A pesar de ser una de las producciones televisivas de mayor audiencia y presupuesto, la lista de gazapos de Juego de Tronos sigue aumentando. Si en el cuarto episodio de esta última temporada se les coló un vaso de café de Starbucks, en el quinto, el de la masacre de Desembarco del Rey, a Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau) parece haberle crecido una mano de forma misteriosa.
Se trata de la escena en la que el Matarreyes y su hermana Cersei (Lena Headey) se reencuentran en la Fortaleza Roja, cuando todo empieza a derrumbarse por los efectos de las llamaradas del dragón de Daenerys. Jaime iba en busca de su reina para tratar de huir de Desembarco del Rey y comenzar una vida nueva lejos de Poniente. Cersei, por su parte, ya se encontraba sola tras perder a su mano, el maestre Qyburn, y a su horripilante caballero, La Montaña.
Los dos se cruzan sobre el mapa pintado en el suelo de la Fortaleza Roja, un lugar en el que la pareja ya dejó momentos y diálogos deliciosos en anteriores temporadas. A Cersei la aborda la emoción al ver a su hermano y al constatar la inminencia de su muerte y, lo que es peor, la del bebé que lleva dentro. En ese momento, Jaime la abraza y le cuenta el plan de escape.
Como siempre, han sido los usuarios de Twitter los que se han dado cuenta del nuevo gazapo: en ese momento del abrazo, el brazo derecho de Jaime rodea el cuerpo de Cersei y su mano de carne y hueso se vislumbra de forma clara. No la mano de hierro dorado que lleva en el muñón desde que se la cortaron en la tercera temporada. Otro fallo imperdonable para los responsables de producción y postproducción de la aclamada serie, que este domingo emitirá su último capítulo.