuenta con enamorarse de por medio de Maya (Gemma Chan), una ingeniera que está embarazada de su hijo y que logra sobrevivir a un grave ataque que acaba separándoles.
Con el objetivo de volver a estar con ella, Joshua acepta la oferta de encontrar el arma definitiva de la IA, la misma que los androides amenazan usar para destruir a los humanos. Con lo que no cuentan los humanos es con que el arma no tendrá el aspecto que ellos piensan.
Joshua descubre que, en realidad, el arma es una niña androide a la que llama Alfie (Madeline Yuna Voyles), que crece igual que un niño normal y encierra un poder inimaginable. Y por eso tendrá que hacerse cargo de ella durante el resto de la película -aunque en ocasiones llegaremos a dudar de quién está cuidando a quién-.
Sin traspasar los límites del terreno de los spoilers, porque merece la pena quedarse a descubrir lo que ocurre después, quizá sí que es necesario ir un poco más allá de la premisa inicial, porque aunque pueda parecer simple o incluso pecar de oportunista, sienta las bases de un diálogo mucho más profundo a nivel filosófico y emocional.
De hecho, The Creator no ha llegado a los cines para hacernos reflexionar sobre la influencia real de la IA en nuestro mundo ni para zanjar la discusión de si son buenas o malas, sino para hacernos ver a través de esta tecnología hasta dónde llegan las capacidades humanas de amar y odiar al mismo tiempo. Esto es lo que hace del largometraje una propuesta muy original, incluso aunque a veces peque de excesiva timidez y no se atreva a desarrollar sus ideas del todo.
Visualmente arrolladora y con un diseño muy innovador de los personajes, Gareth Edwards se mueve como pez en el agua dentro del género de la ciencia ficción y el cyberpunk, sacándole brillo a lo que más nos gusta el género y aprovechando las referencias a lo conocido para expresar algo distinto.
Se le puede exigir que exprima más las ideas que un día apuntó en su libreta antes de rodar, pero también hay que reconocer que no es fácil hacer que empaticemos con los robots, ni mucho menos que un androide al que parece que le han arrancado parte de la cabeza te acabe sacando una lágrima.
Teniendo en cuenta que vivimos en una época de sequía y escasez de originalidad e innovación en el cine, es de agradecer que The Creator lo intente con todas sus fuerzas. Juega con las convenciones y las retuerce para crear un producto nuevo que acaba siendo muy potente y que, al menos, consigue dar que pensar al abandonar la sala de cine.
Nota: 4/5
Te gustará si:
- Adoras el género de la ciencia ficción y echabas de menos una historia original y sorprendente.
- Quieres ver una película que te haga reflexionar y descubrir otro punto de vista sobre el futuro de los humanos con la tecnología.
- Buscas una vivir una experiencia diferente en el cine y salir fascinado de la sala.
No te gustará si:
- Acudes a la película pensando que encontrarás una propuesta muy arriesgada y sin defectos.