En 1992 todo el mundo quedó seducido por Kevin Costner en El guardaespaldas, las fantasías eróticas de medio mundo empezaron a pasar por tener un escolta que le protegiera y que luego le hiciera el amor como tuvo Whitney Houston en uno de sus pocos papeles protagonistas en cine.
Desde entonces no se había encontrado a otro rostro que sustituyera el de Costner como imagen de los guardaespaldas en el cine o las series, hasta que ha llegado Richard Madden para protagonizar Bodyguard, la serie más adictiva que uno puede ver ahora mismo.
El que hiciera de Robb Stark, el Rey del Norte, en Juego de Tronos, protagoniza una serie que realmente emite BBC, pero que Netflix ha añadido a su catálogo y se ha encargado de convertir en un fenómeno en todo el mundo, especialmente en Reino Unido, donde se ambienta y donde ha hablado de ella hasta la Primera Ministra, Theresa May, que ha dicho que la política real no es tan glamourosa. La serie ha enganchado a todo el mundo gracias a sus giros constantes, su tensión in crescendo y su capacidad de construir un thriller hablando de problemas reales como el terrorismo, el miedo, la vigilancia extrema o las cloacas del estado.
Richard Madden es el protagonista absoluto, un guardaespaldas que actúo como militar en las guerras de Irak y Afganistán, donde una serie de sucesos hicieron que quedara traumatizado. Su mujer no quiere verlo, y vive obsesionado con que en cualquier momento Reino Unido puede sufrir un nuevo ataque terrorista. En su nueva vida como escolta recibe un encargo de altura, servir a la Ministra del Interior, una polémica política que no sólo fue la responsable de mandarle a dicha guerra, sino que prepara una ley para poder espiar a todos los ciudadanos. Sus responsables le dicen que no sólo la proteja, sino que también la espíe ya que nadie se fía de ella.
La serie irá dando giros cada vez más locos, incluso él será inculpado de un asesinato. Pero por supuesto, al ser una serie de guardaespaldas tenía que haber tensión sexual, ya que él se sentirá atraído instantáneamente por la primera ministra, y tendrá una relación con ella.
Una de las cosas interesantes de la serie, es que este guardaespaldas es un objeto del deseo. Las escenas de sexo de Richard Madden han dado la vuelta al mundo, y todo el mundo ha hablado de que es más sexy que Kevin Costner. Una cosificación que no ha gustado nada al actor, y que también ha usado para hacer una reflexión, ya que ha planteado cómo se habrán sentido las mujeres durante décadas cuando han sufrido estos problemas constantemente.
Para Madden este papel es el caramelo que necesitaba. Desde que fuera asesinado en aquella Boda Roja de Juego de Tronos no escapaba de su imagen de galán de época. Había sido el príncipe de La cenicienta de Kenneth Branagh, y había estado en Los Medici, pero todavía ningún papel que no fuera de época y que le permitiera lucir su potencial dramático. Bodyguard lo ha logrado con creces, ya que no sólo es el actor de moda, sino que ha sido nominado a los Globos de Oro, donde la serie también es candidata, aunque se han olvidado del otro pilar de la serie, la actriz Keeley Hawes, que da vida a la ministra Julia Montague, para quien se ha inspirado en Amber Rudd, ministra Interior en 2016.
Hawes ya trabajó con el creador de la serie en su anterior ficción Line of Duty, la serie que le colocó que le dio a conocer en todo el mundo, y que ahora muchos recuperarán gracias al éxito de este Bodyguard del que se espera que haya una segunda temporada de la que no se había hablado inicialmente.
Noticias relacionadas
- La última revolución de Netflix: una serie en la que tú eliges el destino del protagonista
- ‘Under the silver lake’, la película más sorprendente que verás estas navidades
- Michael Douglas, de ‘Instinto Básico’ a sus problemas de próstata en Netflix
- Elsa Pataky lidera el matriarcado de sirenas de Netflix