Las Vegas está en una nave industrial de Fuente el Saz, en Madrid. Y la Guerra de Siria. También una barra de striptease, la habitación del hotel más loca del mundo y una timba de póker con personajes salidos de una peli de Tarantino. Una nave donde hay cocaína que no se ve, cócteles que se preparan con mímica y un viaje a las entrañas del capitalismo. Porque dentro de esa nave se rueda Mammon, el sexto episodio del ambicioso proyecto de HBO Escenario 0 con el que quieren unir lo mejor del teatro español con lo mejor del cine para emitirlo en televisión. Una mezcla de todos los lenguajes audiovisuales que han puesto en marcha Irene Escolar y Bárbara Lennie.
Seis películas, tres días de rodaje, y los textos de los mejores dramaturgos convertidos en películas para que las vean millones de usuarios en todo el mundo gracias al poder de las plataformas, que en los meses de confinamiento se han convertido en la compañía más fiel de las personas que estaban en sus casas. Gracias a ellas películas que habían pasado desapercibidas en salas, como El hoyo, se convirtieron en fenómenos. Fue en ese confinamiento cuando Irene Escolar tuvo esta idea, que ella misma lo define “como un experimento que no deja de sorprenderme cada día”.
En la producción también está su padre, José Luis Escolar, mítico productor del cine español y parte de una saga histórica del espectáculo español. Escolar explica a EL ESPAÑOL que este proyecto nace “durante el confinamiento”. “Pensábamos que el teatro iba a tener un tiempo de parón, y eso nos preocupaba como familia de teatro que somos. Irene, intentando hacer algo, se le ocurrió intentar rodar Hermanas, la función que había hecho con Bárbara Lennie el año pasado, y se nos ocurrió ampliarlo a espectáculos del teatro contemporáneo de los últimos años. Que de alguna manera pudiéramos explicar o contar cómo estaba el teatro en nuestro país, que es magnífico”, añade.
Así se eligieron las seis obras que se convertirían en películas, y se tomó la decisión de que a los dramaturgos se unieran directores de cine para ver qué resultaba de la fusión de dos lenguajes con tantas similitudes como diferencias. El resultado impone. El Vania de Álex Rigola junto a Carla Simón; la sensibilidad de Pablo Messiez en Todo el tiempo del mundo a la que se suma Carlos Marqués Marcet; el descarnado texto de Pacal Rambert para Hermanas que coge Diego Postigo; el titánico monólogo de Carmen Machi en Juicio a una zorra que ha unido a Miguel del Arco y Clara Roquet; el talento de Pablo Remón en Los Mariachis junto a su cómpice Lino Escalera; y la más loca de todas, la adaptación de Mammon, el fenómeno teatral de Nao Albet y Marcél Borrás que llenó salas y que ha sido el que ha cerrado los rodajes.
Los dos directores debutan como directores de cine, o de televisión -no vaya a ofenderse nadie-, y lo hacen con la misma energía que demuestran en sus obras y en el escenario. Una obra que bebe del cine de Tarantino, que juega con los espectadores y con la mímica, con el vídeo, con las texturas… un doble mortal con pirueta hacia atrás en el que les acompañan los actores originales, Manel Sans y la dupla Ricardo Gómez e Irene Escolar, que interpretan a tantos personajes como uno pueda imaginar y que se dejan la piel en ese mosaico de frikis con el que cambian acentos y demuestran que son de esos actores jóvenes sin miedo al vacío.
Veníamos de un momento de mucha tristeza y de mucho desconcierto, y yo creo que esto ha sido volver a la vida para nosotros y para todo el mundo que ha pasado por aquí
Una adaptación que mantiene la esencia pero que permitirá muchos guiños audiovisuales que la enriquezcan. En un descanso del rodaje, mientras se cambia la peluca de Crystal para ponerse la de una tabernera china, Irene Escolar atiende a este periódico para hablar y contar una de las motivaciones detrás de este proyecto: “apoyar la dramaturgia contemporánea”. Ella no sólo es ‘showrunner’ del proyecto, sino que está en tres de las adaptaciones, pero nunca se dijo a sí misma ‘dónde me he metido’. “No, porque veníamos de un momento de mucha tristeza y de mucho desconcierto, y yo creo que esto ha sido volver a la vida para nosotros y para todo el mundo que ha pasado por aquí. Hemos llorado cuando acabábamos cada película, porque era como si habías vuelto a la vida, con mucha adrenalina, con gente a la que quieres y en un momento en el que no sabíamos si esto iba a volver a ocurrir”.
El apoyo de HBO a un proyecto que, a priori, no se enmarca en los criterios comerciales de muchas plataformas, ha sido clave, y “va a dar la posibilidad de que en Latinoamérica, en Europa, y en EEUU si la compra HBO Max, se vaya a poder ver el talento que hay aquí de dramaturgos, de guionistas, de actores, de técnicos... Creo que es la posibilidad de dar otro tipo de contenido a la gente, también en España hay gente que no conoce lo que pasa en el teatro fuera de lo que llega a sus provincias, y tienen derecho y las ganas de verlo. En televisión no tienes la suerte de que te lleguen textos como estos. Tampoco es una serie de consumo rápido, todo lo contrario. Son capítulos que alguno dura hasta hora y media. Hay que sentarte, dedicarle tiempo, apagar el teléfono y disfrutarlo como si pagaras una entrada de teatro. Y más en este tiempo tan complejo”, cuenta la actriz.
Desde que se anunciara su nombre, todos han pensado de alguna forma en aquel mítico Estudio 1 que llenó los hogares de teatro gracias a TVE desde mediados de los años 60. Y algo de eso hay, aunque todos los responsables dejan muy claro que esto no es teatro filmado. “Se trataba de dar un paso más de aquel Estudio 1 que fue magnífico y al que mi familia estaba muy unida. Queríamos avanzar, darle otro punto de vista más cinematográfico. La premisa era darle una narrativa y una metodología de trabajo cinematográfica, aspectos técnicos de cine, y eso siempre es un problema cuando grabas una función de forma común, porque el sonido no es perfecto, la luz no es la adecuada… y aquí queríamos que lo fuera, pero con la frescura del teatro. Creo que lo hemos logrado”, dice José Luis Escolar de un proyecto que tiene claro que sin esta pandemia no hubiera salido adelante.
“Si no hubiera sido por la situación en la que estábamos hubiera sido un proyecto raro, pero si algo ha tenido bueno esta crisis que estamos pasando, es que ha cambiado las mentalidades, y ha hecho ver las cosa de otra forma distinta. Creo que va a sorprender a todos, a nosotros nos ha sorprendido, pero si no hubiera sido por el coronavirus creo que no hubiera sido posible hacerlo”, zanja. El resultado, en septiembre, en HBO.