El gran estreno del mes de junio en Disney+ ha sido The Acolyte, la serie del universo Star Wars, pero los suscriptores de la plataforma también han elegido entre los títulos del catálogo otra serie que ha terminado alzándose entre lo más visto. Se trata de la serie de animación Bluey, una ficción que se ha popularizado especialmente entre el público infantil pero que también ha sido muy aclamada pr la crítica y el público adulto.
Esta producción australiana creada por Joe Brumm podría considerarse como la mejor serie infantil de los últimos años y emitió sus primeros episodios en 2018. Y puede parecer una serie que podría mezclar la esencia de muchas otras, pero va más allá del resto, abordando temas como la dificultad de tomar decisiones, resolver conflictos y entender el mundo que rodea a los niños mientras se lo pasan en grande junto al resto de la familia. Porque incluso los más adultos querrán seguir viendo un episodio tras otro.
Bluey sigue las aventuras de un cachorro de Blue Heeler y su familia, y en cada episodio la imaginación inunda la pantalla, dando lugar a muchos juegos diferentes que involucran a Bluey y su hermana Bingo junto a sus padres.
A través de un humor muy refrescante y que también se dirige al sector más adulto de la audiencia, la serie se atreve a abordar ciertos temas y aprendizajes que son esenciales durante la infancia, trazando un conflicto en cada capítulo y siguiendo una línea que no siempre tiene que ser recta hasta la moraleja final.
Una de las razones principales por las que Bluey se podría considerar como la mejor serie infantil reciente es por su manera de conectar con el público e identificar los problemas del mundo real, presentándoselos a los niños sin transformar el mensaje e infravalorando su inteligencia.
Hay episodios sobre el uso de la imaginación, cómo los padres juegan con sus hijos, cómo establecer límites, el hecho de que las burlas puedan ser buenas o malas, y les presenta a los más pequeños cuáles son las herramientas más útiles para resolver un problema.
Y lo que es más, lo hace de una forma directa y a través de unos personajes que son muy humanos -a pesar de que tengan forma de perro-, que se equivocan como ellos y que recuerdan el valor que tienen los niños y lo que pueden aportar por sí mismos al resto de la familia.
Aunque quizá Bluey esté configurada como una serie de animación infantil, también es una propuesta excelente para ver en familia, porque incluso los adultos quedarán prendados del encanto de los personajes y del realismo que se retrata en pantalla desde la inocencia y el humor.
La serie ya tiene tres temporadas y entre sus episodios más destacados, de diez minutos de duración, encontramos algunos como Ratallina, Mamás y papás o Tornado y el viejo perro lobo sabio, que tratan asuntos tan importantes como los roles de género, el acoso escolar o el hecho de tener que ir al hospital.
Bluey también llama la atención por su manera de dirigirse a los padres y la relación que tienen con sus hijos, hablando además de las relaciones de pareja o cómo lidiar con la energía inagotable que tienen los niños, entre otras muchas cosas.
Un final de temporada emocionante
Los que quizá busquen un buen punto de partida para lanzarse a ver la serie pueden empezar por El cartel, el último episodio de la tercera temporada. En este capítulo especial, la protagonista, Bingo, mamá, papá y toda su familia y amigos se preparan para el "acontecimiento nupcial del año", en un emocionante especial repleto de aventuras, romance y paradas de emergencia para ir al baño.
Un desenlace de temporada que en sus 30 minutos nos divierte y emociona. Puede que sea el capítulo más bonito -y lacrimógeno- de la serie hasta la fecha.