Élite volverá a pasar cita a sus seguidores el próximo 8 de abril con el estreno de su quinta entrega en Netflix. Antes del regreso de la popular serie adolescente made in Spain, su reparto se ha pasado por el Festival de Málaga para presentar los primeros minutos de una temporada en la que volverá a aparecer un cadáver, que contará con Adam Nourou interpretando a un menor no acompañado después de ganar el Goya con Adú y en la que veremos un curioso homenaje directo al cine de Pedro Almodóvar.
Aprovechando su paso por el festival andaluz, SERIES & MÁS habla con Carlos Montero y Jaime Vaca, los showrunners de una serie que no parece tener interés alguno en decir adiós todavía, de la internacionalización de Élite en su sexta temporada, su forma de gestionar la marcha de los miembros del reparto original y una casualidad que establece un paralelismo entre los problemas de Pol Granch en la vida real y en la ficción.
Élite es una serie que suele huir de las referencias a la cultura pop. ¿Cómo surge este homenaje a Almodóvar que hay en la nueva temporada en el que los chicos van a un autocine a ver Átame?
Carlos Montero: No fue nada difícil conseguir los derechos de Átame. Hablamos con Esther García [directora de producción en El Deseo] y ella habló con Pedro. Yo me llevó muy bien con ellos. Ya había trabajado con ellos en el pasado. Estuvieron encantados de que hiciéramos ese guiño. Para nosotros ha sido muy especial.
Jaime Vaca: Somos muy de Almodóvar.
Carlos: Nos apetecía mucho hacer ese homenaje tan explícito porque ya creo que toda la serie es implícitamente un homenaje al cine de Almodóvar. Es el cine que más me ha inspirado en mi carrera y creo que hay capítulos que beben mucho de sus películas.
Jaime: ¿Quién ha retratado las pasiones, los amores y el melodrama mejor que Almodóvar?
Carlos: Ese melodrama arrebatado que tenía Almodóvar hasta hace unos años que empezó a ser más contenido. Todo eso es también Élite.
Entre los personajes nuevos este año tenemos un actor brasileño, un francés y una argentina. En la primera temporada solo estaba Lu, mexicana. ¿De dónde viene esta internacionalización progresiva de la serie?
Jaime: En este caso ha sido algo casual. Nosotros no creamos unos personajes que fueran brasileños, franceses o argentinos. Fue una cosa que surgió el casting. Cuando se presentaron y nos conquistaron, pero salió así. Teníamos al hijo de un futbolista y encontramos a André Lamoglia y nos vino de perlas que fuera brasileño. En el caso de Isadora, Valentina Zenere era la mejor actriz que vimos y con Bilal queríamos contar la historia de un menor no acompañado, así que no podía ser español. Así llegó Adam Norou. Como Élite es una serie que ha tenido un éxito global, tenemos la suerte de que cuando llamamos a actores fuera nos dicen que sí.
Con el personaje del hijo del futbolista y la fiesta sin etiquetas del segundo episodio habláis de la flexibilidad sexual de las nuevas generaciones. ¿Qué deberíamos aprender de los centennials?
Jaime: Esa forma de huir de los prejuicios. Yo empecé a trabajar con Carlos en Física o Química hace 17 años ya y a mí el hecho de trabajar en esa serie me ayudó en mi proceso de aceptación y de salida del armario. Tener una serie como Élite en la que los personajes no vienen definidos por una etiqueta, sino que fluyen, es maravilloso. Yo lo hubiera agradecido como espectador.
Carlos: Ha sido un cambio muy generacional. Cuando he conocido a gente de esa edad he descubierto que ya tienen asumido ese discurso. Es maravilloso, pero a mí también me da mucha envidia. Ojalá nos hubiera tocado a nosotros lo mismo.
Del reparto original solo siguen en la serie Itzan Escamilla y Omar Ayuso. ¿Cómo se gestionan las salidas de sus personajes, son decisiones que nacen de las tramas o de ellos mismos?
Carlos: Siempre son ellos. Entendemos perfectamente que quieran volar porque les empieza a apretar ya el uniforme. Es lógico. Generalmente lo que suele pasar es que nos llamen y nos piden que les damos salida a sus personajes. Intentamos convencerles de que no se vayan. Alguna vez lo hemos conseguido y otras no.
