¡Olvídate de mí!, también conocida por su título en inglés Eternal Sunshine of the Spotless Mind, es quizá uno de los mejores dramas románticos de los últimos años. Y también una de las películas que mejor han representado el amor y el desamor. 

El largometraje dirigido por Michel Gondry y estrenado en el año 2004 combina los elementos del drama y el romance con la ciencia ficción y la comedia, difuminando los límites entre la realidad y la ficción y regalándonos el que ya se considera como uno de los filmes más melancólicos del siglo.

En él se cuenta cómo Joel (Jim Carrey) acaba de descubrir que su novia Clementine (Kate Winslet) ha hecho que borren de su memoria todos los recuerdos de su tormentosa relación. 

Desesperado, se pone en contacto con el creador del proceso, el Dr. Howard Mierzwiak (Tom Wilkinson) para que borre a Clementine de su memoria. Pero cuando los recuerdos de Joel empiezan a desaparecer, de pronto redescubre su amor por Clementine. Y desde lo más profundo de su cerebro intentará parar el proceso.

La película fue muy bien recibida en su momento por la crítica especializada, que elevó su puntuación en Rotten Tomatoes a un 93%. De hecho, es un título que ha sabido envejecer bien en los últimos veinte años y ya se ha convertido en un filme de culto, gracias en parte al fantástico guion de Charlie Kaufman -que se llevó un Oscar en el año 2004-.

Fotograma de '¡Olvídate de mí!'

Partiendo de un presupuesto de solo 20 millones de dólares, la película logró recaudar 70 millones de dólares en taquilla a nivel mundial y fue nominada a dos categorías en los premios de la Academia, que acabaron reconociendo la compleja narrativa y su manera de retratar el funcionamiento de las relaciones y la memoria.

Se trata de una de las imprescindibles de los últimos veinte años, también por el magnífico reparto que encabezan Carrey y Winsley y que completan Kirsten Dunst, Mark Ruffalo, Elijah Wood y Tom Wilkinson.

El desenlace iba a ser otro

'¡Olvídate de mí!'

Una de las razones por las que ¡Olvídate de mí! va a ser siempre un icono es por su final. Un desenlace agridulce capaz de generar un vacío sobre el que reflexionar durante varios días después de haber visto la película.

Después de haber olvidado todo sobre su pasado juntos, Joel y Clementine vuelven a repasar los recuerdos que compartieron gracias a una empleada de Lacuna Inc., la empresa que se encargó de borrar su memoria. Y cuando ambos son conscientes de lo que ha salido mal, deciden darse otra oportunidad.

Sin embargo, pronto descubrimos a los protagonistas corriendo en una playa nevada. Una secuencia que se repite varias veces y que sugiere que ambos están destinados a repetir este proceso varias veces y a olvidarse el uno del otro solo para volver a enamorarse una y otra vez.

También se puede interpretar como algo más positivo y ver esta escena como un recuerdo feliz que se repite y al que se aferran los personajes como una manera de romper el bucle.

Es un final que sigue generando incógnitas, que se puede interpretar como prefiramos y que, en un principio, no iba a ser así. El primer borrador del guion de la película incluía un desenlace mucho más oscuro.

Así lo contaron Carrey y Gondry en una entrevista con Vanity Fair, revelando que Kaufman tenía dos caminos planteados para la historia. "No terminábamos juntos en la versión de Charlie. Yo me alejaba", contaba Carrey, mientras Gondry coincidía con él y añadía que el guionista también se ofreció a hacer que todo lo que se cuenta fuera en realidad algo que ocurre en la cabeza de Clementine. Por suerte, el que pasó el corte fue el mejor desenlace posible, aunque siga generando algún quebradero de cabeza.

Ficha

  • Dónde verla: Movistar Plus+ y Filmin
  • Duración: 108 minutos
  • Año de producción: 2004
  • Dirigida por: Michel Gondry
  • Escrita por: Charlie Kaufman
  • Reparto: Jim Carrey, Kate Winslet, Kirsten Dunst, Tom Wilkinson, Mark Ruffalo, Thomas Jay Ryan, Jane Adams, David Cross, Elijah Wood