Mucho antes de llegar a la época de la saturación de los multiversos y los superhéroes, Disney y Pixar se unieron para dar con una de las mejores películas del género y también con uno de los mejores largometrajes de animación que se han hecho jamás: Los Increíbles.

Cuando se estrenó en 2004, las adaptaciones de cómics no eran tan frecuentes como ahora. Es cierto que había franquicias en pleno apogeo como la trilogía original de X-Men o Spider-Man de Sam Raimi estaban en su apogeo, pero el estallido de Marvel aún no se había producido.

De hecho, la película de Iron Man tardaría cuatro años más en estrenarse y el Universo Cinematográfico de Marvel aún no se había planteado como tal, por lo que Los Increíbles fue toda una revolución en su momento.

Ambientada en una época en la que el gobierno prohíbe a todos los superhéroes utilizar sus poderes en público y en la que les obligan a permanecer ocultos, Los Increíbles sigue a Bob Parr, uno de los más grandes superhéroes del mundo al que solían conocer como "Mr. Increíble" y que salvaba vidas y luchaba contra villanos a diario.

Han pasado 15 años, y Bob y su mujer -que también es una famosa ex-superheroína por derecho propio- han adoptado una identidad civil y se han retirado a la periferia para llevar una vida normal con sus tres hijos.

Bob se dedica a comprobar los plazos de las reclamaciones de seguros y lucha contra el aburrimiento y los michelines. Está deseando volver a entrar en acción, así que cuando recibe una misteriosa comunicación que le ordena dirigirse a una remota isla para cumplir una misión de alto secreto, no se lo piensa dos veces.

Sin embargo, cuando Bob es capturado, la familia deberá unirse para derrotar al malvado Síndrome, que aunque antes había sido fan de los superhéroes, acabó convirtiéndose en un supervillano cuando Mr. Increíble le rechazó como compañero de misiones.

Veinte años después de su estreno en cines, Los Increíbles sigue siendo una de las grandes joyas de la corona en Pixar. Fue la película que marcó el debut en el estudio del compositor Michael Giacchino y del director Brad Bird (Ratatouille), y es un largometraje capaz de ser un thriller de espías de 60, una gran película de superhéroes y un drama familiar al mismo tiempo.

Los Parr fueron los primeros humanos que protagonizaban una película de Pixar y su dinámica familiar fue lo que hizo de Los Increíbles una película tan buena en su día. También siguen siendo la razón por lo sigue siendo a día de hoy. Porque aunque sean superhéroes, también tienen problemas, defectos y debilidades como los humanos.