Netflix estrena el viernes 14 de enero La casa, una excéntrica película antológica realizada con la técnica de animación del stop-motion para contar tres historias diferentes. Unos relatos surrealistas y repletos de humor negro sobre aquellos individuos que un día vivieron entre esas cuatro paredes, que encarnarán acotres como Helena Bonham Carter o Matthew Goode.

La producción está dirigida por figuras tan conocidas en la animación independiente como Emma de Swaef, Marc Roels, Niki Lindroth von Bahr y Paloma Baeza, capaces de sumergirnos en el pequeño universo que encierra esta rocambolesca casa de muñecas. Trazando tres líneas temporales diferentes, La casa comienza la narración en torno a una familia pobre, un promotor inmobiliario y una casera aparentemente aburrida.

El primer cuento: un viaje al siglo XIX

En la primera historia de La casa, la línea temporal mueve el cursor, situándonos en la época del siglo XIX para conocer al pobre matrimonio de Raymond (Matthew Goode) y su mujer (Claudie Blakley), una pareja sin blanca que parece abocada a tener una vida miserable. Un día, Raymond conocerá a un misterioso benefactor, que aparece en su vida para prometerle volver a recuperar el antiguo estatus que tenía su familia.

Sin embargo, no será tan sencillo, y pronto se darán cuenta de que todo tiene un precio. Los adultos de la familia serán poseídos por el espíritu de la casa, que transformará su verdadera personalidad hasta consumirlos por completo ante los ojos atónitos de su pequeña hija Mabel (Mia Goth).

La primera parte de la película está dirigida por Emma de Swaef y Marc James Roels, ambos conocidos por el éxito que obtuvieron en 2018 con el cortometraje animado Ce magnifique gâteau!, seleccionado en Cannes y en los festivales de Toronto, Telluride y Animation Is Film, además de ser nominado a los Premios Annie.

Regreso al presente en la segunda historia

El segundo cuento nos devuelve a la actualidad y nos presenta a un agobiado promotor inmobiliario (interpretado por Jarvis Cocker) que intenta hacer dinero fácil después de renovar la casa. Sin embargo, su estrés y los problemas se multiplican cuando aterrizan en la casa unos potenciales compradores. Lo verdaderamente aterrador de esta parte está en las enigmáticas intenciones de los visitantes, que parecen tener otros plaes para la casa.

En esta ocasión, la dirección corre a cargo de la directora y animadora sueca Niki Lindroth von Bahr, que se llevó en el premio en Annecy en el Festival de Toronto por su cortometraje The Burden (2017). Al año siguiente, Variety la consideró uno de los diez mejores talentos de la animación.

El último relato: rumbo al futuro

La tercera historia nos hace viajar a un futuro cercano en el que el paisaje ha cambiado y la casa sigue manteniendo su esencia pese a todo. Ahora vive allí Rosa (Susan Wokoma), una joven casera que ha decidido quedarse en el que era su hogar y restaurarlo para devolverle la vitalidad. Sin embargo, un repentino cambio le obligará a cambiar su planteamiento inicial.

Sus inquilinos (interpretados por Helena Bonham Carter y Will Sharpe) le pagan con pescado y cristales, unas monedas de cambio que no le servirán de nada para contratar a los fontaneros y electricistas que deben arreglar las goteras e inundación de la casa. Poco a poco, los habitantes se acaban marchando y acaban convenciendo a la propia Rosa de hacerlo también. 

La directora mexicana Paloma Baeza es la encargada de firmar la última parte, después de su reconocido y premiado cortometraje Poles Apart, que ganó un BAFTA y un trofeo Annie. También apareció en Variety junto a Lindroth en 2018.

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