La casa del dragón acaba de estrenar su impactante final de temporada en HBO Max y aunque el conflicto se haya ido fraguando poco a poco y de forma interna, los protagonistas ya están preparados para la sangrienta guerra civil que se avecina, también conocida como la Danza de los Dragones.
La serie precuela de George R. R. Martin ha vuelto a confirmarse como la gran sucesora de Juego de Tronos y aunque Rhaenrya haya intentado evitarlo a toda costa, su destino ya está escrito y no tendrá más remedio que alzar la cabeza y mirar a la guerra a los ojos.
Ryan Condal, cocreador y productor ejecutivo de La casa del dragón junto a Miguel Sapochnik, habló sobre el desenlace de la primera entrega, indicando cómo adoptaron los cambios que diferencian a la serie del libro y el futuro regreso de la ficción en su segunda temporada.
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Un sangriento giro final
En un intenso capítulo titulado La Reina Negra, la serie juega su última mano antes de la Danza de Dragones y tal y como ocurría en Juego de Tronos, no permite que los espectadores se encariñen de ningún personaje, porque en el universo de George R. R. Martin, nadie está a salvo -ni siquiera de su propia familia-.
De hecho, uno de los sucesos más impactantes del episodio lo protagonizan Aemond Targaryen y Lucerys "Luke" Velaryon, que en medio de una tormenta eléctrica es perseguido por su propio tío. Este encuentro acabará desembocando de la manera más trágica posible y aunque se plantearon otros finales para Luke, Ryan Condal tenía claro que su despedida sería así desde el primer momento.
Aunque la novela original no llegue a adentrarse en la tormenta ni llegue a ver bien la persecución a lomos de los dragones -porque se cuenta desde la perspectiva de los que lo ven desde abajo en el suelo-, La casa del dragón optó por narrar de otra manera los hechos, dejando caer la posibilidad de que la muerte de Luke sea un accidente.
Sin embargo, Ryan Condal hizo hincapié en pensar bien en la palabra "accidente", ya que "Aemond se montó en su dragón gigante y persiguió a su sobrino en su dragón mucho más pequeño a través de las nubes gritándole, enfureciendo a su dragón y comenzando una pelea".
"No sabía cómo iban a responder Arrax o Luke, y esto terminó en tragedia. No creo que esa fuera la intención de Aemond cuando empieza la provocación, pero hizo algo horrible y peligroso", siguió Condal.
"Ese es el punto: esta es una guerra de muchos cortes diferentes que conducen a una herida muy sangrienta. Hay mucho camino por recorrer con Aemond como personaje, este es su primer acto como jinete de dragón y guerrero y le ha salido muy mal. ¿Qué sucederá ahora? ¿Cómo responderá a esto?", sugirió el showrunner.
Desordenando la historia
Según Ryan Condal, su intención creativa en La casa del dragón es "tratar de que sea lo más parecida posible a una historia real, y hay que tener en cuenta que la historia de por sí está desordenada. Las piezas para la Danza de los Dragones se colocaron hace mucho tiempo".
"Tuviera o no Viserys esa conversación con Alicent antes de morir, es muy probable que a la mañana siguiente tuviera lugar esa misma reunión. No sé si Alicent realmente tiene el poder en ese punto para detener al Consejo, así que se trata más de cómo reacciona Alicent, porque el Consejo ya había tramado este plan sin consultarle antes a ella. Entonces, ¿cambiaría la historia si esa conversación no sucediera? Tal vez", continuó Condal.
El cocreador de la serie también aprovechó para explicar que La casa del dragón es solo una versión de lo que se narra en la novela de George R. R. Martin y que incluso el propio autor piensa que Fuego y Sangre no es la única versión oficial y verdadera.
De hecho, Ryan Condal expresó que en el libro "hay cosas que suceden que están muy bien documentadas y que son reales y en otras hay grandes lagunas y no se sabe muy bien por qué sucedió algo o quién era algún personaje" y que por eso mismo La casa del dragón "trata de aplicarle los porqués y los matices".
La versión más cauta de Rhaenyra
Otra de las grandes diferencias entre el libro y la serie es la prudencia que decide mantener Rhaenyra en pantalla, una versión muy diferente a la que vemos de la Reina Negra en las páginas del autor y que podría recordar a lo que sucedió con Daenerys en el final de Juego de Tronos.
"Hay una narrativa meta literaria y repleta de referencias en todo momento. Queremos que todos nuestros personajes sean lo más complejos posible y aunque habrá momentos en que las personas se enfrenten a una situación y tomen una decisión clara, este no parecía el momento para hacerlo", justificó Condal al hablar de la cautela de Rhaenyra.
"Rhaenrya está muy molesta. Se ha enterado en apenas unos minutos de que su padre ha muerto, que la que era su mejor amiga la ha traicionado y que su malvado hermanastro le ha usurpado su derecho al trono. Le molesta lo suficiente como para abortar de manera espontánea", prosiguió.
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"Está pasando por muchas cosas en este episodio, pero no creo que la Rhaenyra que hemos visto hasta este punto de repente diga: "Lanzad todas las armas nucleares, vamos a guerra". Prefiere echarse atrás y decir "voy a ser cautelosa y práctica con los próximos pasos que dé" y piensa asumir la promesa que le hizo a su padre: que mantendría el reino unido y en paz como él trató de hacer".
"Pero al mismo tiempo, le han arrebatado su derecho legítimo y de nacimiento. Son dos cosas diametralmente opuestas entre sí. Al final estás viendo lo que Viserys probablemente vio en ella, que es capaz de tener un pensamiento matizado y la capacidad de reflexionar sobre los problemas. Todos los hombres alrededor de la mesa, incluido Daemon, solo quieren montar sobre los dragones de inmediato y prender fuego a Desembarco del Rey, pero ella aún no está lista para hacerlo. Aunque eso no significa que no lo acabe haciendo después", concluyó.
Explorando el mapa
Mientras se preparan para una guerra inminente que no distingue de lazos familiares ni líneas de sangre, el bando de Rhaenyra despliega el mapa de Poniente y comienza a señalar a los principales aliados, adelantando la posibilidad de que La casa del dragón viaje más allá de Desembarco del Rey en la segunda temporada.
Sobre este tema, Ryan Condal fue claro, diciendo que "tal y como Juego de tronos creció en alcance y expansión a medida que avanzaba, también lo hará La casa del dragón. Hemos vivido bastante en tres lugares diferentes a través de la serie: Desembarco del Rey, Rocadragón y Marcaderiva. Creo que esas seguirán siendo las bases de operaciones, pero se avecina una guerra que requiere lealtades de diferentes reinos y ejércitos en todo el mapa de Poniente".
"No creo que se haga de la misma manera que en Juego de Tronos, pero hay muchos más mundos nuevos por venir y otros cuantos que no se han llegado a ver en la serie original", anticipó.
El toque final
La Reina Negra tiene varias secuencias emocionantes y sin duda alguna, la última toma está entre ellas. Sobre el rodaje de esta escena, el cocreador contó que siempre tuvo en la cabeza cómo se iba a filmar, reconociendo la labor de Greg Yaitanes, que fue el encargado de dirigirla, y también la interpretación de Emma D'Arcy.
"La última línea del guion decía así: "Rhaenrya mira hacia arriba y la guerra está en sus ojos" y ese siempre fue el plan para terminar la temporada, porque después de todo este debate interno que atraviesa Rhaenyra a lo largo del episodio, todo cambia en el preciso instante en el que se entera de la traición en Bastión de Tormentas y de la muerte de su hijo", describió.
'La casa del dragón' ya está disponible en HBO Max.