Crítica: 'Yellowjackets' se entrega al canibalismo en su temporada 2 y da lo que prometió en su estreno

"Si hacemos bien nuestro trabajo, comerse a una persona no será lo más transgresor que hagan las supervivientes del accidente de avión". Con estas palabras describe la segunda temporada de Yellowjackets su showrunner, Jonathan Lisco, y después de ver los dos primeros episodios estoy en posición de deciros que no miente: bienvenidos al invierno caníbal.

La serie de Showtime regresa a Movistar+ en plena forma y dispuesta a dejarnos con la boca aún más abierta. Sus responsables parecen haber tomado como mantra la ominosa frase que dijo Lottie en el final de temporada y todo demuestra que "la oscuridad los ha liberado". En esta entrega el canibalismo deja de ser una promesa mucho antes de lo que imaginábamos, han acelerado la caída al abismo de sus jóvenes protagonistas y todo apunta a que no tienen freno.

Yellowjackets nos pilló a todos por sorpresa en su estreno y en su vuelta supera las expectativas. Rápidamente nos deja claro que lo más terrorífico de esta historia no es que esas adolescentes se hayan comido a alguna(s) de las suyas para sobrevivir, porque esa caja de Pandora ya se ha abierto en los primeros episodios, y ahora no podemos ni imaginar lo que harán en los meses que faltan hasta que llegue su rescate. 

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La cabaña del invierno caníbal.

El invierno está siendo inclemente y la carne del oso que han ido racionando está a punto de acabarse. La nieve y las heladas también son responsables de que no hayan podido enterrar a Jackie, y el hecho de que su cuerpo congelado siga presente no ha facilitado que Shauna procese el duelo de forma racional. Mucho menos el trauma de su muerte, por lo que las charlas con el cadáver de su amiga son cada vez más largas y desquiciadas.

En el presente, también hay varios frentes abiertos. Por un lado están Nat y Lottie, a quien vemos en estos episodios no solo en la edad adulta, sino también justo después del rescate de las supervivientes en 1998, cuyas imágenes de la llegada a tierra firme vemos por primera vez.

Por el otro, Misty está siguiendo la pista de la desaparición de Nat; Taissa, recién elegida senadora, está perdiendo cada vez más el control; y Shauna, que protagoniza una retorcida escena sexual con Jeff, tiene en los talones a la policía y a su propia hija tras la desaparición de Adam.

Simone Kessell interpreta a Lottie en el presente.

['Yellowjackets', la serie de moda es un cóctel retorcido y muy adictivo, perfecto para ver en maratón]

La Misty de Christina Ricci sigue dándonos los momentos más divertidos, y Lottie nos intriga con su misticismo, pero sin duda, son las dos versiones de Shauna, igualmente perturbadas, las que se siguen robando el show en las dos líneas temporales de la serie por sus decisiones impulsivas que nos dejan cada vez con la boca más abierta.

Aunque se siguen abriendo interrogantes y acentuando misterios en la parte sobrenatural de la historia, en los primeros episodios se nos dan varias respuestas que en otras series se habrían mantenido sin resolver hasta mucho más adelante, sobre todo, teniendo en cuenta que Yellowjackets ya está renovada. 

Si nos tenemos que guiar por el tramo inicial, muy mal tienen que ir las cosas para que en su segunda temporada la serie no supere el nivel de la primera. Y además, viene más adictiva, porque sus responsables han perfeccionado el arte del cliffhanger y se reservan para los últimos minutos de cada episodio una secuencia de imágenes que os harán clavar las uñas en el sofá.

Los nuevos episodios de 'Yellowjackets' están disponibles los viernes en Movistar Plus+.