Cruzamos el ecuador de La casa del dragón con un salto temporal de diez años y un elenco renovado, una decisión arriesgada que puede ser un reto para el espectador, pero necesaria porque hay una guerra generacional en su primera temporada. Y, aunque nos habría gustado pasar más tiempo con algunos personajes, su evolución, las dinámicas de sus relaciones y lo que está en juego no se ha perdido en la elipsis.
La magnífica secuencia de apertura nos muestra cómo ha cambiado la vida de Rhaneyra, la tirante relación que mantiene ahora con Alicent, las dudas sobre la paternidad de sus hijos, la identidad con su verdadero padre (Harwin Strong), el amigable acuerdo con Laenor y el odio que por ella siente Criston Cole. Los vínculos que unen a todos esos personajes y las tensiones que los separan son el motor que pone en marcha los acontencimientos del nuevo tablero.
Además, se nos han dado varios datos sobre los dragones y cómo se establecen los vínculos con sus jinetes. No todos los huevos que se ponen en la cuna de los Targaryen eclosionan. También que no es necesario haber crecido con uno para ser jinete, porque ese derecho se puede reclamar, tal como hizo Laena con Vhagar, el dragón más grande y viejo de Poniente, al que montó cuando tenía 15 años. Y que a pesar de que se diga en voz baja que los hijos de Rhaenyra son bastardos, son Targaryen y tienen sus dragones, y "eso es lo que importa".
Con La princesa y la reina la serie firma otro gran episodio en el que la trama sigue avanzando hacia la gran guerra civil en la que desembocará todo y nos deja escenas potentes y memorables, como ese "Dracarys" del tramo final.
"El buen marino huye de la tormenta cuando se avecina"
En estos diez años Rhaenyra ha cumplido con su deber como heredera con útero real, tal como la describió su madre, y ha dado a luz a tres niños: Jacaerys, Lucerys y Joffrey. Llevan el apellido Velaryon, pero su paternidad ha sido fuente de rumores desde el principio. Y se hacen aun más difíciles de acallar después del incidente durante el entrenamiento de los príncipes, en el que Criston Cole consiguió su objetivo provocando a Harwin Strong.
Aunque intenta tranquilizar las aguas con Alicent al proponer un futuro matrimonio entre su primogénito Jacaerys y Helaena, y un huevo de dragón para Aemond, pronto entiende que poco más queda por hacer y renuncia a su esfuerzo de seguir en Desembarco del Rey y en el consejo para minimizar la influencia que la reina ejerce en su padre.
Después de despedirse de Harwin, sin poder hacerlo realmente como desea, toma la decisión de partir a Rocadragón, preparada para una futura guerra porque es consciente de que su derecho a sucesión será puesto en duda cuando llegue el momento.
"Era vuestro deseo"
Con Criston Cole y Lord Larys como únicos confidentes y aliados, Alicent ha tenido diez años para alimentar el odio y rencor por Rhaenyra, que ha justificado por la supuesta falta de rectitud y decencia de la que alguna vez fuera su amiga, pero que en el fondo esconde algo de envidia por la libertad y el placer de los que ella no puede disfrutar.
Criston Cole ha transformado su despecho en misoginia, pero el más peligroso es Lord Larys Strong, un arribista ruin y claramente perturbado, al que la reina parecía no haber calado, a pesar de cenar con él todas las noches, mientras le informaba de las cosas que escuchaba en los pasillos de palacio.
En este episodio Alicent le repitió a Aegon casi al pie de la letra las palabras que le dijo su padre al dejar su puesto como Mano del rey y abandonarla en Desembarco. Lo tenía muy presente y su sentimiento se acentuó después de ver como Viserys mantenía en su puesto a Lyonel Strong. Y en un claro ejemplo de "ten cuidado con lo que deseas", le dijo a Larys que deseaba que su padre estuviera allí, porque necesitaba alguien que fuera parcial con ella y se pusiera de su lado.
Ni corto ni perezoso, Larys formó su ejército de delincuentes, después de cortarles la lengua, y los envió a Harrenhall para que quemaran el castillo con su padre y su hermano dentro. Algo de lo que hace sentir responsable a Alicent, y que se apunta en su libreta de deudas por cobrar, aunque lo ha hecho por beneficio propio, porque lo convierte a él en el nuevo y único señor de Harrenhall.
[Quiénes son Larys y Harwin Strong en 'La casa del dragón']
"Cuando muera quiero hacerlo como una jinete de dragón"
Daemon y Laena y sus dos hijas han estado de tour por el Mar Angosto a lomos de los tres dragones de su familia. Lejos de las intrigas políticas de Poniente, con espíritu nómada pero estatus diplomático, son bienvenidos y tratados a cuerpo de rey en las Ciudades Libres.
Cuando parece que la decisión más importante ante ellos es si deben aceptar o no la generosa oferta del príncipe de Pentos, Daemon se enfrenta al dilema que vivió su hermano Viserys en el primer episodio con su esposa Aemma.
Antes de que él pueda tomar posición al respecto, Laena decide tomar las riendas de su destino y comete suicidio por Dracarys, un momento más impactante aún por el dolor de Vhagar al verse obligado a cumplir la orden. Es una lástima que no hayamos podido pasar más tiempo con Laena o ver cómo reclamaba a Vhagar, pero su paso por la serie ha dejado huella y su despedida estará, sin duda, entre las mejores escenas de la temporada.
'La casa del dragón' 1x05, el de la boda roja y el vestido verde
Promo del episodio 7
'La casa del dragón' está disponible en HBO Max.