Se acabó la espera. Faltan pocas horas para el estreno de la segunda temporada de La casa del dragón, que llega con la renovación por una tercera bajo el brazo que, visto el éxito de la serie no es una sorpresa, pero sí le da al espectador la tranquilidad de que la historia tendrá continuidad y final. Una garantía que escasea cada vez más en los últimos años. 

Tras una primera entrega que cubrió un período de casi 20 años, en la que se establecieron las relaciones entre los principales jugadores del tablero, y se dio el tiempo para que creciera la segunda generación de Targaryen que luchará en la Danza de dragones, el episodio que se estrena el lunes 17 en Max retomará la acción solo una semana después de los hechos acontecidos la última vez que vimos la serie.

Teniendo en cuenta todo lo que está en juego, y que han pasado casi dos años desde el final de la primera temporada, os hemos preparado un resumen con lo que hay que recordar sobre esta saga que dejó la historia de los Targaryen en su punto más álgido y dramático, y con una gran guerra en ciernes.

La profecía 'Canción de hielo y fuego'

En el primer episodio de la serie, el rey Viserys le cuenta a Rhaenyra que Aegon soñó la Conquista: "Aegon vio lo que iba a llegar y quería unificar los Siete Reinos para estar mejor preparado para la amenaza que veía que iba a venir en algún momento en el norte".

Esa amenaza es a lo que se ha denominado en la serie como la profecía Canción de hielo y fuego: "Cuando llegue el gran invierno, todo Poniente deberá enfrentarse a él. Y para que el mundo sobreviva, un Targaryen debe ocupar el Trono de Hierro. Un rey o una reina tan fuerte como para unir al reino contra el frío y las tinieblas". 

Confusión en el lecho de muerte

Viserys organizó una (última) cena para toda su familia en la que hubo, mientras él estuvo presente, un espíritu reconciliatorio con emocionantes brindis por ambas partes.

Con décadas de rencillas aparentemente solucionadas, el rey moribundo se fue a la cama satisfecho y pensando que podía morir tranquilo. Sin embargo, en medio de sus delirios por los efectos de la leche de amapola, Viserys confundió a Alicent con Rhaenyra y respondiendo a la pregunta que su hija le había hecho la noche anterior, en su último aliento, dijo que creía que el sueño de Aegon, era cierto. 

Pero Alicent, que desconocía la profecía, entendió lo único que se podía entender de las confusas palabras de su agonizante esposo: que el príncipe Aegon era el elegido: el conquistador. "De acuerdo, mi rey", dijo, dispuesta a hacer cumplir su último deseo.

Aegon II

Cuando Alicent entró al consejo se enteró de que ya estaban planeando instalar a Aegon como rey por encima de Rhaenyra, que ya estaba de regreso a Rocadragón sin saber aún que su padre había muerto.

Criston Cole asesinó al único miembro del consejo que se opuso al golpe. Días después, y tras obligar a los lores y damas de Desembarco del Rey a elegir un bando bajo amenaza de muerte, Cole coronó a Aegon en el Foso de los Dragones con la corona y la espada del Conquistador delante de todo Desembarco del Rey.

La princesa Rhaenys, a quien Alicent había intentado encarcelar en la Fortaleza Roja, arruinó los festejos cuando atravesó el suelo con su dragón Meleys. Para sorpresa de todos, Rhaenys no eligió violencia. En su lugar, voló a Rocadragón para alertar a Rhaenyra sobre la toma del Trono de Hierro por parte de Aegon.

La coronación de Rhaenyra

Contrario a lo se le pidió en su consejo, Rhaenyra, que acababa de recibir la noticia de la muerte de su padre, no respondió con fuego y sangre a la traición de su hermano Aegon. Mostró moderación y debatió si debía renunciar a sus pretensiones a la corona con tal de mantener la paz y la unidad del reino, tal como se esperaba de ella según la profecía de Aegon El Conquistador que le reveló su padre.  

Fue nombrada Reina en Rocadragón con la corona de su padre que le llevó Arryk Cargyll, que decidió unirse a este bando mientras que su hermano gemelo Erryk se quedó para servir en la Guardia Real de Aegon.

Rhaenyra envió entonces a sus dos hijos mayores, Jace y Luke, para comprobar si los Señores de Poniente recordaban sus juramentos de lealtad hacia ella. A la hora de reclutar aliados para su bando, los Verdes y los Negros acudirán al Señor de Invernalia. además de otras casas importantes como los Tyrell, los Arryn y los Tully, que siguen sin declararse por ninguno de los dos bandos.

La muerte de Luke

Cuando el príncipe Lucerys llegó a Bastión de Tormentas para buscar el apoyo de la Casa Baratheon encontró a un furioso Borros y a su primo, Aemond, que querían uno de sus ojos para vengarse: ojo por ojo. 

Luke decidió partir de vuelta sin el apoyo que buscaba y Aemond lo siguió en Vhagar. Mientras Aemond perseguía a Luke para fastidiarlo un poco, Vhagar mató tanto al dragón de Luke como al joven príncipe. Tal como le dijo Viserys a su hija Rhaenyra en el primer episodio: "La idea de que controlamos a los dragones es una ilusión", son armas de guerra.

"Con la muerte de Luke terminó la guerra de cuervos, emisarios y pactos matrimoniales, lo que dio comienzo a la guerra de fuego y sangre propiamente dicha", reza el libro de George R.R. Martin en el que se basa la serie.

Y así se da comienzo a la Danza de dragones.