Desde el mítico episodio de la Boda Roja en Juego de tronos, estas ceremonias suelen acabar en tragedia, y esta es una tradición que Succession ha honrado religiosamente desde el enlace de Shiv y Tom en la primera temporada de la serie.

A la muerte del camarero que hundió a Kendall en el abismo siguió la cruel traición de Lady Caroline a sus tres hijos tras sus segundas nupcias en la Toscana y ahora, en la boda de Connor, ocurrió lo inevitable en una jugada que contra todo pronóstico resultó sorprendente: la muerte de Logan Roy, el patriarca de la familia y titán de Waystar Royco.

Además de preparar su tablero materializando lo inexorable y poniendo en marcha el proceso sucesorio anunciado en el título y plantado desde el primer episodio de la serie, Succession también consiguió algo con lo que no contábamos, y que si me lo hubieran preguntado el sábado habría dicho que era imposible: que empatizáramos, nos conmoviéramos y nos sintiéramos identificados con los tres caprichosos, insufribles, tóxicos, narcisistas y megaprivilegiados hermanos pequeños de la familia Roy. 

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¿Cómo lo consiguieron? Con el preciso guion de Jesse Armstrong y el trabajo colaborativo del director, Mark Mylod, y el fabuloso elenco de actores, encabezado por Sarah Snook, Kieran Culkin y Jeremy Strong.

La clave estuvo en rodar la secuencia completa en la Kendall, Roman y Shiv se enteran de la noticia de la muerte de su padre en tiempo real; sin cortes, para que el espectador pudiera sentir su desconcierto y dolor, porque sabemos que el duro golpe de la muerte de un ser querido que llega sin previo aviso sí es una situación por la que podríamos pasar todos. Si no lo hemos hecho ya.

Kieran Culkin en 'La boda de Connor'

Muerte fuera de plano

El primer paso para que el sentimiento de confusión e incredulidad por el que pasan los personajes fuera efectivo y contagioso en quienes lo vemos, fue decidir que la muerte de Logan ocurriera fuera de plano. No somos testigos del momento en el que el personaje de Brian Cox sufre un ataque, no lo vemos titubear antes, no escuchamos ningunas últimas palabras grandilocuentes, sardónicas o de poética ironía. 

El punto de vista de la escena lo tienen Roman y Kendall, que están en un momento de lo más mundano esperando a que la boda empiece para que pronto acabe. La muerte del padre cuando menos la esperaban, es lo que la hace tan dramática, porque a pesar de la ausencia de drama previo, "el hecho de que sea repentina hace que se sienta real".

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Así lo explica Mark Mylod, director del episodio, en una entrevista en Variety, "En la era moderna, recibimos estas noticias con una llamada telefónica, un texto, o incluso un correo electrónico. No es una escena de muerte shakespeariana". 

Y dado que en la serie se habla de un imperio de medios de comunicación, también quisieron añadir una capa extra mostrando la frustración del público cuando no puede acceder a la información completa de un hecho confuso. "Nos pareció interesante mostrar la ironía de que no pudieran tener toda la información que querían en ese momento", añadió.

Jeremy Strong en el 4x03 de 'Succession'

Rodaje sin cortes

"Cuando leí el guion por primera vez supe que la cámara tenía que ser sádica. Que tenía que poner el objetivo en la cara de esa pobre gente al peor estilo paparazzi: encontrar a las personas que más sufren y ponerles el objetivo en la cara. Y no lo quites. Me pareció muy cruel. Pero también me pareció exactamente lo correcto", explica Mylod.

Pero además de esa cámara que no le da respiro a sus personajes en medio de la conmoción, la clave estuvo en rodar la secuencia sin pausas en tiempo real. El reto principal es que Succession se rueda con película de 35 mm y, como sabemos, hay que cambiar los rollos cada 10 minutos.

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Director y actores estuvieron de acuerdo en que esa era la mejor manera de hacer la escena, así que se pusieron manos a la obra con los ensayos y la planificación. Para ello, se escondieron cargas de película estratégicamente por todo el set y se organizaron para que siempre hubiera una cámara capturando la escena, mientras en la otra se cambiaba el rollo cuando se acababa.  

"Fue un ballet extraordinario entre el reparto y el equipo de rodaje", dice orgulloso Mylod, "si has visto el episodio, ya has visto el resultado y la gran intensidad que se consiguió. Una gran parte de esa toma está el corte final".

'Succession' 4x03

La voz de Tom

La idea inicial es que lo que se vería principalmente sería lo que ocurría en el barco. Pero, según explica el director, Matthew MacFadyen estaba tan fantástico que "acabamos usando mucho más de su parte en el avión durante ese momento de lo que pretendíamos inicialmente". 

La escena estaba escrita de forma que siempre se escucharía la voz de Tom aunque no se viera en pantalla, y mientras rodaron las escenas del barco MacFadyen siempre estuvo al teléfono con sus compañeros de reparto. "De hecho, estaba en Londres en ese momento, a veces estuvo con nosotros durante su madrugada. Esa es su voz, en directo saliendo del teléfono en el momento". 

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('Succession' 4x03)

El abrazo no estaba en el guion

Uno de los momentos más conmovedores del episodio (y para nuestra sorpresa hubo varios) fue el abrazo de los tres hermanos cuando están en el aeropuerto tras la rueda de prensa. "No estaba en el guion, fue algo que ocurrió entre ellos de forma espontánea, fue hermoso" confesó Mylod. En una serie que tiene todo planificado milimétricamente es estimulante comprobar que están abiertos a descubrir y aceptar esos momentos mágicos que se producen durante el rodaje.