Si bien es cierto que la caída de la Unión Soviética se produjo a finales de 1991, la catástrofe de Chernóbil jugó un importante rol en su disolución. Así lo dijo Mijaíl Gorvachov, líder de la república socialista: "Puede que el desastre nuclear de Chernóbil fuera la auténtica causa de la caída de la Unión Soviética".
Tras el éxito de HBO, que ha ayudado a olvidar la resaca de Juego de Tronos con una miniserie que explica lo acontecido en el accidente nuclear. No obstante, pese al tiempo pasado y la inexistencia del país que trató de eludir sus responsabilidades, la serie no ha sido bien recibida en la federación rusa.
La cadena de televisión rusa NTV ha anunciado que prepara su propia versión de Chernobyl, al margen de la producción británica-estadounidense. Al canal ruso le es indiferente que la serie haya sido calificada como la mejor valorada en la historia de IMDB. Cabe destacar que NTV es propiedad de Gazprom, el gigante ruso del petróleo que siempre ha velado por los intereses del Kremlin.
La trama principal sostendría una de las teorías acerca de la catástrofe. Y es que, según varios historiadores, la CIA envió a la zona a un agente secreto para sabotear la planta nuclear. Asimismo, plantean la posibilidad de grabar en Bielorrusia para adecuarse lo mejor posible al escenario de la Ucrania de los 80 —la serie de HBO se rodó en Lituania—.
Desde The Moscow Times han declarado que el hecho de que un canal de televisión estadounidense y no ruso cuente la historia de los antiguos héroes soviéticos es "una vergüenza".