Jaime: A veces la gente se nos echa encima por echara los personajes de la serie, pero no es nuestra decisión.
Carlos. Hay una excepción. En el caso de Álvaro Rico [Polo en la serie] decidimos en la sala de guionistas que queríamos matarlo en la tercera. Álvaro y María Pedraza son los únicos casos de personajes que han salido de Élite por nuestra decisión.
En la sexta temporada vais a cumplir vuestro deseo de tener un personaje trans en las tramas. ¿Hay otras espinas clavadas que os gustaría abordar antes de que acabe Élite?.
Carlos: Nos vamos quitando espinas cada temporada. Queríamos hacer desde hace tiempo una trama con un personaje trans y por fin encontramos a un actor maravilloso [Ander Puig]. No queríamos hacerla hasta dar con la persona adecuada. Cuando vimos su casting fue increíble y dijimos: p’alante.
Jaime: Tenemos mogollón de ideas pendientes, pero no se pueden decir todavía.
¿Hay algo de lo que os arrepintáis a estas alturas de la serie, que haríais diferente si volvierais atrás?
Carlos: Siempre aprendes, pero de estas cosas que dices: nos hemos equivocado. Siendo honestos, en la tercera temporada con la llegada de Yeray y Malick. Deberíamos haberlos hecho más protagonistas. Fue un error.
Jaime: Nosotros rara vez tenemos personajes que sean meramente episódicos y que no tengan su propio arco en las tramas. Cada vez que lo hacemos con un viaje en mente y a Yeray y Malick solo los usamos como parte de la historia de otros personajes. Se quedaron en tierra de nadie y fue una pena.
En el tercer episodio hay un diálogo con el personaje de Phillip que parece estar hablando de la propia crisis de relaciones públicas que ha vivido Pol Granch y que se acentuó a raíz de aparecer en Élite. ¿Fue algo premeditado?
Jaime: ¿Sabes lo que pasa? Que nosotros ya habíamos escrito esa trama antes de que pasara todo eso. La realidad nos atropelló en este caso.
Carlos: Deberías preguntarle a Pol. El pobre supongo que lo habrá pasado muy mal, pero no lo sé.
Jaime: Nosotros tenemos el discurso en la serie de que todo el mundo en la serie tiene derecho a meter la pata y a redimirse. Si no fuera así, estaríamos anulando la libertad de arrepentimiento y la redención. Sería muy peligroso.
Carlos: Vivimos en un sistema democrático que se basa en eso. La cadena perpetua no existe. Todo el mundo tiene derecho a no redimirse.
Jaime: Precisamente ahora vivimos en un tiempo en el que estamos mirando atrás de cosas que se han hecho muy mal. Con el machismo, por ejemplo. Todos nos hemos equivocado y debemos aprender. Debemos tener derecho a equivocarnos, a redimirnos y a seguir para adelante.
Carlos, hace poco hubo una controversia por tus declaraciones sobre la no normalización de los físicos en Élite. Más allá de la crueldad del anonimato del internet, ¿ha cambiado tu forma de ver todo lo que ha pasado?
Carlos: Siempre aprendes. Con insultos se aprende peor, la verdad. Yo no estaba acostumbrado a que me insultaran tanto y de primeras es muy impactante, pero al final reflexionas, claro.
La sexta temporada ya está en marcha. ¿Cómo os imagináis el final de la serie? ¿Habéis hablado con Netflix de cómo os gustaría despedirla?
Jaime: No lo hemos visualizado. Queremos que dure mucho la serie todavía. Estamos muy a gusto escribiéndola. Es una serie que es tan rica y está tan viva que ojalá nos acompañe durante muchas temporadas más.
Carlos: Creo que es de eso tipo de series que no necesita tener un final apoteósico o que tenga que cerrar todos los detalles argumentales. Cuando se acabe se acabará sin necesidad de hacer explotar Las Encinas por los aires.
Jaime: De momento no hemos hablado de ese final y nos enfrentamos a cada temporada como una temporada nueva.
La quinta temporada de 'Élite' llega a Netflix el 8 de abril.
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