Es 1978 y Candy Montgomery (Elizabeth Olsen) vive con todas las comodidades en un barro residencial de un pequeño pueblo de Texas, tiene dos hijos y un buen marido. Tiene lo que las revistas femeninas de la época describen como "la vida soñada por cualquier mujer".

Como el ama de casa perfecta que sale en las portadas de esas revistas, Candy mantiene la casa en orden, cocina y hace pasteles. Estudia escritura creativa, es miembro del coro de su iglesia, participa en actos comunitarios y siempre va perfectamente arreglada.

Candy tiene tiempo para limpiar la casa, llevar a sus hijos al colegio, preparar la comida de su familia y la que comerá con su amante en un motel. Porque también tiene tiempo para tener una aventura y estar a tiempo en su hogar para la cena familiar.

Su mejor amiga es Betty (Lily Rabe). Son inseparables y van a misa juntas con sus respectivas parejas. Pero una tarde todo cambiará de repente cuando Candy acabe con la vida de su amiga propiciándole una serie de hachazos. 41 para ser más exactos.

Un caso real

La protagonista de la miniserie de HBO Love and Death está basada en la mujer real que fue conocida como 'la asesina del hacha', y elige contar la historia desde su punto de vista para tratar de entender por qué un día, aparentemente de la nada, Candy Montgomery decidió actuar de forma tan siniestra y violenta.

Si tenía absolutamente todo lo que una mujer podía desear, ¿qué había llevado a la madre, esposa, amiga, feligresa y vecina perfecta de esa comunidad a matar de un modo tan escabroso? "Siempre quieres más", le dice su marido en un momento del tercer episodio, como poniendo de manifiesto "El problema que no tiene nombre" del que habló Betty Friedan. 

Delante y detrás de cámaras

El guion de David E. Kelly, la dirección de Lesli Linka Glatter (Homeland) y la interpretación del elenco es naturalista y contenida. Una elección que encaja con la incapacidad colectiva para expresar sentimientos que imperaba en la cultura de la década del 70. 

Jesse Plemons y Lily Rabe, Krysten Ritter, Tom Pelphrey y Elizabeth Marvel están magníficos en sus papeles, pero la principal motivación para ver Love & Death es Elizabeth Olsen. Como siempre, tiene una presencia potente y magnética en pantalla y subyuga con su mirada. También enfrenta al espectador a un dilema, porque humaniza tanto a la asesina que será una tarea casi imposible no ponerse de su parte en lugar del de la víctima. 

Otra serie sobre el mismo caso

En 2022, Jessica Biel (The Sinner) protagonizó la miniserie de Hulu Candy: Asesinato en Texas, una producción creada por Nick Antosca (Channel Zero: Candle Cove) y Robin Veith (Mad Men), que está disponible en Disney+.