Después de tres episodios en los que mantuvo invariable la estructura de su propuesta, Bruja Escarlata y Visión rompió el esquema en su cuarto capítulo para mostrarnos el punto de vista de los que estaban observando del otro lado de la pantalla. A pesar del cambio en la narrativa, la serie mantuvo el tono previamente establecido, nos regaló un episodio inteligente y entretenido y, en solo 25 minutos, consiguió darnos una gran cantidad de información sin resultar expositiva. En cualquier obra esto sería un triunfo, sin embargo, para algunos espectadores ha sido un paso atrás.
Interrumpimos la emisión nos pilló a todos por sorpresa. Cuando ya nos habíamos acostumbrado a la plantilla de cada episodio: comedia de una década más "escena postcréditos" (los de la serie dentro de la serie), Bruja Escarlata y Visión nos cambió las reglas del juego y cedió el protagonismo a lo que ha estado pasando fuera de la burbuja de Wanda, algo que esperábamos llegara mucho más avanzada la temporada.
Es indiscutible que esta decisión responde, principalmente, al deseo de ofrecer contexto a los espectadores neófitos en el universo cinemático de Marvel; Disney+ sabe que para muchos de ellos esta serie puede ser la puerta de entrada al resto de producciones televisivas de la franquicia, pero las quejas son injustificadas, porque fue ejecutada de forma muy inteligente, profundamente entretenida, y respetando en todo momento al espectador que se considera experto en el mundo Marvel.
Si nos detenemos a pensar que en solo 25 minutos nos han mostrado qué ocurrió al revertir el final de Infinity War desde el punto de vista ajeno al pequeño círculo de Los Vengadores, que presentaron oficialmente a Monica Rambeau (a la que solo habíamos visto como una niña en Capitana Marvel), introdujeron a la doctora Darcy Lewis, el agente Jimmy Woo, la nueva S.W.O.R.D y todo el operativo que han montado, que ubicaron la serie cronológicamente dentro del universo cinemático de Marvel; se dio explicación al helicóptero y el hombre de las abejas, confirmaron que varios de los personajes que vemos en esas comedias clásicas de la TV del mundo de Wanda son personas reales, residentes en un pueblo que ha sido borrado de la conciencia colectiva de quienes están fuera de su perímetro (por mencionar solo algunos ejemplos); todo esto, sin dejar de ser divertida y de generar interés. A mí, honestamente, esto me parece todo un logro.
No es cierto que solo se confirmen teorías que ya se sabían, no se cierra ninguna puerta de forma definitiva, se abren otras, y se introduce también un nuevo misterio, la identidad de la persona desaparecida del programa de protección de testigos, que es lo que lleva a que descubrir lo que está ocurriendo en Westview. Sabemos que S.W.O.R.D. está observando la emisión de WandaVision, pero seguimos sin saber algo que a mí me parece de lo más intrigante: por qué se está emitiendo y por qué en directo. Sea quien sea que esté detrás de esa burbuja en forma de comedia, ¿qué interés tiene en que se esté retransmitiendo al mundo exterior?
Bruja Escarlata y Visión está más interesante que nunca. Del gran misterio central, Wanda, hasta qué punto tiene control o ha sido manipulada, y qué ocurrirá cuando se enfrente a la realidad del trauma que ha estado ignorando; o cuánto de Vision hay en Visión, pasando por el verdadero papel que juegan personajes Agnes o Dottie a cada pequeño detalle del porqué de todo lo que hemos estado viendo, este cuarto episodio me ha dado confianza en todo lo que está por venir. Porque si algo nos ha confirmado, es que la parte de las sitcoms clásicas no es un recurso estilístico ni un simple homenaje a la televisión; todo tiene una razón de ser, como nos habían prometido.
Bruja Escarlata y Visión está disponible en Disney+.
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