Aunque pasen las décadas, nadie olvida el nombre de Rocío Wanninkhof. Aquella joven de un pueblo de Málaga cuyo asesinato se convirtió en uno de los sucesos más controvertidos de la historia criminal de España. Un crimen que se hizo masivo y mediático, copando portadas y minutos de una televisión cada vez más sensacionalista. Tampoco nos acordamos de otro nombre, el de Dolores Vázquez, la amiga de la familia que fue acusada del asesinato y condenada hace ahora 20 años sin ninguna prueba.
Daba igual que nadie hubiera podido demostrar su culpabilidad, para toda España, Dolores Vázquez era la asesina. Era el relato que todos nos habían vendido. El de la amante celosa que acabó con la vida de la hija de su pareja. Nada cuadraba, pero no importaba. Sólo el asesinato años después de Sonia Carabantes dio una vuelta al caso para demostrar que Vázquez era inocente.
Echar la vista atrás ahora es más necesario que nunca. Para darnos cuenta de la lesbofobia imperante, del machismo, de los prejuicios y de todos los errores cometidos en torno a una mujer a la que se le rompió la vida. Un ajuste de cuentas que consigue la serie documental Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkhof, que desde este martes ya se puede ver en HBO Max. Es la primera vez que Dolores Vázquez habla de todo lo ocurrido. Una entrevista concedida a la periodista Toñi Moreno que sirve como eje de seis episodios para revivir como nunca hasta ahora un caso que forma parte de la historia triste de nuestro país.
¿Es la entrevista de una vida para una periodista?
Creo que era necesaria para ella, para que se conozca como es una señora de la que hemos hablado mucho tiempo y que es la gran desconocida de esta historia. Entre todos le destrozamos la vida, todos. Una guardia civil que no hizo bien su trabajo, un juez que la mandó a prisión, y unos medios que hicimos espectáculo. Cuando Dolores se sienta en el banquillo ya estaba condenada. Esta entrevista se la debíamos a Loli, y estoy contenta que haya elegido que la haga yo. Yo llevaba 13 años sin tener contacto con ella, y me puse en contacto con ella por los 20 años del caso, la llamé porque mucha gente contactaba conmigo porque querían hablar con ella, pero Dolores me dijo: "si una vez hablo será contigo", y se me encendió la luz, así que hablé con Chelo, con Ana Rosa, y dije, "vamos a convencerla". Subimos a su casa y le dijimos: "hay una generación de periodistas y de abogados, de estudiantes de derecho, que no conocen el caso con el fallo judicial más gordo de este país, y esto no puede volver a pasar". Creo que es más necesario que nunca, porque creo que volveríamos a hacer lo mismo, cuando leo que un chico homosexual ha sufrido una agresión me voy cuenta que queda tanto por hacer, y este trabajo era necesario porque lee las vergüenzas de todos.
En su caso hubo un juicio mediático en su contra.
Claro totalmente, porque normalmente en los juicios mediáticos las dos partes hablan, pero en su caso ella estaba indefensa, estaba en prisión y no hablaba, y su abogado era partidario de ganar los juicios en los tribunales y no en las teles. Ella, además, tiene esta mentalidad anglosajona y no quería dar espectáculo. Su carácter le pasó una mala jugada. Todo se juntó en su contra y acabó condenada.
Se decía de ella que tenía rasgos masculinos como si eso fuera también algo peyorativo… Si eso no es lesbofobia que venga dios y lo vea
Podía haber sido una entrevista en prime time, un documental… ¿por qué este formato de serie?
Lo vimos claro desde el primer momento, y más ahora con el auge de las plataformas y de los true crimes, porque este es el caso más importante de este país, está el crimen de cuenca y este, así que lo veía claro. Y creímos que HBO era la opción ideal, y nos han dejado trabajar libremente. Yo he podido trabajar como se hacía antes, sin prisas, utilizando todos los medios que hemos querido, hemos hecho el trabajo con un equipo maravilloso, porque yo me encargué de hacer la entrevista a Loli, pero tenemos a Noe Redondo como directora, un equipo de documentación fantástico… Porque yo hacía mucho que no hago sucesos, y estoy desentrenadísima, así que les dije que yo hacía la entrevista, que me refrescaba y la hacía, pero que el resto tenían que ser el equio, porque además yo estaba contaminada, porque la creo, así que tenía que coger esto alguien que viniera de fuera y que no hubiera estado en el caso para ser más objetivos, y hemos tenido un equipazo.
Por primera vez escuchamos el testimonio de Dolores, y tal cual montáis muchas veces sus declaraciones y escuchamos también las de Alicia, parece que se establece un diálogo muy potente entre ellas.
