Las comparaciones suelen ser injustas. Valorar algo no por lo que realmente es, sino por lo que es respecto a otro no es del todo correcto. Pero, en el caso de La Liga de la Justicia de Zack Snyder que estrena ahora HBO no es sólo inevitable, es que su propio título indica que hay que hacerlo. Esto no es una obra que parta de cero, sino que llega como respuesta a otra película, a La Liga de la Justicia que hizo Joss Whedon. Una respuesta que parte del enfado, de la necesidad de ofrecer su visión artística de un proyecto que era del propio Snyder y que tuvo que abandonar por la muerte de su hija, algo que desde Warner Bros aprovecharon para dar un golpe de timón a la franquicia de superhéroes de DC a la que la crítica estaba despedazando y el público dando la espalda.
Seamos sinceros, el responsable del descalabro había sido el propio Snyder. Su El hombre de acero tenía un pase -justito-, pero Batman v. Superman: El amanecer de la justicia era un desastre. Mal contado y pomposo. La liga de la justicia era, supuestamente, donde siempre quiso llegar. El culmen de su visión de unos superhéroes que se diferenciaban de los de Marvel en el tono, más oscuro, dramático y trágico. Una herencia de la impecable trilogía de Nolan sobre El caballero oscuro que ha hecho mucho daño a los siguientes.
Warner decidió que si Marvel funcionaba siendo ligero y luminoso ellos debían hacer lo mismo. Apostaron por el pop colorido en Suicide Squad y con la salida de Snyder ficharon a Joss Whedon para rehacer un proyecto que ya había empezado. El resultado fue una película zombie, la peor de la franquicia de DC recien comenzada. Un película que no sabía qué quería ser. Que mezclaba un tono grandilocuente en su historia con un humor rayando la estupidez, con los héroes soltando frases supuestamente divertidas. En su idea de aligerar hasta quitaron el traje negro de Superman, porque una capa roja es menos dramática.
El resultado era un despropósito. No tenía ninguna coherencia. Estaba mal montada, las escenas de acción no tenían ritmo, era un espectáculo digital sin ton ni son que encima era fea, con partes que parecían coloreadas para huir de la oscuridad y un final con una fotografía amarillenta y naranja donde no se veía nada, sólo el espectáculo de CGI y de explosiones. En dos horas quiso contar una historia dramática, la de Superman, la historia de cómo juntaban al grupo, y los inicios de varios de sus héroes. Lo que en Marvel hicieron en una fase, pensaron que se podía hacer en una película.
Ahora Zack Snyder ha decidido que la gente tenía que ver su versión, que las cosas no podían quedarse así, que aquello fue un insulto a lo que él había planteado originalmente. Por si fuera poco, las acusaciones contra Joss Whedon por maltrato en los rodajes han llegado justo en el momento en el que HBO estrena este nuevo corte que se ajusta a la visión original del director de 300 y por la que los fans de DC están dando palmas.
Vayamos a lo concreto. Esta Liga de la Justicia es mucho mejor que la de Whedon. Sí, es cierto que no era difícil, pero Snyder tiene muy clara la película que quiere hacer. Ya no es un puzle con piezas de todos, es la visión de un realizador egomaniaco, engolado y pagado de sí mismo. Algo que ya sabíamos por todas sus películas pero que aquí queda bastante claro. El que odie a Snyder tendrá motivos más que suficientes para seguir haciéndolo. Su estilo está multiplicado, planos a cámara lenta, secuencias sin corte realizadas digitalmente, planos cenitales, música orquestal… todo a lo grande.
Tan grande que dura cuatro horas innecesarias. Ni el pastiche de dos horas de Whedon ni las cuatro horas de Snyder. Una duración que deja al espectador exhausto, pero que hará las delicias de los fans, para la que esta película es puro goce. El primer acierto de este filme es que la historia tiene coherencia, no está montada a mordiscos. Se toma tiempo para presentar a los personajes, sus historias… y hasta los villanos. Aquí Steppenwolf tarda la mitad de la película en juntar las dichosas cajitas. Eso sí, los ‘malos’ siguen siendo una de las debilidades de Snyder y este universo. Si Los vengadores funcionaba por la presencia de Thanos, del que siempre querías saber más, aquí sólo hay dos bichos digitales que quieren acabar con el mundo porque sí.
La película se beneficia de esa visión pomposa de Snyder en todas las escenas de acción. Por fin hay épica en La Liga de la Justicia. Sólo hay que comparar la primera escena de Wonder Woman. Cómo quedó en el montaje de Whedon y cómo está aquí. Se alarga, se recrea, cámara lenta… y así pasa en todos los set pieces. Algunos, como la batalla contra los atlantes, los dioses olímpicos y las Amazonas contra Darkseid ahora son un goce mientras que antes eran pegotes. Wonder Woman vuelve a llevarse los mejores momentos, y el Batman de Affleck sigue sin funcionar. No tiene presencia, ni fondo, ni trauma. Cyborg es el que más se beneficia del nuevo montaje. Le otorga profundidad a su historia. Flash sigue siendo un niñato obligado a ser gracioso cuando no toca. Esperemos que Andy Muschietti lo arregle para la película que prepara.
Snyder también ha hecho una corrección de color a toda la película. Ya no es fea. Ahora es oscura, pero coherente en su forma y fondo. También ha cambiado la banda sonora y es otro acierto. La de Danny Elfman no funcionaba, y aquí Junkie XL crea una composición que acentúa la épica de la visión del director y se aprovecha de las mejores composiciones de otras películas del universo, como la excelente composición que Hans Zimmer y él hicieron para Wonder Woman y que ahora atruena cada vez que ella sale.
Otra de las grandes diferencias es la violencia. Es curioso cómo las películas de superhéroes suelen enmascararla. No pueden perder a la mitad de sus espectadores porque haya un exceso de sangre. Pero ya se ha demostrado que una calificación R no tiene que ser sinónimo de poco éxito. Snyder lo hizo, de hecho, con 300. Su Liga de la Justicia se recrea en eso. Los golpes duelen y hacen sangrar. Los cuerpos chocan y suenan. Hay miembros cercenados y hasta alguna decapitación, algo impensable hasta ahora en una película de Batman.
Ojo, no nos engañemos a nosotros mismos. Es una película autoconsciente, que se cree más importante de lo que es, que epata en la acción pero no consigue emocionar en lo dramático. Es excesiva, impostada, llena de momentos que parecen una autoparodia (¿cuántos coros de mujeres hay subrayando una escena importante?, ¿y ese epílogo que parece una taza de Mr. Wonderful?), pero mejora sustancialmente lo que había. Además, concluye con dos escenas que son porno para los fans y que les harán pedir que Snyder vuelva al universo canónico. Esta Liga de la Justicia mejora sustancialmente a la anterior, pero no seamos más papistas que el Papa, tampoco es la gran película que estos héroes necesitan.
También te puede interesar...
• Todas las series y películas que estrenará HBO en 2021
• Las series de HBO España que más nos han sorprendido en 2020
• 'The Nevers': HBO lanza tráiler y pone fecha de estreno a su serie de superheroínas victorianas