Después del éxito alcanzado con Mira lo que has hecho, Berto Romero se lanza de lleno a probar el género de terror con El otro lado, una miniserie de seis episodios que se estrena el 23 de noviembre en Movistar Plus+.
Al igual que ocurría en su otra serie, Romero escribe los guiones y se pone frente a la cámara en el papel protagonista interpretando a Nacho Nieto, un periodista especializado en lo paranormal que pasa por su peor momento profesional y personal. Tras un intento fallido de suicidio, vuelve a la vida acompañado por el fantasma de su mentor, el doctor Estrada, mítico comunicador del misterio, fallecido hace más de 20 años.
En ese momento se cruza en su vida un virulento caso poltergeist en un piso del extrarradio de Barcelona, en la calle Cardenal Cardona, quizás el caso paranormal más importante de los últimos años. Nacho acude al piso de los fenómenos, donde viven Eva y Rubén, acompañado por el espíritu de su mentor, y ayudado por Juana, su mano derecha en su antiguo programa de radio.
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Sobre el proceso creativo de la serie y su manera de trasladar las inquietudes sociales actuales a través de una mezcla bien medida de comedia y terror hablaron los directores Javier Ruiz Caldera y Alberto de Toro con SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL.
Entre otras cosas, cuentan cómo se desenvuelven a la hora de combinar ambos géneros y también cómo fue hablar sobre lo paranormal y las personas que lo investigan desde el respeto y el escepticismo.
Combinando comedia y terror
Según Alberto de Toro, el terror y la comedia "son géneros muy puros que van a una emoción muy concreta" y que lo que se busca a través de ellos está "muy delimitado". Sin embargo, también supo ver el nexo entre ambos, que es la base de historias como la de El otro lado.
"Siempre he creído que de las emociones más extremas siempre sale el humor. Tiene que hacerlo, aunque sea como válvula de escape, y yo creo que el humor y el terror congenian más de lo que parece. En este caso, lo que nos pasó es que siempre los quisimos separar bastante, intentando que un género nunca contaminara al otro", añadió.
"Y sí que, aunque puedan parecer dos géneros muy diferentes, también hay muchos tipos de terror y muchos tipos de comedia", replicó Javier Caldera. "Nosotros siempre afrontamos ambos géneros desde un punto de vista realista y no queríamos que fuera una pura astracanada, sino llevar siempre la naturalidad como bandera, tanto en las interpretaciones como en la puesta en escena".
Sin caer en la burla o caricatura
Además de tener claro cuáles eran las fronteras de los diferentes géneros que se exploran, los creadores de El otro lado también quisieron dejar a un lado la posibilidad de caer en el terreno de la parodia o la caricatura de los personajes que se inspiran en personas reales.
"Ir a reírte de ellos hubiera sido lo fácil", reconoció Alberto de Toro. "No nos interesaba eso, queríamos hacer algo más realista y tomar un camino que no fuera tan sencillo". "Desde 'El otro lado' no se busca reírse de estos comunicadores, al menos no de los que decís que son referentes de lo paranormal. Pueden haber sido referentes estéticos, pero lo que se quiere reflejar es más bien un tipo de comunicación en general, los diferentes tipos de periodismo", añadió Javier Caldera.
"Si haces esto desde la parodia o la caricatura, pues pierde fuerza, ¿no? Desde el guion, Berto conoce muy bien lo que es el mundo de la televisión. Ha trabajado muchos años y ha intentado hacer como una exposición de ese mundo con un punto de vista que no es satírico, pero que sí reflejan algunos personajes o maneras de entender el periodismo", continuó Ruiz Caldera.
La realidad como telón de fondo
En El otro lado, salta a la vista que los dos personajes principales podrían ser el ejemplo perfecto de algunas de las diferentes masculinidades que existen hoy en día. Algo que se explora desde el punto de vista de "tres guionistas hombres, dos directores que son hombres y en una serie protagonizada por bastantes hombres", tal y como observó Javier Caldera.
"Obviamente se habla de masculinidades por eso mismo. Pero también está el tema de cómo intentamos adaptarnos y cómo cometemos errores. Y hay personajes en la serie que muestran diferentes maneras de entenderlo", agregó, refiriéndose a la diferencia entre Nacho y Estrada (Andreu Buenafuente) en la serie.
"Es uno de los tantos temas que se tratan en el guion, que tiene muchas capas", continuó. "Es curioso, porque siempre parece que estemos hablando de un tema de hace 20 años, cuando resulta que es algo que sigue candente, que sigue pasando. Sigue habiendo actitudes machistas por un tubo, que son sistémicas y endémicas. Y esto ha empezado a cambiar hace muy poco. No son asuntos del pasado, esto es algo por lo que hay que continuar luchando", quiso decir también Alberto de Toro.
Respetar desde el escepticismo
"Hay mucha diferencia de opiniones, porque yo realmente no creo en estas cosas, soy muy escéptico", confesó Alberto de Toro. "Ojalá creer en esto, porque a mí, como fan del género, me gustaría que existieran los fantasmas y todo el mundo paranormal. Yo quiero que se levanten los zombis", bromeó.
"Yo también soy escéptico, pero hemos tratado desde el respeto estos relatos, porque los personajes, aunque puedan parecer paradójicos o no, se toman muy en serio su trabajo. Y las personas que dedican toda su vida a estudiar lo paranormal merecen un respeto. ¡Porque menudo trabajo!", opinó Javier Caldera.