Antes de Juego de tronos vino Roma y gracias a su existencia la serie de Canción de hielo y fuego fue posible años después. La ambiciosa gesta de esta producción histórica se llevó a cabo gracias al esfuerzo conjunto HBO, BBC y la televisión pública italiana RAI, que facilitó con su participación el uso de los míticos estudios Cinecittà, en los que se construyó la detallada réplica de la Roma Antigua en la que se desarrolla la serie. 

El presupuesto de 110 millones por su primera temporada eran impensables en 2005 para una serie histórica protagonizada por actores desconocidos en su mayoría. Pero más impensable aún fue el despliegue de medios de su producción, con decorados y exteriores que reproducían con rigor las construcciones y estilo de vida de la época, abarcando un área de 20.000 kilómetros cuadrados y con un Foro Romano que se construyó a una escala del 60% del original. 

April Ferry, la diseñadora de vestuario de la serie, calculó en una entrevista en Variety publicada con motivo del estreno, que se produjeron más de 4000 piezas de ropa que fueron elaboradas con algodón, lino, lana y seda importados en crudo de India y Marruecos, que fueron teñidos en Roma. En Bulgaria se fabricaron los casi 2000 pares de sandalias que se utilizaron en la serie, y en la escena del Triunfo de César participaron 750 actores y extras.

Además, los más de 50 extras que fueron contratados como legionarios participaron en un entrenamiento de dos semanas en las que vivieron como soldados romanos de la época, es decir, en tiendas, sin duchas ni jabón, siguiendo un horario estricto y un programa de formación intensivo en uso de espadas y otras habilidades de lucha necesarias.

Roma fue una adelantada a su tiempo.

De la República romana al Imperio

Medio siglo antes del nacimiento de Cristo, Roma se ha convertido en la ciudad más poderosa del mundo, una metrópolis cosmopolita con un millón de personas y epicentro de un Imperio en extensión. Fundada sobre los principios del poder compartido y la feroz competencia personal, la República fue creada para impedir a cualquier hombre conseguir un poder absoluto.

Es una sociedad donde los soldados pueden ascender por encima de los plebeyos para convertirse en héroes y aún en líderes de la República. Pero cuando la clase dirigente se hizo extravagante y rica, las instituciones se desmoronaron desgastadas por la corrupción y el exceso, y los viejos valores de disciplina espartana y unidad social cedieron ante un gran abismo entre clases.

La primera temporada describe la guerra civil de Julio César en el 49 a.C. contra la facción conservadora tradicionalista del Senado romano (los optimates), su ascenso a la dictadura de Roma y su caída, desde el final de la Guerra de las Galias hasta su asesinato.

Un nuevo punto de vista

La ambientación de la serie impresiona, pero también fue un triunfo narrativo. Ambientada en el período que abarca la violenta transformación de la República romana en el Imperio, la serie muestra una historia conocida por todos desde el punto de vista de dos hombres comunes, Lucio Voreno y Tito Pullo, dos legionarios romanos que son mencionados por Julio César en el Commentarii de Bello Gallico.

A través de las versiones ficticias de estos legionarios se retrata no solo el estilo de vida y las intrigas de la élite que gobernaba Roma, sino también el día a día de una metrópoli de un millón de personas y epicentro de un Imperio en extensión.

Y con una base sólida de rigor histórico, pero sin dejar que la verdad estropee un giro de guion, la serie se sirve de algunas licencias artísticas para que las vidas de estos dos soldados sirvan para atestiguar, pero también para influir en los acontecimientos históricos más importantes que se retratan en las dos temporadas.

Fue cancelada, pero tiene un buen final

A pesar de que la serie aumentó su audiencia con las reposiciones de la primera temporada, y de que funcionó bien la venta en DVD, no fue renovada por una tercera. Los altos costes de producción hacían imposible para BBC continuar como socia del proyecto y HBO no podía hacerse cargo de la totalidad del presupuesto.

La noticia de la cancelación llegó antes de que se rodara la segunda temporada, por lo que hubo tiempo de hacer ajustes, y Bruno Heller, su showrunner, tuvo tiempo de darle al final cierta sensación de cierre y una última escena realmente memorable.