Letty Raines (Michelle Dockery) es una ladrona y estafadora profesional que ha salido recientemente de prisión con libertad condicional por buena conducta y está intentando recuperar la custodia de su hijo de diez años, que está a cargo de su madre con una orden de restricción de por medio.

A pesar de ir más que en serio con su propósito y de sus buenas intenciones, Letty no ha dejado su antigua actividad, no solo porque es su medio de subsistencia, sino porque realmente lo disfruta. Y además lo hace muy bien.

Un día, mientras está haciendo uno de sus trabajos, su camino se cruza con el de Javier (Juan Diego Botto), un asesino a sueldo contratado para acabar con la mujer de su cliente. Aunque se resiste en un primer momento, Letty decide intervenir. Ese encuentro marca el inicio de una complicada y fascinante relación de colaboración profesional y dependencia tóxica entre ambos.

Así empieza Buena conducta, una serie de dos temporadas que produjo y emitió en Estados Unidos TNT entre 2016 y 2017 (en España puede verse en Movistar Plus+), que no obtuvo el reconocimiento que se merecía durante su estreno, porque es una de las series más adictivas y entretenidas de los últimos 20 años.

Una química explosiva

Gran parte de su atractivo reside en sus dos protagonistas, interpretados por unos apabullantes Michelle Dockery (Downton Abbey) y Juan Diego Botto, que hacen gala de una química pocas veces vistas en pantalla. Tan poderos y potente, que casi podría hacer explotar cosas en nuestro salón.

Aunque es justo decir que Buena conducta tiene algunas de las escenas de sexo más sexys de la televisión, no solo de química vive la serie. La relación personal entre Letty y Javier es complicada de base, pero esa complicidad inicial evoluciona a través de caminos inesperados y los reta constantemente.

La Letty de Dockery es magnética. Su personaje es el de una mujer compleja y llena de contradicciones, a la que el espectador verá cometer errores y rendirse ante sus adicciones, mientras lucha por recuperar la confianza y el cariño de su hijo a pesar de todos los obstáculos.

Letty es uno de los personajes femeninos más interesantes y atractivos de la década anterior, uno ante es el que es imposible no caer rendido a pesar de sus imperfecciones, tal como lo demuestra su agente de la condicional. Además, es un disfrute verla asumiendo diferentes roles cuando está ejecutando sus misiones.

Perfecta para un maratón vacacional

Es una serie muy entretenida, que da drama, tensión constante, acción, giros en la trama y también una agradecida dosis de humor negro, es perfecta para evadirse durante las tardes de verano. 

Aunque lamentablemente no fue renovada por una tercera temporada, y es cierto que deja al espectador con ganas de más, podéis verla sin miedo a que la cancelación os deje colgados y con tramas abiertas, porque el útlimo episodio sirve como final emocional y deja a sus personajes en un buen punto y con sensación de cierre.