Uno de los temas sobre los que está más está costando llegar a un acuerdo en la mesa de negociación del sindicato de guionistas -que ya lleva siete semanas en huelga- con los estudios de Hollywood es la necesidad de regular el uso de la inteligencia artificial, y en medio de este contexto, Ali Selim, el director de Invasión Secreta, la nueva serie de Marvel, ha reconocido que la cabecera de títulos de crédito de la serie se realizó usando esta tecnología.
Según explica Selim al medio Polygon, la secuencia de créditos fue diseñada por la compañía Method Studios utilizando inteligencia artificial, algo que, según afirma, "juega con los temas de la serie".
Uno de los temas a los que se refiere es la paranoia. En Invasión secreta se descubre que hay un grupo de los Skrulls (una raza alienígena que tiene la capacidad de asumir la apariencia de cualquier otro ser humano) que lleva años infiltrado en cargos de poder en la Tierra. Una historia que respira el aire paranoico de la Guerra Fría, porque si no sabes si la persona que estás viendo es realmente quien dice ser, no puedes confiar en nadie.
"Cuando nos pusimos en contacto con los proveedores de inteligencia artificial, esa idea ya formaba parte del concepto... surgió directamente de la identidad del mundo Skrull que cambia de forma", afirmó Selim.
El director y productor ejecutivo de la serie reconoce que "no entiende muy bien" cómo funciona la inteligencia artificial, pero que le fascinaban las formas en que la IA podía traducir la sensación que quería transmitir con la serie. "Introducíamos ideas, temas y palabras, y el ordenador se ponía en marcha. Daba un resultado y entonces podíamos hacer variaciones cambiando palabras del concepto".
Method Studios
La empresa de diseño y efectos especiales fue fundada en 1999 y ha trabajado para estudios como Warner Bros., Twentieth Century Fox, Walt Disney Studios, Marvel Studios y Paramount. Tiene una larga experiencia de colaboración con Marvel Studios, donde ha realizado trabajos en series como Ms. Marvel, Loki y Moon Knight, en películas como Deadpool.
El debate de la IA
La necesidad de regular la inteligencia artificial es un debate abierto desde hace meses en muchos campos. En Hollywood, se reabrió con la huelga de guionistas que, como otros profesionales creativos, temen que las empresas empiecen a pagarles menos o que les priven de reconocimiento si se basan en material generado por IA.
Hay además un área gris en lo relacionado con los derechos de autor, porque los modelos de IA se entrenan con material publicado, gran parte del cual está protegido por derechos de autor. Esto las convierte, según afirman los expertos, en máquinas de plagio, lo que podría derivar en múltiples demandas por uso indebido de material previamente registrado con copyright.
Algo similar podría haber ocurrido con el actor Teddy Sears, a quien muchos creyeron reconocer en un cameo de Flash. Aunque el parecido es innegable, Sears negó haber participado en la película, y según parece, el personaje que aparece en pantalla es una "representación genérica de Flash de la Edad de Oro" hecha por una inteligencia artificial, que se basó en las imágenes disponibles en la red del actor en la serie The Flash de The CW.
Es un tema complicado sobre el que no hay legislación, pero los límites tendrían que venir, en gran parte, de la ley de derechos de autor, que no está resuelta al respecto. En marzo, la Oficina de Derechos de Autor de EE. UU. publicó unas directrices en las que afirmaba que el material generado exclusivamente por ordenador -sin autoría humana- no puede acogerse a la protección de los derechos de autor.
Pero al mismo tiempo, la oficina declaró que si una persona edita material generado por la IA, podría ser elegible. Un escritor podría utilizar la IA para generar ideas, crear listas de nombres de personajes, idear tramas o incluso elaborar borradores, y aún así podría optar a la protección de los derechos de autor, siempre que el escritor mantuviera el control del producto final.
Este sería el caso de los títulos de crédito de Invasión secreta, que partieron de imágenes generadas por una inteligencia artificial, pero fueron editados por Method Studios. Al menos en teoría.