Es que por primera vez se escuchan las dos versiones, no sólo la de Alicia. Y quiero que vaya por delante que creo que Alicia es otra víctima. Yo ahora que soy madre la entiendo más que nunca, porque hay cosas que antes no entendía y ahora sí. Ella creyó la versión de la Guardia Civil y la defendió a muerte, y fue a todos los programas a decir que Dolores había matado a su hija porque se lo creyó, y si a mí me dicen mañana que una persona ha matado a mi hija, yo uso todo lo que tenga en mi mano para que esa persona no salga a la calle.
Hay un momento que me gusta mucho que es cuando Noe pregunta a Alicia si sigue convencida de que fue Dolores, y aunque lo sigue creyendo, ella dice: “yo si me siento con Loli y me dice que no, sé si me miente o no”. Y yo creo que eso es una puerta al reencuentro. Yo intenté presionar un poco más para que se produjera, pero se lo dije a Noe y ella me dijo: “mira, Toñi, no vamos a presionar. Ellas tienen que verse después en el documental, y si ese encuentro se producirá será en privado, y si es de otra forma que nos llamen”. Y es verdad que no era el momento, pero hubiera sido el momentazo. Cuando Loli se enfrenta a la imagen de Alicia se derrumba. Se da cuenta de que han pasado los años para las dos, pero yo no encuentro rencor, ella dice “esto ya ha pasado y sabe que yo no he sido”.
Alicia llega a decir que nunca ha querido tanto a nadie como a Dolores.
Es que fueron familia, estuvieron11 años juntas y Loli quiere a sus niños como si fueran sus hijos, y Alicia reconoce que fueron felices pero las cosas se torcieron. Es que en la búsqueda de Rocío estaba Loli, es que fue ella quien pagó la lápida de la niña, pero todo se tuerce cuando la Guardia Civil dice que ha sido Loli. Fue una locura, allí se sospechó de todos, de todo el mundo. Hay que contextualizar ese momento, porque Alicia en ese momento está totalmente ida, y si en ese momento llega la Guardia Civil y te dicen, es esta señora, tú te lo crees.
Hay otro elemento muy interesante que es la mirada a los jurados populares. A Dolores la juzga un jurado popular, en un caso donde todo el mundo tenía su opinión porque estaba en todos los medios todos los días.
Es que fue juzgada en un jurado popular y cuando empezaban los jurados populares en España, no había experiencia en jurados populares. Yo era neófita en todo esto, pero yo hubiera estado en contra de que se juzgara en un jurado popular, porque no había nadie en España que no conociera el caso. No lo hemos conseguido, pero ella quería sentarse delante del juez instructor que la metió en la cárcel y preguntarle por qué. Por qué si eres un profesional y no había ni una sola prueba me metes en la cárcel, ¿porque te lo dice la Guardia Civil? Quería sentarse con los miembros del jurado y preguntarles por qué la declararon culpable si en ese juicio nadie demostró que era la asesina. Eso sería el spin off, ella sentándose delante de la gente que le reventó la vida.
Se ve a una Dolores que todavía se pone nerviosa al recordar todo, que reconoce cómo le afectó psicológicamente todo lo que vivió… ¿cómo viste a Dolores después de tanto tiempo?
Yo me fui hecha polvo después de verla. Fuimos a Betanzos a convencerla y me fui hecha polvo a mi casa, porque hacía 13 años que no la veía y era como si no hubiera pasado el tiempo, se quedó anclada en el momento de su detención, allí se le paró la vida. No fue capaz de remontar. Creo que este documental va a servir, y yo lo espero, porque ella no ha sido capaz de trabajar, ni de tener pareja o de rehacer su vida, y yo espero que este documental sea un antes y un después para ella. Que dé conferencias, que salga, que no esté en su casa. Tengo muchas esperanzas.
Se ha hablado mucho de la lesbofobia en este caso, ¿crees que se le condena por ello o que afectó?
Para mí eso fue un factor más por el que se la condena. Si lees la prensa de esa época, lo que aparece de ella es que le gustaba hacer deporte, que hacía judo, que tenía carácter... como si fueran cosas peyorativas, y todo eso influyó. Se decía de ella que tenía rasgos masculinos como si eso fuera también algo peyorativo… Si eso no es lesbofobia que venga dios y lo vea.
¿Queda algo por contar de este caso?
Yo creo que está todo contado, lo que queda es que ellas, en un tema privado, se encuentren. A mí me da pena que esa relación que tenía con esa familia se haya roto, pero creo que nosotros ya hemos cumplido.
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