¿Qué tienen en común Ghost, La milla verde y la serie Gambito de Dama? Que las tres usan un tropo de la ficción conocido como "negro mágico", arquetipo que yo desconocía hace solo unas semanas. Aprendí lo que significa (e implica) después de leer una crítica de esta serie de Netflix en la publicación independiente BitchMedia, en la que llamaban la atención sobre la representación problemática de Jolene, el personaje de la amiga de Beth.
El Magical Negro (expresión con connotaciones negativas que es usada de forma intencional para destacar su condición arcaica) es un personaje secundario al que se le atribuye extrema sabiduría o poderes místicos, cuya única función en el relato es ayudar al protagonista blanco; como los que interpretan Whoopi Goldberg en Ghost o Michael Clark Duncan en La milla verde. Las representaciones que encajan en este tropo, que es descrito como una evolución de las caricaturizaciones del "salvaje noble" o el "esclavo feliz", son la de personajes sin arco propio que tienen el poder de salvar una historia, pero en lugar de hacerlo ellos mismos se convierten en el ángel guardián, mentor o hada madrina del protagonista blanco, para que sea este quien triunfe. Ahora que conoces la teoría, seguro que te vienen a la mente otros muchos más.
Es posible que te preguntes por qué debemos considerar esto problemático. La respuesta es que es una forma en la que continúan perpetuándose estereotipos. Qué historias son protagonizadas por quiénes, por qué algunas minorías no tienen la oportunidad de acceder a ciertos papeles, cómo son representadas en aquellos que sí, y cómo las percibimos el resto sigue estando en la mesa de debate. Me gusta pensar que tengo mirada crítica para analizar la ficción desde estos puntos de vista pero, en este caso, reconozco que este de Gambito de dama me pasó desapercibido.
Como me faltaba contexto cultural, vi a Jolene con una luz diferente, una muy positiva. Me pareció bonito que fuera precisamente ella, una mujer negra que había crecido en un orfanato, quien años después tuviera la capacidad de ayudar económica y emocionalmente a su amiga. Dicho así, parece que me estoy dando la razón, pero lo que había hecho era una lectura condescendiente; lo comprendí después.
Como suelo hacer en estos casos, porque no es la primera vez que me pasa ni será la última, me quedo con lo positivo: aprendí algo nuevo y la próxima vez tendré una herramienta más de análisis. Esto es lo que me gusta de las series, y también de escribir y leer sobre ellas, que la mirada de otros me puede descubrir otras formas de ver y entender el mundo. Porque por muy deconstruida que crea estar, me queda mucho camino por recorrer.