“Es muy fácil ayudar y estar con alguien cuando te va bien en la vida. Cuando las cosas se complican es cuando ves quién es un amigo y quién no”. A simple vista, un cínico podría pensar que esta reflexión de Jason Segel parece sacada de un libro de autoayuda. Después de ver su última película, El amigo, se entienden mucho mejor sus palabras. Tras pasarse un año en el cajón esperando a que la crisis de los cines se solucionara, Movistar+ ha rescatado esta película sobre la amistad, la muerte y la familia con Dakota Johnson, Casey Affleck y el actor de Cómo conocí a vuestra madre al frente de su reparto.
El amigo es la adaptación al cine de un devastador y emocionante artículo de Esquire que Matthew Teague escribió después de la muerte de su mujer. “Lo leí después que el guion de la película. Conocía la historia que me iba a encontrar, pero fue como recibir un puñetazo en el estómago. Es un texto difícil, auténtico y muy emocionante”, recuerda Segel sobre un ensayo que se enfrentaba a la muerte y la tragedia desde un punto de vista inexplorado. En lugar de despedirse de su joven esposa, el periodista decidió centrarse en la persona que había hecho posible que la peor experiencia de su vida fuese algo más tolerable y humana. Dane, el mejor amigo de la pareja, interrumpió su vida cuando descubre que ella sufre un cáncer terminal. El amigo del título se mudó con la pareja para cuidar de ellos y de sus hijos, cambiando la vida de todos ellos, incluido él mismo, para siempre.
El amigo: el amor no es una palabra lo suficientemente grande inspiró a Gabriela Cowperthwaite a abandonar sus documentales (como Blackfish, la impactante película que mostraba las consecuencias de mantener a las orcas en cautiverio) y enfrentarse a otra historia real desde una perspectiva muy diferente. Durante la presentación mundial de la película en el Festival de Toronto de 2019, hablamos con su protagonista de la amistad, la intimidad con los hombres en los tiempos de las nuevas masculinidades y las conclusiones a las que llegó después de cumplir los treinta.
El amigo ofrece una visión distinta de la amistad entre dos hombres a lo que hemos visto en cine y televisión.
He estado pensando en esto desde que hice la película. Antes de cumplir treinta hice un montón de películas sobre “bromances” que estaban centradas en la amistad entre dos hombres. Todas ellas tiran de ironía y humor, como si hubiera una necesidad de plantar límites en la relación y dejar claro que la relación no es tan íntima, incluso cuando lo es. Estoy orgulloso de hacer una película que huye de estos prejuicios y es refrescante en sentido. Casey y yo hablamos de esto en el rodaje. Dos hombres pueden estar ahí el uno para el otro. Cuanto más mayor me he hecho, más importantes se han vuelto mis amistades con otros hombres. De un modo muy concreto, además. Hay una serie de personas en mi vida a las que puedo llamar y decir “estoy confundido”, “tengo miedo”, “me pasa algo”. Y eso es algo que solo me ha pasado cuando había pasado ya de los treinta. Antes me parecía vergonzoso.
Pocas películas han abordado tan directamente la amistad como esta. ¿Qué entiendes tú por ser o tener un buen amigo?
Los buenos amigos en mi vida son gente que no tienen miedo de ser claros y directos conmigo cuando me he comportado o me comporto como no debería. Es muy fácil ayudar y estar con alguien cuando te va bien en la vida. Cuando las cosas se complican es cuando ves quién es un amigo y quién no. En mi vida las personas que tienden a quedarse son los que son capaces de coger y decirte: “oye, me preocupas”.
La película plantea la idea de que puede que tengamos menos tiempo del que pensábamos. ¿Hay una lista de deseos que tengas en la cabeza?
Me gustaría viajar más. Es algo de lo que me di cuenta cuando terminé de hacer Cómo conocí a vuestra madre. Empecé a rodar la serie con 24 años y acabé con 34. De alguna forma se había pasado una década de golpe sin hacer esas cosas que me gustaban tanto. Se habían convertido solo en un trabajo. Había ido a muchos sitios, pero solo por trabajo. Quedarte en un hotel, hacer entrevistas, no salir a ninguna parte… Eso no es viajar. Los recuerdos de esa época se mezclan en mi cabeza. Me di cuenta de que no había hecho nada memorable en esa década a nivel personal. Miré a mi alrededor y todos mis amigos estaban casados, tenían hijos o hablaban de hacer brunch (ríe). Yo no tenía nada de eso. Estoy intentado vivir mi vida de forma más equilibrada y trabajar menos.
¿Es más complicado llevar una vida personal saludable cuando te dedicas a algo como la interpretación?
Una de las cosas de las que me he dado cuenta al hacerme mayor es que este trabajo, estas experiencias, no están separadas de mi vida. Cuando acabe de hacer este trabajo, no voy a desconectar y volver a mi vida. Estoy en ella todo el tiempo. Por tu bien más te vale reconciliar todos los frentes de tu vida. Para mí ha sido muy importante darme cuenta de eso. Trabajé sin parar durante una década con la mentalidad de que cuando eso acabara podía volver a la vida real. Y entonces descubrí que había pasado por delante sin darme cuenta.
¿Pesa más el hecho de interpretar a alguien que existe en la vida real y va a ver la película?
No me preocupé demasiado por parecerme al Dane de verdad. No es una figura conocida. Esta historia busca ser un relato universal sobre la amistad, la pérdida y la ayuda. Me centré más en encontrar las partes que había en común entre mi personalidad y la de él. A partir de ahí, creé al personaje. La verdad es que con una película así el mayor desafío, puede que siempre lo sea pero aquí lo fue más, es negociar contigo mismo lo honesto que estás dispuesto a ser cuando la cámara te está apuntando a la cara. A veces lo que te pide la historia es no hacer nada o mostrar lo menos posible, en lugar de intentar lucirte tú o impresionar a la directora o al espectador que va a ver la película al otro lado. Lo que hice fue relajarme y estar muy atento a lo que estaba pasando a mi alrededor.
¿Ha cambiado algo la película tu percepción de la amistad?
Sé que mi personaje es el que parece que está ayudando a los demás en todo mundo, pero hay una escena en la que Dane se va a los Canyonlands. Allí recibe la llamada de Matt, Nicole y los niños… Eso me impactó mucho. No sé exactamente qué es lo que estaba haciendo ahí Matt. Puede que estuviera ahí para quitarse la vida o puede que estuviera intentando huir de la depresión, pero esa llamada de sus amigos pudo cambiar su vida. Ese detalle me hizo fijarme en lo importante que era hacer esas llamadas, estar pendiente de la gente que te importa. Los pequeños gestos pueden marcar una diferencia.
El amigo es una experiencia intensa. ¿Cómo puede hacer un actor para que el rodaje no lo sea tanto y no le consuma?
Tuve mucha suerte porque puede incorporarme a la película dos semanas antes de empezar a rodar. Dakota y Casey tenían la agenda más apretada, así que llegaron mucho más justos. Me instalé en el pueblo de Alabama en el que íbamos a rodar y me escapaba todos los días por la zona. Cuando empezamos a rodar me sentí muy cómodo. Ya era yo mismo. Actuar es algo muy particular, ¿sabes? Haces todo tipo de trucos con la esperanza de sentirte normal. Creo que esa es la razón por la que los niños pueden actuar tan bien. Saben comportarse de forma normal sin más.
'El amigo' ya está disponible en Movistar+.
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