Cuando pensamos en la trayectoria cinematográfica de un director como M. Night Shyamalan, rápidamente nos viene a la cabeza una de sus películas más emblemáticas: El sexto sentido (1999). Todo un filme de terror que le encumbró como director y que además consiguió varias nominaciones al Oscar, incluyendo las de Mejor Director, Mejor Guion Original y Mejor Película. Sin embargo, no es el largometraje que más le gusta al cineasta.
En una entrevista que concedió con la revista GQ, se le invitó a nombrar las mejores películas que había hecho y Shyamalan reconoció que "las que más me gustan son las que han mantenido una naturaleza peculiar. El protegido (2000), La joven del agua (2006), La visita (2015) y esta película [Tiempo (2021)]... Las que son un poco raras”.
De hecho, quiso reivindicar precisamente La joven del agua, que actualmente ocupa el segundo puesto de lo más visto en España en el catálogo de Max. "Es mi película menos vista y con la que resuenas más. Ha generado una especie de culto en los espectadores... La gente que la ve una y otra vez y me han escrito para decir: 'Seguimos viendo La joven del agua una y otra vez. Cuando los fans se acercan a ella, es como una película de culto y una película muy interesante para el público", expresó.
De qué va
La historia tiene lugar en un complejo de apartamentos aparentemente normal situado en Filadelfia. Allí, Cleveland (Paul Giamatti) se dedica a investigar las apariciones de una misteriosa mujer que parece una ninfa y que se llama Story (Bryce Dallas Howard). Todo ello en la piscina que él se encarga de mantener cada día.
Pronto descubre que, en realidad, ella es un personaje de un cuento infantil que está tratando de encontrar su camino de regreso a casa. Esto será lo que anime a Cleveland y el resto de inquilinos a ayudar a Story mientras se enfrentan a otras criaturas fantásticas.
El impacto de la película
Aunque la película no lograse el resultado esperado entre el público y apenas recaudase 67,162 millones de euros en total, con un presupuesto de 64,583 millones aproximadamente, Shyamalan sigue escogiendo a La joven del agua como una de sus películas preferidas.
"Es una película muy peculiar y amigable con el público. Le falta coraza o un escudo con respecto a la percepción de aquellos que enmarcan el arte para el resto del mundo... Y su relación conmigo y con el arte es inusual. Ni siquiera quiero hablar de esto de que [los críticos] piensen una cosa de mí o lo que sea, eso es cosa de ellos y simplemente voy a seguir haciendo películas", declaró Shyamalan.
Además, el cineasta también cree que la película es crucial a nivel creativo en su carrera. "Fue la única película en la que perdí dinero, pero también la única con la que dije: 'No voy a pensar en cómo venderla, en qué líneas la venderemos, de qué género es'. Era simplemente una especie de largometraje de fantasía infantil que tenía algo de espeluznante", concluyó.