Con un 99% de valoraciones positivas en Rotten Tomatoes y la Palma de Oro del Festival de Cannes bajo el brazo, llega a los cines españoles Anora, una de las películas más esperadas del año y una que está garantizada en la lista de las mejores de 2024

Sean Baker, el cineasta detrás de títulos elogiados como Tangerine, The Florida Project y Red Rocket, escribe esta cinta en la que explora temas de clase y relaciones en el contexto de la ciudad de Nueva York.

La historia sigue a Anora, interpretada por Mikey Madison (Better Things), una joven trabajadora sexual uzbeko-americana que se ve arrebatada de su vida cotidiana

como bailarina erótica por el impetuoso y derrochador hijo de un oligarca ruso, Iván (Mark Eydelshteyn), con el que se casa impulsivamente.

Cuando parece que la película sigue el relato de una historia romántica, vira y pasa a otro carril para convertirse en una persecución alocada y llena de humor negro que recorre las calles de Brighton Beach, Coney Island y Manhattan. Y al acercarse al final, el tono vuelve a cambiar, llegando a una conclusión tan emotiva como sorprendente.

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Baker, conocido por sus representaciones crudas y empáticas de la vida de personajes marginados, trae a la pantalla un relato que, a pesar de lo que pueda sugerir la sinopsis y los temas que trata, es una propuesta que sorprende por su sentido del humor y tono optimista.

La crítica ha resaltado el trabajo de Madison, quien aporta una mezcla de dureza y vulnerabilidad a su papel, para el que Baker y su equipo crearon un retrato realista gracias a su colaboración con Andrea Werhun, una extrabajadora sexual que sirvió como consultora, lo que ayudó a dar autenticidad al personaje.

Una 'Pretty Woman' del siglo XXI

Tras las primeras proyecciones en Cannes, la crítica comparó a la última película de Baker con el clásico protagonizado por Julia Roberts y Richard Gere.

Aunque esa no era la referencia de su director, el paralelo con la relación romántica improbable y el contexto de clase es evidente, sin embargo, Anora añade complejidad al relato idealizado de Pretty Woman.

En esta versión particular de la Cenicienta, como en Starlet, Tangerine, The Florida Project y Red Rocket vuelve a aparecer el trabajo sexual, y una vez más, el director lo retrata con una mirada clara, sin prejuicios, nada condescendiente y sin intención de aprovecharse. Eso es quizá, lo más importante. 

"Sean ha dedicado su carrera a desestigmatizar el trabajo sexual y contar historias de marginados", dice Mikey Madison en las notas de producción de la película. "Siempre lo ha hecho de un modo muy honrado y también con mucho humor. Sabe cómo tratar temas sombríos y darles la vuelta gracias a una inyección de humor".