Crítica: 'Sex Education' progresa adecuadamente en la temporada 3 y sigue siendo una serie sobresaliente
La nueva entrega trae muchas novedades, la más importante es la incorporación de Jemima Kirke como la nueva directora que viene dispuesta a revolucionar el instituto Moordale.
17 septiembre, 2021 09:44Noticias relacionadas
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Se acabo la espera, por fin ha vuelto Sex Education, la que es, sin duda, una de las mejores series juveniles de la última década. La tercera temporada ha llegado a Netflix un poco más tarde que de costumbre, pero en la época perfecta porque coincide con el fin del verano y el inicio del nuevo curso para nosotros. Y también para los protagonistas, porque la vida en Moordale trae muchos cambios.
Tenemos nueva directora en el instituto, Hope, interpretada por Jemima Kirke (Girls), que en su performativa primera aparición es la imagen de la modernidad. Solo le hacen falta dos minutos para representar una ruptura con el anterior director, Michael Groff, pero su nombre debe haber sido elegido de forma irónica, porque lo que parecía ser un soplo de aire fresco pronto se vuelve un tornado denso y turbio.
Bajo la influencia de Hope la vida en los pasillos de Moordale cambia radicalmente. También dentro de las aulas, tanto, que empezamos a echar de menos el consultorio sexual clandestino que servía como premisa de la serie. No porque tengamos nostalgia de esa trama, sino para que los estudiantes, más perdidos que nunca, no vivan bajo un régimen de desinformación lleno de peligrosos prejuicios e ideas erróneas sobre la sexualidad. Lo positivo de todo esto, es que la serie puede hacer honor a su título y darnos una buena sex education.
En cuanto a las tramas de personajes, en los cuatro episodios que he podido ver antes de escribir este texto, y utilizando lenguaje del entorno estudiantil: progresan adecuadamente. En esta temporada se desarrollan más algunos personajes secundarios, descuidados en las anteriores en favor de los cuatro principales. La mayor sorpresa es Ruby, la líder del grupo de los tres pijos que no se relacionaban con nadie. Entramos en su casa, conocemos un poco más lo que hay detrás de esa fachada de perfección física. Y por qué esa fachada existe.
También destaca Cal (Dua Saleh), estudiante de género no binario que llega para hacer crecer el espectro queer de la serie. Por lo visto hasta ahora, Cal tiene mucho que aportar y sus escenas con Jackson demuestran potencial. Adam, por su parte, que siempre ha sido un personaje extremadamente complejo por su homofobia interiorizada, y cuya relación con Eric hizo saltar algunas alarmas al final de la temporada anterior, está viviendo una evolución realmente interesante. Veremos a dónde lo conduce.
Aimee, centro de la escena icónica de la temporada pasada (la del autobús), lidia con las consecuencias de su agresión y avanza en su viaje paso a paso, pero por el camino correcto, uno que es muy positivo representar en pantalla. Hablando de escenas icónicas, en las dos entregas anteriores siempre ha habido un momento que se convierte en el más memorable, a mitad de temporada, la de esta aún no ha llegado. Confiemos en que aparecerá.
Por si os lo estabais preguntando, sí, se retoma la trama del mensaje de audio borrado al final de la temporada anterior. Pero sobre esto no os contaré nada porque entra en territorio espinoso de spollers. No os preocupéis, que aunque no haya encontrado cabida en estos párrafos, Maeve sigue teniendo el protagonismo que merece y tramas dignas de su personaje.
Notaréis que no he hablado de Otis o quizá, si sois como yo, ni siquiera habíais notado su ausencia. Confieso que es algo personal. Para mí es el equivalente a Dawson Leery o Ted Mosby, el protagonista poco interesante y agotador que tiene demasiado tiempo en pantalla. En esta temporada la sensación no ha cambiado y sus conflictos y tramas me resultan poco estimulantes. Es buen amigo de Eric y suele dar consejos muy acertados, así que igual no está tan mal como creo, pero como individuo me resulta insípido en comparación con todos los demás. Afortunadamente, esto no afecta a los personajes con los que interactúa.
Esto es una nota al margen, pero la escribo pensando en otros lectores como yo. Si estoy viendo una ficción de terror, de venganza o con psicópatas, y matan a un animal, no me gusta, pero entiendo que son las reglas del género. Ahora, cuando pasa en una comedia, lo considero una traición, porque se supone un espacio seguro. Y este año ya he visto dos. Aviso para sensibles: el inicio del 3x03 de Sex Education.
La tercera temporada de 'Sex Education' se estrena en Netflix el 8 de septiembre.
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