Viuda Negra se ha enfrentado este año a su enemigo más fuerte. No se trataba de Thanos, ni de Ultron. El enemigo esta vez lo tenía en casa. Se llama Disney, y hasta ahora había estado en su bando, pero una pandemia global hizo que las alianzas se resquebrajaran y acabaran tirándose los trastos a la cabeza. Aunque estas líneas puedan parecer la sinopsis de la nueva película de la superheroína, no son más que un resumen de la batalla campal que se ha vivido en los últimos meses entre Scarlett Johansson y el estudio a cuenta del estreno simultáneo en cines y en Disney+ de Viuda Negra.
Como si se tratara de una película, hagamos un flashback y retrocedamos al pasado, cuando Disney decidió, argumentando que la pandemia todavía no permitía estrenar sus títulos en salas de forma rentable, que su gran apuesta del año, Viuda Negra, llegaría a la vez a cines y a su plataforma como un contenido premium. Cualquier persona suscrita a Disney+ podría ver el filme desde su sofá por 30 dólares en EE. UU. y 20 euros en España.
El resultado del primer fin de semana fue bastante exitoso para Disney, que vio como en salas de cine sumaba 80 millones de dólares en EE. UU. más todo lo recaudado en la plataforma. Pero, como se ha demostrado en este año con los estrenos simultáneos, el problema viene después de esos tres primeros días, cuando la película corre como la pólvora de forma pirata. El segundo asalto de Viuda Negra en taquilla vio cómo la película caía casi un 70%, una bajada acusadísima para un película de Marvel. Para hacernos una idea, Shang-Chi, estrenada poco después sólo en pantalla grande, cayó un moderado 54%.
A pesar de todo parece un negocio rentable para Disney. Y puede que para ellos lo fuera, pero no para las estrellas de sus películas, cuyos contratos tienen cláusulas por los que parte de su sueldo depende del éxito del filme… en la taquilla. Al estrenar Viuda Negra a la vez en cines y plataformas, Scarlett Johansson perdió millones de euros. Lo que parecía que era una estrategia perfecta del estudio, concluyó con la mayor crisis de la historia del universo cinematográfico Marvel. Johansson decidió que lo que estaba ocurriendo era intolerable, así que la actriz tomó cartas en el asunto y demandó a Disney.
No fue una demanda silenciosa, sino que se convirtió en una batalla mediática en la que Disney publicó un comunicado oficial acusando a la actriz de querer hacerse rica, a lo que ella respondió acusándoles de “misóginos”. Hasta el jefazo de Marvel tuvo que interceder. Según cuentan los medios de EE. UU., Kevin Feige intentó primero evitar el estreno simultáneo, y luego hacer de mediador para que las cosas no se desmadraran. Tras ver el comunicado contra Johansson, dicen que se sentía avergonzado por lo que estaba pasando.
Lo de Johansson sólo fue la primera pieza de un dominó que empezó a arrastrar a las otras. Había muchas otras estrellas a las que les había pasado lo mismo, y la valentía de la actriz hizo que muchas movieran ficha. Los días siguientes al anuncio de la demanda salieron noticias sobre posibles demandas de Emma Stone por las pérdidas de Cruella o de Emily Blunt y Dwayne Johnson por Jungle Cruise. Misteriosamente, ambos títulos han firmado por una secuela con una renegociación del contrato de sus intérpretes para evitar todo esto. Disney iba aplacando los ánimos, aunque en el caso de Johansson seguía enquistado.
Misterios de la vida y de la industria del cine, hace escasos días el conflicto llegaba a una tregua. Scarlett Johansson y Disney hacían las paces y en un comunicado reconocían que habían llegado a un acuerdo. Las malas lenguas dicen que en ese acuerdo hay 40 millones de por medio, pero se ahorran un conflicto legal que iba a estar meses en los medios y alentar a otros actores a hacer lo mismo. Tras saberse la noticia, la actriz mandó una nota diciendo que estaba muy “contenta de haber resuelto las diferencias con Disney". "Estoy increíblemente orgullosa del trabajo que hemos hecho juntos a lo largo de los años y he disfrutado mucho mi relación creativa con el equipo. Me encantaría continuar nuestra colaboración en años venideros".
Esa colaboración hacía referencia a Tower of Terror, el proyecto basado en una atracción de sus parques de atracciones para el que Johansson estaba atada como productora y protagonista. De hecho, Alan Bergman, jefe de Contenido en Disney Studios, mencionó esa película de forma explícita en su comunicado: "Estoy muy contento de haber llegado a un acuerdo con Scarlett Johansson respecto a 'Viuda Negra'. Apreciamos sus contribuciones al Universo Cinematográfico Marvel y estamos deseando volver a trabajar juntos en varios proyectos en el futuro, incluida 'Tower of Terror'".
Un pacto que entierra el hacha de guerra. O al menos temporalmente. De momento, Disney ya ha anunciado que los contratos con las estrellas serán diferentes y se adaptarán a esta nueva situación. También, tras comprobar la fortaleza de la taquilla con el éxito de Shang-Chi o Venom, las distribuidoras parece que vuelven a apostar por las salas como la mejor forma de explotar comercialmente sus grandes producciones.
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